Tengo años viviendo en la misma casa y de vecinos a una familia de evangélicos. Nunca hemos tenido mucha amistad que digamos. El ùnico día que pise el umbral de la puerta de su residencia fue para darle el pésame por la muerte de su única hija.
Cabe mencionar que son tres hermanos, el padre y la madre. De vez en cuando se queda en dicha casa un sobrino que de cariño le dicen “ Tigre” . Hasta el sol de hoy no le sé el nombre, a pesar que es más amigo de mi familia y me saluda cuando paso y ellos estàn en el patio.

Una noche como a las 10 PM venía de casa de mi madre y justo hizo un temblor fuerte que asustó a media vecindad. Estaba Lit y su primo la Tigre. Pasé y salude formal, cabe mencionar que soy mayor que ambos. Pero aquí cambia el cuento, el Tigre me pregunta ¿Sentiste el temblor de tierra?; me detuve y cortésmente le dije que "sí". Ademàs agreguè que mirè los faroles de la luz moverse y gente que salió a la calle gritando “ temblor”. Lit metió la cuchara en la conversación y me quedé como por 10 minutos platicando. En años era la primera vez que escuchaba la voz varonil de Lit, lo recordaba como un niñito travieso, pero el tipo ahora tenía 21 años y estaba bien guapo.

Yo esa noche vestia en un pantaloneta amarilla de hacer ejercicio y un suéter de lo más normal. El primo de Lit seguía sacando conversación y de boba contestaba y me reía.

En una de esas siento la mirada de Lit fija en mi cara y veo que sus ojos tienen destello diferente, no era de vecino ni de mocoso, sino de hombre curioso. Me hice la loca y me fui para mi casa.
Así Lit rompió el hielo, pasaron los dìas y nos saludábamos y como teníamos horarios de trabajo igual, un día se ofreció para darme un aventón al trabajo que estaba en lado opuesto al de él. Le di las gracias y no sé a qué vino la conversación que si el auto que usaba era de su trabajo, y que el garaje de mi casa estaba desocupado, al divorciarme el ex se llevó el carro. Y le ofrecí que cuando quisiera que el auto no se mojara por la lluvia podía estacionarlo allí.
Ese primer paso obligó que algunas veces saliera en la noche a guiarlo para que estacionara, me saludaba y se iba a su casa. En es trato nos fuimos como tres meses. Una noche lo sentí llegar y la cochera tiene una puerta que comunica a mi cuarto. Eran como las 11 de la noche y entreabri mi puerta y solo asomé la cara y lo saludé. Debo confesar que el chico me había empezó a gustar y tenìa fantasias con èl. Lit me pregunto que porque no salía y conversábamos un rato y le dije que no, estoy en pijamas. En broma me dijo, hueles bien rico, ¿ cómo es la pijama?. En ese momento se me vino a la mente una idea morbosa y sin darle tiempo a reaccionar, alargue mi antebrazo y le puse a oler el perfume, abrí la puerta de mi cuarto, pero el carro tapaba la vista a cualquier vecino. Lit quedó en la puerta y le modelé la pijama que era un short bien cortito de color rosa y una camisita de tiritas. De frente nada del otro mundo, pero lentamente me dì una vuelta y le dejo observar la vista de espalda. Era tipo cachetero y me baje el pantalón en un movimiento rápido que le dejó al descubierto mis pronunciado y firmes pompis en una diminuta tanga rosa . Y me voltee rapidito, me subí el short y lo interrogue divertida: ¿ Te gusto?.

Lit estaba en shock, me dijo con voz apenas audible, esta muy bonito. Y se despidió y se fue para su casa. Yo me quedé divertida de mi hazaña, me acosté y me dispuse a dormir. Como a las 1:30 de la madrugada suena el teléfono y era Lit que me decía, quieres que te confiese algo, quiero oler más ese perfume que tienes. En medio del sueño le contesté yo también tengo una fantasía. ¿Saber cómo besas?
En menos que canta un gallo lo tenía tocando mi puerta. Lentamente me olió el antebrazo, el cuello. Me senté al borde de mi cama y él también. Siguió oliendo por el tórax, y lo dejé seguir husmeando entre mi escote. Me bajó una tirita y dejo al descubierto un seno mí que es pequeño pero firme. El solo olía pero mantenía los ojos cerrados. Yo levante su quijada y suavecito le mordisque los labios y se dejó besar sin moverse. Era un beso tímido, pero cargado de pasión. Lo agarre por la cabeza y le puse su boca unos de mis pezones que succiono lentamente, luego el otro, luego me puso las manos en el trasero y me lo apretó duro. Recorrió lentamente mis muslos y metió su mano entre mis piernas, apretó mi pubis y exclamó: que pedazote tienes.
Como yo no me estaba cuidadando con nada, decidí no dejarlo avanzar más. Pero lo acosté en mi cama con los pies hacia fuera. Le bajé la pijama y comencé a tocarlo por fuera de sus calzoncillos. El bulto de su pene erecto se sentía, pero cuando baje lentamente el bóxer lo que me salió fue una enorme verga, dura, erecta. Yo había visto otras pero una de ese tamaño nunca, máxime cuando Lit no pasa del 1.63 metros. Eso invalida la teoría que los hombres pequeños no tienen lo suyo.
Lentamente agarre a esa verga la bese, la roce con los labios, metí un testículo en mi boca. Lit a todo esto estaba mudo, viéndome con los ojos desorbitados. Seguí con mi lengua por la región peri anal, lanzó un ahhhh. Seguí y le hurgue con la lengua alrededor del calo y solo me apretaba la cabeza. Seguí lamiendo su pene por todo alrededor, su glande hinchado, sentía sus venas, y cuando menos lo esperaba me lo traguè todo con mi boca y lo masajeaba por los testículos y con la otra mano le estimulaba el culo. Los lamidos eran primeros suaves, las chupadas lentas, luego más rápidas y como una experta empecé a succionar hasta que sentí un hilo de su lubricación que sabia algo saladita. Empuje la mitad de la verga que me llegó hasta la garganta y casi me hace vomitar, pero seguì la chupadera sin detenerme.Y se corriò en mi boca con desesperación. Le chupe toda la leche, le saque a esa verga todo el semen que tenía guardada. El se despidió medio atolondrado y yo me quedé sola con una arrechura muy grande. Pero no quería el riesgo de un embarazo y menos de un vecino
Como a las 4 de la madrugada vuelve a llamar Lit quería repetir lo que le hice. Pero me negué porque esta vez era seguro que no iba aguantar comerme con la chucha esa verga tan grande.
Pasaron como 15 días sin ver a Lit ni hablarle. Le huía ya que sabia que lo había calentado y chifiado. Una noche llamò como a la 1 AM y me dijo que iba a entrar por mi sala. Le abrí la puerta con una pijama sexy de encajes negros en los senos, corta y sin pantys debajo. Cuando me atrajo hacia él y me apretó las nalgas metió rápidamente las manos por los muslos, creyendo iba encontrar una tanga, se llevó la sorpresa que no había nada y eso lo éxito más.
Lit tiene una fuerza increíble, me levantó, me sentó en el antebrazo del mueble y dejó mis piernas entre abiertas. Me introdujo su mano y tocó mi vulva caliente con sus dedos, metió uno y me empezó a estimular. Sintió como mi chucha se ponía lubricada y me dijo, la tienes Así por mí. Me baje del mueble y me senté a su lado, como pudo se quitó los pantalones de la pijama, tampoco traía canzocillos. Me levantó una pierna por encima de sus hombros y me la sostuvo fuerte y de un solo empujón me clavó esa verga dura que me hizo lanzar un ayyyyy. Me dolió tanta brutalidad, pero me movía debajo de él con desesperación, y el me enterraba esa verga, dura, sin decirme nada, Yo le pedía sigue mi amor, damela toda, más, no pares. Sigue, dame más. El se detiene y me pregunta extrañado todavía quieres más. Lit pensó que yo quería que el tuviera la verga más grande, le dije que ya de ese tamaño era interesante que no parara que me gustaba. Cojéeme, soy toda tuya, coño sigue, no pares. El se dejó caer sobre mi y me tiro el chorro de leche caliente dentro por largo rato, no lanzó ni un quejido, seguí moviéndolo amarrándole las nalgas y friccionando mi clítoris contra la base de su pene. Me vine rico, goce a esa verga de macho. Pero quería que siguiera, Lit se levantó y se fue porque era tarde y en su casa podían echarlo de menos.

Otro día les cuento como durante estos 2 años hemos sido vecinos de hola y hola. Pero de vez en cuando amantes. No ha sido fácil quitarle tantos tabúes y prejuicios a un chico que tiene un padre que es reverendo evangélico y que creció con la convicción que el sexo antes del matrimonio nana nana.

Han sido noches enteras en que se ha venido él, con solo frotarme su pene entre las piernas, pasò casi un año entre jueguitos de brochita, chupadas de pene y nada de penetración. Lit así me lo pidió y le respete su posición; es medio salvaje, muerde duro las nalgas de una, me ha dejado unos moretones horribles en los brazos de duro que aprieta y descubrì que le encanta dominar en el sexo, gozar él, que le supliquen, que le veneren su verga, que se la chupe y en el momentos menos esperado clavármela sin solo para oírme gritar oooohh y el empujarse sin contemplaciones, sin darme chance ni a gozar y sòlo correrse èl.

El tener un amante así da rabia algunas veces, pero esa es su lucha interna entre lo prohibido del sexo de adultos y lo correcto para sus creencias.

Cogerme a un santo caga diablo ha sido una prueba difícil, paciencia y una increíble perseverancia porque es un hueso duro de roer. Aprendì complacerme sòla, tengo mayor seguridad. Lit de vez en cuando se desata poco a poco y me pone hacerle cada acrobacia que ni Nadia Comanechi me queda. A mis 41 años acostarme con un hombre más joven es reconfortante, gozas en tocar una piel fuerte, llena de músculos, la sientes entre tus labios una verga enorme y gruesa. Confieso que echo de menos la experiencia que tienen los hombres maduros o de mi edad; esos largos periodos de sexo oral, de tocar aquí y allá. De entregarlo todo sin reservas de nada. Lit ojalà leyeras este cuento y pudiera tenerte toda una noche para mí