Tendria 13 anitos, cuando pase unas vacaciones de semana santa en casa de una tia viuda que vivia con su hermano en un pueblito de la montana.
En la casa tenian solo dos dormitorios con unas camas muy grandes, acomodandome en la habitacion de mio tio con el que debia compartir.
Los frecuentes apagones en el suministro electrico nos llevo a acostarnos muy pronto.
Me llamo Jino y en aquel tiempo era un chico muy atractivo que provocaba siempre miradas en toda clase de gente que se cruzaran conmigo, especialmente por mis moldeadas piernas y prominente nalgas, que parecian de jovencita.
- Tu acuestate en el lado de la pared, porque yo madrugo y asi no te molesto.
- Observe como mi tio se desnudaba y quedaba solo con sus pantaloncillos negros, cubriendo un cuerpo musculoso, que los trabajos del campo le habian forjado.
- ¿que esperas? quitate la ropa y metete para que yo me pueda instalar en mi sitio.
Por aquel entonces yo me habia acostumbrado a dormir sin ropa pero como me daba verguenza me acoste tambien con unos pantaloncillos que me quedaban algo grandes.
Como estabamos a obscuras bajo la penumbra de una vela, sentia protegida mi intimidad y me arrebulle en la cama, mientras mi tio apagaba la vela y se situaba a mi lado.
Al poco rato no te que se apretaba contra mi, lo que achaque al frescor de la noche.
Su mano se apoyaba en mi muslo, moviendo acariciando mi pierna.
Yo me hice el dormido, para experimentar unas nuevas sensaciones, que me hacian palpitar el corazon.
Soplaba y soplaba, y la mano de mi tio recorrio mi cara como comprobando que dormia, mientras que me daba la vuelta poniendome de frente a su cuerpo.
Su mano toco entonces mi erguido miembro que se escapaba de mi pantaloncillo por un lado, iniciando una caricia por el glande que me provoco de inmediato una venida con abundante leche.
Recuerdo que me senti bravo, por haberme corrido tan pronto, pero como con experiencia y paciencia, inicio de nuevo un recorrido con sus manos por mi pecho, ingles y nalgas, provocando una nueva ereccion.
Me cogio una mano que coloco junto a su enorme miembro que no pude evitar apretar con fuerza, entohces mi tio, me bajo el pantaloncillo y tambien el suyo, para ya sin disimulo iniciar un recorrido con su lengua por todo mi cuerpo que se arqueba con deseo.
Se levanto de la cama trayendo de la cocina un recipiente que al encender de nuevo la vela, vi que era de mantequilla, que comenzo a untarme por detras con un movimiento de masaje que me gustaba.
Insistia una y otra vez por la raja, lo que favorecia abriendome y levantando mi culo, penetrando un dedo con bastante mantequilla.
Colocandose encima metiendo sus piernas entre las mias, habia colocado la almohada debajo de mi vientre, colocando su rabo en el ano, apenas introducido una pulgada, mientras que con su habil mano masajeaba mi pene aplastado contra la almohada.
Su lengua recorria mi cuello, y de repente de un golpe me la metio totalmente hasta que sus testiculos chocaron contra mi.
No tuve tiempo ni de sentir el dolor, pues una vez dentro habia quedado quieto, tranquilizandome con sus manos y hablandome en voz baja.
Asi estuvimos como 15 minutos, hasta que inicio un pequeno movimiento de mete-saca de unas pocas pulgadas, hasta que senti la necesidad de mas y aprete mis nalgas contra su miembro mientras erguia mi trasero, lo que le animo a la siguiente fase inenarrable.
Sus golpes introducian a fondo su largo pene sintiendo en mi estomago una extrana presion.
Se sucedieron movimientos rapidos y lentos hasta que extenuado me lleno de leche que se escaba entre mis piernas.
-Ahora es tu turno me dijo.
Voltendome me la agarro colocandosela detras, y repitiendo su leccion inicie el mimo juego.
Por cuatro veces nos corrimos aquella noche hasta que no pude mas, con un inventario inolvidable: dos introduciones, por la boca y con la mano.
Han pasdo quice anos y no puedo olvidar aquella mi primera iniciacion.
Lei todo tu cuento y esta realmente muy sensual y delicioso. Como tu dices eso fue a tus 13 añitos y lo que sucedio en ese iniciamiento tuyo en relaciones con hombres, nunca se te va a olvidar. Nunca se nos olvidara esa primera vez de besar a otro hombre, o el instante de tu primer 69, o de agarrarle la verga para masturbarlo, o la primera mamada de culito que nos hayan dado, o lo mas crucial, el de la primera penetracion recibida ya que es una sensacion distinta a otras y mucho mas profunda y erotica que cualquier otra clase de amor o sexo tenido antes de esa primera ocasion, es verdad que duele a veces mucho, a veces poco, pero despues que tu interior se relaja y se adapta a la verga que ha entrado en ti, entonces es cuando comienza el vaiven del roce prostatico que te da la masa de carne dentro de tu intestino y te sientes muy super agradable y riquisimo ese instante que quisieras nunca terminar. Te felicito por toda esa experiencia contada y espero que sigas recordando esa ocasion lleno de completo placer y satizfaccion como lo has relatado en tu cuento. Felicidades para ti. Luis.