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Categoría: Maduras

Como me cogí a la abuela de mi esposa

Como, fue que empezó la historia en donde me coji a la abuela de mi esposa.



 



Todo comenzó el día de año nuevo, de hace unos cuantos años atrás. Mi amada esposa, quería reunir a toda su familia en nuestra casa. En ese día 31 de diciembre, se allego toda la familia de mi esposa, estábamos casi todos, faltaba la abuela de mi esposa "Rosa". Hacia unos cuantos años que no la veía, exactamente desde el día de nuestro casamiento. Nunca más la había visto, a pesar de sentir su nombre en la familia.



Ese día, llego, junto con mi suegra y mi suegro, la habían pasado a buscar por su departamento, después de saludarnos; su presencia no paso desapercibida. Hacia ya un rato largo que yo estaba "aclimatándome" con un buen champán, y no fue por que estaba con unos "traguitos" encima, pero su presencia, se hizo notar.



Rosa, es esa época tenia 61 años, había sido madre de muy joven a la edad de 18 años, tiene por su edad un físico espectacular, sus formas bien marcadas, un rostro joven, unos ojos altivos y grandes, su físico es de contextura grande, pero bien marcada su silueta, tiene unos pechos, maravillosos, grandes y realmente muy duros a pesar de su edad, unas piernas largas y una cadera bien marcada, su trasero es enorme, parado y duro. Su vestido marca toda su silueta y deja mostrar toda su voluminosidad.



Ese día, cuando nos saludamos, quede flechado, por su forma tan apasionada de saludarme y abrasarme mostrándome su afecto y también su cuerpo y como decía abrazándome ¡es mi nieto!



Nos sentamos todos en la mesa, cenamos, llego la hora del nuevo año, después de brindar nos saludamos todos, festejando el año que comenzaba. Cuando llego el momento de saludarla, quería poder tocarla nuevamente, me acerque y la salude abrazándola y además rozándola con toda la fuerza con mi miembro; lo sintió, me miro a los ojos, y con esa mirada picara que tiene me dijo "¡que tengas un hermoso año nuevo, y que lo sepas disfrutar"!



Llego el momento en donde todos empezaron a marcharse, mi suegro, tenia una borrachera impresiónate. Mi suegra me pidió que los alcanzara hasta la casa y si podía llevar también a la madre. Ayude a mi suegro a entrar en el coche, y como mi coche es un poco chico, ayude a Rosa a que entrara, en la parte delantera, junto a mí. Cuando la estaba ayudando a entrar, pude con mi brazo, poder tocar sus senos, descuidadamente, y como me excitaba. Me miro y me dice:



-Mira que vas a tener que ayudarme a entrar en mi departamento, ya que con todo lo que tome no se si podré entrar bien.



La mire, y su ojos destellaban algo diferente…



Lleve a mis suegros hasta la casa, luego, empezamos a ir, en camino del departamento de Rosa. Cuando llegamos, me pidió que la ayude a subir las escaleras hacia su departamento, baje junto con ella, cerré el coche y me dirigí junto con ella a su departamento.



Entramos en el hall del edificio, ella iba delante mió y comenzó a subir las escaleras, tiene un trasero maravilloso, y a medida que subía cada escalón, me excitaba más. Por dentro pensaba, que ya había hecho un compromiso conmigo mismo, desde el día que me case, nunca mas iba a volver a la vida que llevaba antes de conocer a mi esposa, "las había hecho todas" y nunca mas volvería a lo de antes, donde todos los días tenia sexo con diferentes mujeres y ya me había cansado.



Estábamos llegando al departamento, y de repente se resbala y justo la agarro con fuerza y logro sujetarla bien, nos quedamos unos segundos agarrados y pude sentir todo su trasero en mi miembro que ya lo tenia medio erecto, se dio vuelta, me miro y me dice: ¡menos mal que estabas para poder agarrarme, sino me mato! Yo por dentro decía "y mi pedazo no lo sentiste". No quiero ser presumido, y esto que digo es verdad, la naturaleza me regalo un miembro grande, no voy andar diciendo los centímetros, ¿para que?



Nos acercamos a la puerta del departamento, y comenzó a querer meter la llave en la cerradura, se inclino hacia delante y en ese momento aproveche para hacerle sentir nuevamente, mi miembro. Se dio vuelta y me dice



¿UD. Puede meter esta llave adentro por favor?



-como no, mira que yo no le erró.



¿Esta seguro?



-yo nunca le erró, le conteste mientras hacia fuerza con mi miembro en su trasero.



Se corre, y meto la llave y abrimos. Entramos, y me pide si la puedo acompañar a la habitación ya que se encentra mareada. Entramos a la habitación, estaba a oscura, y buscaba el interruptor. Lo encontré y mientras ella se apoyaba en mi hombro, la senté en la cama de ella. Se quedo mirándome, mientras la ayudaba a sacarse los zapatos, cuando me enderece, me dice:



-quiero hacerte un regalo, estuviste tan amable y tan solidario…



_ No esta bien, Rosa, no tiene que hacerme ningún regalo.



¡pero yo quiero hacértelo! Me dijo



Bueno, esta bien ¿Qué regalo quiere hacerme?



Estiro su mano, me agarro mi verga y empezó a frotarla con su mano, mientras me miraba buscando la complicidad de su acto.



La agarre de su cara, y le dije: ¿esta segura Rosa?



-Si, quiero, sentir esa verga que me estuvo rozándome hoy toda la noche



Me baje el pantalón, y ella me bajo mi slip, y salio todo mi miembro a escena.



-¡que pedazo de verga que tened! Exclamo Rosa, ahí nomás, se la llevo a la boca.



Empezó a lamerla de una forma maravillosa, me chupaba de arriba a bajo, los huevos, todo. Con sus dos manos subía y bajaba frenéticamente mientras que toda la cabeza de mi verga se la metía en la boca, jugaba con la lengua haciendo círculos.



La agarre de la cabeza y se la quería meter toda, ¡como me la estaba chupando! Se notaba que era una mamadora de años. Cuando le hice fuerza para ponerla mas adentro de su boca, le hice sentir la campanilla de su garganta y casi empieza a vomitar. Se la saque, espere que tome aire, y no tardos no dos segundos que se metió la cabeza en la boca, mientras gemía:



-nunca, me chupe una verga tan grande y tan dura, ¡que rico!



Estábamos hacia mas de 10 minutos y seguía chupándola, mientras la chupaba, le empecé a levantar de la cama. Se levanto la doy vuelta y comienzo a desabrocharle el vestido ajustado que llevaba, le saco el vestido, le saco el sostén y salieron dos tetas, tan grandes que nunca las había visto en mi vida, ¡que pedazos de Tetis! y ¡duras! Me senté en la cama, ella se arrodillo y me dice:



-ahora te voy a hacer algo que no te lo vas a olvidar



Me metió mi verga entre sus tetas y empezó a ir y venir, de arriba abajo, mientras toda mi cabeza se la metía en la boca.



Llego un momento de tanto gemir que me dice:



-¿Cuándo vas a acabar que te quiero chupar toda tu leche?



(Siempre tuve el problema, que no soy de eyacular rápido, nunca en mi vida lo pude hacer, ni siquiera cuando me masturbaba. Nunca en mi vida pude eyacular mas de dos veces, por que siempre quedan después del primer polvo, hechas de gomas y siempre me dejan con ganas y tengo que ir y masturbarme.)



La levante del piso, la puse en la cama, la di vuelta, pude ver todo ese maravilloso trasero enorme y duro, donde la hice poner en cuatro y comencé a chuparle la concha desde atrás, chupaba su concha y deslizaba mi lengua por toda su línea hasta llegar a su culo, gemía, y me decía ¡así, así, así!



Su vulva estaba empapada, seguía chupándomela, y seguía llegándole orgasmos, mientras seguía chupándosela, hasta que empezó a gritar ¡méteme ese pedazo de verga de una ves que no aguanto mas! Me subí a la cama y de un tirón le metí hasta la mitad de mi verga. Exclamo ¡¡¡ahhhh!!! Gritando de dolor y placer al mismo tiempo, mientras empecé a darle en un movimiento frenético, y ante cada "sablazo" gemía, gemía y gritaba



La tenía agarrada de sus caderas y mis huevos tocaban su trasero, le agarre de los pelos con una mano, mientras que con la otra la tenía agarrada de la cadera y le llevaba la cara hacia arriba, mientras que por el espejo, podía ver toda su cara, mientras se mordía los labios y gemía.



La di vuelta y le dije ¡Rosa, chupadla hasta que acabe!



Me la agarro con sus dos manos y comenzó a chuparla mejor que antes, hasta que llego el momento que le dije ¡Rosa, ahí va todo lo que vos queres! Le acabe en toda la boca, y siguió chupándola hasta que ni una gota, dejo afuera.



Me despedí de ella y con su sonrisa, cansada, diciéndome: ¡no le digas a nadie de esto! ¡Mañana cuando vengas a buscarme te voy a dar tu otro regalo!



Me fui para mi casa, pensando lo bien que me chupaba la verga Rosa y como me hizo disfrutar.



Cuando llegue a casa, mi esposa, estaba dormida, me duche, y fui a acostarme. Miraba el techo y pensaba lo bien que la había pasado con Rosa, ¡Y Como me la iba a coger mañana!


Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 7.33
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