Hacía ya cinco meses que patricia había partido, y una tarde me habla poe teléfono, para contarme lo bién que le iba con el embarazo, y que ya sabía que eran gemelos, Me comentó que había hablado con su amiga Claudia, y que como me iba a enviar unos documentos, le iba a mandar un obsequio para que yo se lo entregara. Efectivamente dos días después recibí las cosas y llamé a Claudia, para ver como le hacía llegar su regalo, ella me comentó que tenía que ir a ayudarle a su papá en unos trámites y que le quedaba en el camino la fábrica y que ella pasaría. Al día siguiente como a las cuatro de la tarde me hablan de la garita, que me buscaban y yo dí instrucciones al respecto. La tarde estaba fría y amenazaba con llover, y efectivamente cuando Claudia había parqueado su carro y se dirijía a mi oficina se vino el aguacero y entró con los zapatos en la mano y completamente mojada, la pasé a la recámara que tengo en la oficina y le dí una camisa tipo polo para cubrirse mientras se le secaba un poco el vestido. No quiso ponerse nada más que la camisa y le quedaba un poquito arriba de la rodilla, y tenía unas piernas lindas, se había hecho un corte en uno de sus pies me imagino que con un alambre, al correr bajo la lluvia, me ofrecí a curarla, y al subir su pie sobre mi muslo se le subió la camisa dejando a mi vista su ropa interior, inmediatamnete mi pene se puso erecto, y riendo me dice no fué mi intención excitarte. Claudia es de mi edad, divorciada, muy hermosa, y tiene un cuerpo fabuloso. Extendió su mano para frotarme el pene, y me dice lo voy sacar para ver si es verdad lo que dijo Patricia que es enorme, me baja el pantalón y toma en sus manos el pene y me dice es inmenso, se lo lleva a la boca y empieza a darme un mamada de película, la llevo a la cama y en 69 acabamos los dos, el pene no se aguada, sigue firme, ella se sienta sobre mi y lentamente se lo va introduciendo, le llega hasta el tope y freneticamente se empuja y saca el pene, hasta que se viene en un orgasmo, cuando yo estoy a punto de venirme me dice adentro no, estoy sola y no tomo precauciones, me puedes embarazar, dámelo en la boca, le doy vuelta y se lo coloco en el ano, ella no quiere pero poco a poco la convenzo, y la empiezo a penetrar, se quejaba, suspiraba, cuando se la tenía a la mitas sudaba frió, pero se la metí toda, luego empezé a frotarle su clítoris, y empezó a moverse, ya le salía y entraba toda la polla en su culito apretadito y rico, me vine en su ano y ella pidió que le siguiera puyando hasta que se vino. Ese día los hicimos tres veces, estuvimos saliendo varias veces, tuvimos una relación de dos años, hasta que se volvió a juntar con su exmarido. Un día me llama Patricia y me dice, espero que a estas altura ya te habrás cogido a la calientota de Claudia, yo te aviso cuando le mande regalo a Eugenia, eso ya es otro relato.