La primera vez por el culito.

En algunas oportunidades que estuve con mi novio me dijo que quería mi culito, como yo me negaba, le decía que eso me iba a doler, un día me mostró un estadística, en ella decía que el 25% de las mujeres lo hacía y esas cosas, luego, me mostró una porno y las chicas lo hacían muy fácil. Con eso último me convenció y acordamos hacerlo la vez siguiente que estuvieramos juntos.

Esa tarde, después de hacer el amor de manera convencional y hacerme disfrutar mucho, me dijo que era el momento, yo accedí, era inocente de lo que iba a pasar. El me unto un anestésico/lubricante en el ano, me coloqué sobre el, como cabalgándolo, el dijo “así tu puedes controlar la penetración, si duele mucho paras”. Mientras me acariciaba el clítoris con su mano, yo estaba muy excitada y con ganas de dar ese paso, de pertenecer a ese 25% de mujeres que volvía locos a sus hombres, no sé que les atrae tanto del sexo anal, pero sin lugar a dudas que les gusta.

El sostenía el pene con la otra mano y yo también, empuje un poco hacia atrás y entró parte de la cabeza, dolió pero no demasiado, empuje un poco más, entro la cabeza completa y dolió más, pero lo tolere. No sé que estupidez pasó por mi cabeza y decidí “voy a salir de esto de una vez”. Empuje hacía atrás, aquella cosa entró dentro de mi, no creo que completo, sentí que me partía en dos. Di un salto y me lo saqué, que dolor, me ardía y dolía, supongo que algo se rasgo dentro. Se me salieron las lágrimas. Caminé por la habitación apretandome el culito con una mano, para apaciguar el dolor. Entonces acordamos hacerlo en otra oportunidad.

A la siguiente semana, fuimos a cenar y luego sexo, habíamos acordado que se lo daría ese día. Durante la cena, apenas probé bocado, tenía eso en la cabeza por la mala experiencia anterior.

Llegamos al hotel y el sacó el anestésico de su bolsillo y lo puso en la mesa de noche. Cuando lo vi me puse súper nerviosa me dolía el estomago, entonces entré al baño, no estaba haciendo nada pero tenía miedo de salir. Por fin salí, me sentía mal, estaba mareada. Comenzamos a besarnos y caricias, pero yo no me excitaba, miraba aquella cosa en la mesa de noche, entonces le puse mi blusa encima para quitarlo de mi vista. Pero de pronto no pude más le dije “amor, hoy no, por favor eso no, te voy a cumplir pero hoy no” el dijo “está bien, luego”. Allí se me pasó todo y disfrute mucho.

Más tarde el quería, yo me sentía relajada, pensé está bien, se lo merece, entonces me acosté boca abajo y comenzó a untarme el anestésico, introducía sus dedos para abrirme y todo bien. Luego, fue muy cuidadoso, metió la cabeza del pene y dolió un poco, yo no dije nada, entró un poco más y dolió más, pero tampoco dije nada, sólo me abrace a la almohada. Me puse nerviosa y de inmediato una contrae el ano, entonces el fue más adentro, fue horrible, sentí que me rompía, me ardía horrible, pero no dije nada, sólo hundí mi cara en la almohada y comencé a llorar.

No quería que me viera llorando, ni quejándome. Yo quería ser la súper amante, no la novata que no sabe. Entonces el se dio cuenta y me lo sacó. Se ve que no quiso hacerme sufrir más, aunque seguía muy excitado, de hecho se masturbó y acabo muy pronto.

Una quiere ser la mejor amante del mundo, amas y sientes placer sexual, te piden y quieres dar más, aunque a veces signifique sufrir un poco.

Bueno, esta fue mi primera experiencia anal y la quise compartir.