Pasaban los días y yo me sentía muy ansiosa y deseosa por el esposo de mi tía, pero el sabia fingir muy bien su interés, hasta que una mañana en el desayuno mi tía me dijo que mi tío podía llevarme a montar a caballo el sábado ya que ella estaría ocupada en un evento o algo así y que para no aburrirme podría aprender a montar, cuando empezamos a recoger la mesa y mi tía se fue a la cocina, le susurré a mi tío que si quería montar, pero no a caballo a lo que él me apretó una nalga, me dio una sutil palmada y se río, no me sentía consiente de lo que había dicho, pero deseaba decirlo...

Cuando por fin llegó el sábado y mi tía se había ido ya, me puse un pequeño vestido casual, color vino, pero sin ropa interior, mis pezones se marcaban en el vestido y podía sentir el aire entre mis piernas, yo bajaba las escaleras a toda velocidad y el me detuvo tomándome de la cintura y pegándome contra su cuerpo haciéndome sentir su pene duro sobre su pantalón, me preguntó que si estaba lista para montar, yo le respondí que si no veía lista, puso sus manos en mis bubis y las apretó mordiendo por afuera del vestido lo cual me hizo gritar un poco, después metió su mano bajo mi vestido y se dio cuenta que no llevaba ropa interior, me dijo que era una zorra, cosa que me éxito al máximo, lo jale para subir las escaleras al cuarto donde yo me quedaba y me subí en el envolviendo su cintura con mis piernas, me aventó a la cama y se desabrocho el pantalón, se quitó la camisa y tome su verga grande y erecta entre mis manos y lo lleve a mi boca hincándome frente a él, comenzó a jalar mi cabello y dijo que así le gustaba más, siendo una puta lame vergas, me levanto y quito el vestido, para observarme mejor y se quedó unos segundos viéndome, me apretó las nalgas y empezó a golpear con fuerza diciendo que era una niña muy mala por seducir a su tío, mientras yo agarraba su pene y los masturbaba, me beso el cuello, la boca y mis tetas con mis pezones duros que mostraban mi excitación, me gustaba el dolor que me causaba cuando me golpeaba las nalgas y me mordía los pezones.

Se sentó en la cama y me dijo ahora si vas a montarme cariño me senté sobre el metiendo sin ningún trabajo su verga en mi coñito, pues ya estaba muy mojada y comencé a moverme de arriba a abajo y de atrás para adelante sintiendo como mis nalgas golpeaban con sus piernas y sintiéndolo cada vez más adentro, así se puso de pie y seguí moviéndome al mismo ritmo, parecía que a él le gustaba, entonces sentí el primer orgasmo, que él me dejo disfrutar cuando lo noto, puso su boca en mi clítoris, lo pellizco entre sus labios y comenzó a succionar mmm...

Me pregunto si alguna vez había tenido sexo anal, y le dije que no, que era virgen del culo, con una gran sonrisa dijo que entonces él me iba a dar la primera vez, yo tenía miedo pero quería hacerlo, me dijo que me pusiera en 4 como la perrita que le demostraba ser y que pusiera una almohada para morderla si me dolía mucho, hice lo que me dijo y empezó a frotar su verga con mis nalgas me la metió en el coño mientras me daba nalgadas pero ese no fue el dolor que me hizo llorar...

Metió un dedo en mi ano y comenzó a moverlo, con mis fluidos empezó a lubricarlo y metió otro dedo, cuando menos lo esperaba ensartó su verga en mi culo de poquito a poquito, le decía que por favor se saliera que me dolía mucho pero no me hizo caso, disfrutaba escucharme llorar, me agarraba con fuerza y cada vez me embestía más rápido hasta que sentí como su semen se escurría en mí, lo que hizo más fácil la penetración y ya menos dolorosa...

Lo saco y yo sentía que no podía moverme caí rendida en la cama me acomode y él se acostó a mi lado diciendo que solo por esta vez me iba a dejar descansar porque después venía mi despedida y me iba a dar con todo.

Me sentía tan PUTA, pero tan bien que no me arrepiento de lo que paso...