Luego de nuestra primera experiencia sexual mi suegro y yo continuamos nuestros encuentros cada vez más intensos.

Empecé a trabajar en el negocio familiar que tenían mis suegros así que pasábamos cada vez más cerca con él, en marzo nuestras ganas ya eran más fuertes que antes y nuestro deseo nos llevaba a la ansiedad que lograba hacer que me masturbara con solo escuchar su voz o solo sentir su olor que tanto me excita y me humedece, cada día él llegaba a comer conmigo así empezábamos un jugueteo y nos morboseabamos.

Un día de ese mes mis hormonas estaban en exceso de excitación soñé tenerlo y que cogíamos muy duro y rico así que cuando el llego a comer conmigo hablamos y decidimos comer fuera, pasamos comprando comida y salimos de la ciudad, llegamos a un lugar parecido a un rancho, desértico, con árboles y aire fresco pero con una hermosa vista de la naturaleza, paramos el carro a la orilla de la calle y nos bajamos a comer charlamos y nos reímos de muchas cosas que pasamos con la familia y del deseo que nace al vernos de cerca y no poder hacernos nada, al terminar de comer vimos un terreno frente a nosotros que estaba muy alto y mi suegro quería que subiéramos así que empezamos a caminar y dejamos el carro parqueado donde comimos, yo andaba vestida con una minifalda roja y una camisa blanca, vestía un cachetero negro casi transparente, llegamos a una de las partes altas del terreno y al estar allí comenzamos a besarnos, toque su miembro que ya estaba erecto y el toco mis senos y mi trasero, mientras con su otra mano tocaba toda mi rajita ya humedecida y deseosa de ser penetrada hasta que bajo mi cachetero, así que saque su pene pero cuando iba a penetrarme vimos a alguien acercarse así que solo nos vestimos y bajamos al carro,  pero no podíamos dejar eso a medias así que cuando íbamos de regreso a la ciudad lo acaricie para que el supiera que quería que me cogiera y me diera duro.

El saco su pene erecto y me tomo del pelo y me puso a chupárselo y el me tocaba hasta hacerme gemir por el movimiento que hacían sus dedos, que parecían hacer magia al estar tocándome; el termino y lleno mi boca con su jugo que tenía un sabor provocativo que me excita, llegamos a la ciudad y me dejo en el negocio pero ese día había demasiado trabajo que hacer por suerte mi suegra estaba fuera de la ciudad así que estábamos solo él y yo, al atardecer el llego a ayudarme y en el salón teníamos una bodega que tenía sillas y entramos a sacar una pero no podíamos dejar a medias lo que empezamos así que cerramos el negocio y nos fuimos a bodega él se sentó y yo me senté sobre él pues quería sentir su miembro bien dotado todo duro mientras lo rosaba y el me tocaba, quería tocarlo, chupárselo y hacerlo gemir pero había olvidado un detalle y es que yo soy su sumisa así que aunque no teníamos mucho tiempo baje mi interior lista para sentarme en él y sentir la gloria pero el quería ver mi cuerpo desnudo así que me despoje de mi ropa y camine a el de forma provocativa y me senté en su bien dotado miembro, me tomo de las caderas para hacerlo al ritmo que él deseaba, mientras tanto me hacía gemir de manera intensa se paró y me puso contra la silla hincada y en cuatro, me tomo del pelo y me penetro muy duro, gritaba de tanto placer  y el me daba un par de nalgadas que cada vez las sentía más ricas hasta que me hizo acabar una y otra vez, cambiamos nuestra posición y me chineo así que me penetro mientras lo tomaba con mis pies alrededor de su espalda, tuve dos orgasmos más y el termino, me bajo y nos vestimos, abrimos el negocio y empezamos a trabajar pero estaba agotada y satisfecha porque me cogió de la forma más única que él puede hacer...

Desde que probamos ser infiel con él ha sido lo más excitante que he disfrutado!