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CLARISSA Y LESBIA

Hace algunos días fué la reunión anual del colegio de profesionales de las ciencias económicas, donde precisamente mi amigo Gustavo es miembro, y recordamos lo sucedido hace algún tiempo entre bromas, claro que él nunca supo ni va a saber de toda la realidad, asi mismo me encontré con Rebeca, compañera del Ejercicio Práctico Supervisado que efectuamos previo a graduarnos en la Universidad de San Carlos de Guatemala, pero este último encuentrto con Rebeca nos trajo gratos recuerdos, que se los relataré en otra oportunidad, por ahora me concretaré a lo sucedido con Gustavo, Lesbia la entonces novia del amigo, y Clarissa(quién también tiene que ver con la primera parte del relato que como les dije antes lo haré después.

Yo tenía para ese entonces 17 años de edad, y una familia española residente en Jutiapa,(departamento de Guatemala, fronterizo con El Salvador), por cierto muy amigos de mi familia desde que mi padre vivía, y oriundos de Salamanca todos, nos invitaron a pasar unos días en ese lugar, ellos eran dueños de un hotel, en ese entonces el más famoso de la región. Fuimos con mi madre y llegamos al rededor de las tres de la tarde. (todos los nombres por razones obvias de un pueblo pequeño, fueron cambiados, por ciertos detalles muy específicos de lugares que mucha gente conoce). Don Andrés, su hija Yoli, Gustavo hijo de Yoli, a quién yo conocía del colegio, el mayor que yo, de unos 23 años, y a pesar de estudiar en el mismo colegio no sabía la descedencia de él, para mi era demasiado conocido, pues en una oportunidad se cogió a una exnovia mía, en ese tiempo no importaba mucho pués yo sabía que era insaciable y cogía con quién tuviera el pene duro.

Llegamos día domingo y Gustavo me dijo, que los domingos en el parque de la ciudad había concierto, y que la gente se reunía para caminar dandole círculos al parque, ya sea en la pista pequeña o en la grande, las dos pistas las dividía un jardin, o bien se sentaban en las bancas a charlar. Me comentó que el tenia una novia de su edad de nombre Lesbia, y que estaban para casarse, me dijo que en unos seis meses, pués la madre de la novia los había pillado cogiendo, me comento que Lesbia tenía una prima de nombre Clarissa de 16 años, que vivía en la casa de Lesbia ya que estudiaba en Jutiapa, pero que era de un Municipio llamado Monjas, pero del depto, de Jalapa, colindante con Jutiapa, Gustavo llamó por teléfono y llegamos por ellas como a las siete de la noche, para irnos al parque. Lesbia como de 1.70 mts. de pelo negro liso le llegaba a media espalda, ojo café oscuro, tez blanca muy atractiva, pechos medianos, cintura delgada, con unos pantalones de mesclilla, ajustados a su cuerpo, por lo que se apreciaban unas piernas largas y rollizas, su culo redondo parado, muy parado, era un señor culo. Clarissa, de pelo castaño, colocho , no mucho, pero muy suave se le veía precioso, su rostro blanco, sus ojos grandes café claro, de pestañas enormes, su carita de niña, pero si muy hermosa, y su boca carnosa, y de sonrisa agradable, es decir muy dulce, pechos un poco más grande que los de su prima y caderas provocativas, las movía agradablemente al caminar, culo redonde y muy paradito, tenía una falda un poquito arriba de la rodilla, y sus pantorrillas hermosas, resaltadas por sus zapatos de tacón mediano. Era obvio que a las dos yo les gustaba, sus miradas eran constantes, y cuando yo las veía fijamente a los ojos, esquivaban mi mirada y Clarissa se sonrojaba, dimos un par de vueltas, y fuimos a tomar un refresco. Gustavo tomó la iniciativa y dijo que fuéramos a otro lado donde pudieramos conversar sin tanta bulla. Fuimos cerca de la casa de Lesbia, ellos se sentaron como 25 mts. de nosotros, el asunto es que como diez minutos después yo estaba besando a Clarissa, con el transcurrir de los minutos, yo ya le había chupeteado sus pechos y sus pezones, eran pequeñitos, pero si la hice gemir de placer, Lesbia habló de donde estaban, ya era las 9:30 de la noche, hora de regresar a casa.

Al día siguiente, fuí a traer al mediodía a Clarissa a su lugar de estudio, y quedamos de vernos en la noche, fuí solo porque Gustavo había viajado para arreglar algo de la universidad y llegaba hasta el día siguiente. Fuí a casa de Lesbia para salir los tres, y Lesbia nos dijo voy a la casa de una amiga, ustedes vayan a la vuelta a platicar y en hora y media nos reunimos aquí. Clarissa me llevó a un lugar donde antes funcionó un beneficio de arroz, y ahora era utilizado como bodega, propiedad del papá de Lesbia, claro estuvimos sentados en el lado de afuera, había una terraza o tarima de concreto, que tenía en cada extremo una bajada inclinada siempre de concreto para subir y bajar los montacargas,(rampas) separadas por unos diez metros entre si, donde los cabezales, ponían los contenedores, o las plataformas para carga y descarga, y al lado fuera de las bajadas habían tres gradas como de un metro de distancia entre ellas. sobre estás gradas nos sentamos, al cabo de un rato yo ya le había quitado el sostén, dándome gusto con esos pechos vírgenes, pues antes no se los habían chupado, más atrevido cada vez, me saqué la polla y la coloqué entre sus senos, a frotarselos, ella estaba ya super excitada, ya sus pechos los tenía completamente húmedos con mis liquidos, se le acerqué a los labios y le dije que la chupara, se negó me imagino que le dió asco, la tomé por las cintura, y la subí para sentarla sobre la terima de concreto, mi boca quedaba exactamente en su entre pierna, besé sus rodillas, subí a sus piernas, ella se abrió, y llegué el borde de sus bragas, con mis dedos por encima empezé a frotar su vagina, estaba húmeda, ella se inclinó hacia atrás apoyandose sobre las palmas de sus manos, yo corrí hacia un lado sus bragas, y empezé a meter mi lengua por toda su raja, sentía sus líquidos correr por mis labios, subí a su clítoris, era pequeñito, pero muy pequeño, mi lengua solo sentía como una ronchita dura, al cabo de unos cinco minutos, se inclinó sobre mí, me tomo de la cabeza, me empujó hacia su vagina, yo aceleré los movimientos de mi lengua, y se vino en un dulce quejido.ah. con mi pañuelo seque su rajita, y parte sus muslos mojados,y sus senos, la bajé de la tarima, y se sentó sobre una de las gradas la de enmedio, su boca quedaba en mi pene, como la tenía de fuera, la tomó con sus dos manos desde el nacimiento del tronco, con sus manos juntas aún quedaban sin abarcar incluyendo la cabeza dos pulgadas y algo, se las metió en la boca y empezó chuparmela, en poco tiempo me vine en su boca, ella al sentir el chorro se la sacó, cayendole en las mejillas y parte del pelo, sequé su rostro, y nos fuimos a reunir con lesbia, como nos habíamos tardado menos esperamos un rato a Lesbia, y fué ´cuando Clarissa me dijo que ella tenía novio, era mayor que ella de 25 años, pero nunca habían llegado a algo tan íntimo como nosotros, que ese noviazgo era algo arreglado entre su abuela y la familiadel novio(Clarissa no tenía padres), que posiblemente su abuela ya algo entrada en años pensaba en el futuro de ella, dado que la familia del novio era pudiente en la región y no iba a pasar muchas penas. Cuando llegó Lesbia se sonrió y dijo : que rápido platicaron, y alargó la mano para retirar parte del semen que había quedado en el pelo de Clarissa, metiendose el dedo con semen en la boca, y chupandoselo dice está sabroso.

El día martes y miercoles, hicimos exactamente lo mismo del día lunes, el jueves fué más atrevido, ahora fué a la inversa, ella hizo que me corriera en su boca, y luego yo oralmente la hice correrse, solo que ahora aguantando a no gemir fuerte, pues al otro extremo de la rampa estaba Gustavo y Lesbia, ( la unica bombilla que estaba al medio de la rampa,por la tarde yo fuí a quitarla, para la oscuridad total). Si bién yo me había corrido en su boca, al tener ella su orgasmo mi pene estaba erecto y empezé a frotarselo a todo lo largo de su raja desde su ano hasta el clítoris, cuando llegaba a la entrada de su vagina, entraba la mitad de la cabeza y ella se´corría hacia un lado al sentir la presión y me decía que le dolía, me sente en la grada y ella sobre mi culiando y frotando su vagina a mi polla, en un momento ella se volvió a venir y yo se la coloqué en la boca, inundándola de semen.

El viernes por la noche, Gustavo no podía ir, tenía que acompañar a su abuelo a una reunión, y tenía que llevarlo,(Don andrés usaba silla de ruedas), por lo tanto Lesbia salió con nosotros, y ella se fué donde la amiga y nosotros fuimos a la bodega, en esa oportunidad, en un 69 nos fuimos los dos, pero yo quería penetrarla, ella no se dejó y en la frición de genitales, con la humedad yo le hacía círculos con mi dedo, al rededor de la entrada de su ano, ella sentía las cosquillas, y no me dijo nada cuando le metí el primer dedo, luego el segundo, al tercer dedo me dijo que le dolía que no los metiera tan profundo, cuando sentí dilatado su ano. la paré y la puse de espaldas, inclinada sobre la tarima y empezé a rozarle su raja, haciendo hincapié en su clitoris, luego llevé mi pene a su ano y le metí la cabeza, pujó un poco, empujé y le metí como dos pulgadas, apreto su ano, y me pidió que más despacio, salía y entraba, poco a poco estaba completito en su ano, y mis dedos juguetando con su clitoris, mi pene entraba y salía ya facilmente, ella me dijo que ya sentía molestias en el ano, que le dolía, pero quería sentir mi semen adentro que iba a aguantar un poco más, pero que me apresurara, al cabo de unos instantes eyaculé, saqué mi polla, y oralmente la hice venirse. Ella sabía que el domingo por la tarde, después de almuerzo yo regresaba, se notaba triste y llorando me dijo que estaba enamorada de mi, que lamentablemente no podía entregarme su virginad, aunque lo deseaba mas que nada, pero era lo único que podía entregarle a su futuro marido, porque después de conocerme no podía darle amor, razon por la cual dejó que la penetrara por atrás para sentir parte de mi cuerpo adentro de su cuerpo.

Esa noche platicamos, que como era mi despedida el sábado fuéramos a un lugar, fuera de la ciudad, y fuimos a un balneario muy bonito, como era lógico Gustavo y Lesbia, se fueron a caminar entre los árboles, buscando un lugar íntimo para gozar del sexo, según Clarissa, Lesbia era virgen. Nosotros fuimos por otro lado, solo nos amaríamos como los dias anteriores, ella me aclaró que no habría penetración anal, era muy grande y muy grueaa, que había sangrado y que el dolor y ardor le era insoportable, estabamos tratando de llegar al orgasmo oral y por ratos friccionando mi pene en su vagina, estábamos perfectamente ocultos en una arboleda y los matorrales nos cubrían, muy bién estabamos recostados sobre una manta y unas almohadas, oímos pasos y luego la voz de Gustavo y Lesbia que pasaron a escasos metros de nosotros, para quedarse a nuestra vista, ellos cubiertos por la maleza, donde nadie los pudiera ver exepto nosotros, que con solo hacer un lado parte de un arbusto los podíamos ver perfectamente, a unos veinticinco metros de distancia, nosotros estabamos completamente desnudos, ellos empezaron a desnudarse, y luego del protocolo anterior al sexo. Lesbia se recostó sobre la manta, desnuda, era un cuerpo perfecto, y gustavo empezó a cogerla, Clarissa no quería perderse detalle de la escena, acostada de lado con la espalda en mi pecho, , colocó mi polla en el canal de la vagina y empezó a moverse a modo que mi pene recorriera del ano al clitoris, de ver como Gustavo embestía a su prima se mojó más de lo que estaba, mi pene estaba en la entrada de su vagina, metí la mitad de la cabeza, que era lo que cabía para llegar a su himen, empujé ella gimió un poco pero no se quitó, empujé más fuerte, y sentí como la cabeza se abrió paso en su canal estrechísimo, ella ahogó el grito en su garganta, y me dice eso si dolió, salí y volví a entrar ahora como unas tres pulgadas, sentí lo caliente y estrecho, salí y volví a meter la misma cantidad, ella bruscamente se quitó y me dice, lo siento no aguanto más, en sus muslos corrían unos hilitos de sangre, mi cabeza y lo que había entrado estaban mojados de sus liquidos y su sangre. Las lagrimas le corrían por las mejías,y me dice me desfloraste y que lastima no tenerte todo adentro, pero no aguanto más, nos vestimos, esperamos que Lesbia y Gustavo se fueran, empezamos a caminar y las piernas le temblaban, estaba pálida, y me dijo sentémonos un ratito, siento como que si me fuera a desmayar, en unos minutos reaccionó y me dice que como yo no había eyaculado trataría de hacerlo con la boca, y así logré correrme. Luego seguiré con este relsto, por tiempo y espacio.
Datos del Relato
  • Categoría: Primera Vez
  • Media: 6.32
  • Votos: 41
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