Un día me mandó mi madre al supermercado. Hacía calor y me puse un top y una falda muy corta ajustada.A la hora de pagar el cajero, que no tendría más de 19 años no paraba de mirarme.Sus ojos se fijaban en mis labios y poco a poco bajaban por mis tetas, mi cuerpo..y se paró en mi culo subiendo de nuevo la vista.Me dio el ticket en el que, antes de darmelo, habia escrito una cosa. Me guiñó el ojo y yo miré lo que puso por detrás mientras me disponía a salir del establecimiento."si kieres sentir lo que nunca has sentido, ven dentro de dos horas y pasa, que hoy cierro yo".
Fui a mi casa, dejé las bolsas y me dispuse a darme una ducha. No sabía que hacer, la verdad es que el cajero estaba mazo cañón. Ténía una mirada penetrante.. Era moreno, ojos verdes y era muy joven. Pero no sabía que hacer, pues no le conocía.
Tras pensar un buen rato, me vestí como nunca: un vestido blanco sin mangas y lo suficientemente corto para que se me vean mis braguitas casi al andar. No me puse sujetador, con lo que los pezones se me notaban cada vez más que me iba acercando al supermercado..
A las ocho y media de la tarde estaba en la puerta y el cierre estaba a medio echar.
Pasé sin dudar ni un instante y allí estaba el cajero contando su dinero sin darse cuenta de que yo estaba allí.
Despacio entré hasta su silla y por detrás, empecé a chuparle el lóbulo de la oreja.
Él se sobresaltó, miró acia atrás y puso bruscamente su mano en mi trasero.
A mí eso me excitó mucho y le giré la silla de manera que ahora nuestros rostros estaban frente a frente.
Él sentado aun en la silla y yo depie mirándole fijamente, me dispuse a besarle cuando al instante me soltó, se lebantó y cerró el cierre.
Me llevó al almacén, allí había cajas de productos muy variados y una mesa a lo lejos.
Me agarró con fuerza, yo ya podía sentir lo que pasaba dentro de su pantalón con solo ver sus miradas y sus sudores...
Y yo tampoco estaba muy fría y seca que se diga.
El no esperó más, me cogió, me apretó contra el, y fue entonces cuando pude sentir su gran bulto en mi pierna, escondido todavía dentro de su pantalón.
Me besaba con lujuria, con ganas de poseer mi cuerpo, pero yo no le dejaba... .-"no, aun no..."- le dije.
En aquel instante le aprete bien sus cojones, le bajé el pantalón y deje en libertad aquella fiera hambrienta que escondía. Estaba erecta, firme.. y eso me puso aun más cachonda...
Le senté en la mesa y empecé a chupársela, pude oir como iba gimiendo asta que llegó a tal punto que eran gritos..
.- "Mas, chúpamela"- gritaba él.
Y yo obediente de sus ordenes se la chupaba más y más hasta que una sustancia blanquecina salió e inundó toda mi boca...
Me la tragué, pude sentir como el calor de su lefa recorria mi interior.
Seguimos besandonos, pero yo tambien queria disfrutar.. Fue entoncees cuando le dije que me hiciera sentir lo que nunca había sentido.
Yo no era virgen, y ya sabia algo del tema.
Me tumbé en la mesa y abrí las piernas, le cogí fuertemente del cuello y le dije: -"venga cabrón, a ver lo que sabes hacer"-.
Se dispuso a chuparme desde mis labios hasta la punta de los dedos de mis pies, recorriendo cada rincón de mi cuerpo y sentí, como mi coño estaba humedo.
Al subir su lengua recorriendo de nuevo el camino, se paró en mi rajita...
mmmm... Fue entonces cuando chupándo mi clítoris llegue al primer orgasmo.
Le cogí fuertemente y de un tumbo le puse en la mesa, esta vez yo iba a manejar el terreno.
Él tumbado, mirandome con esa mirada que me ponía más cachonda aun, y yo sentada encima de él; le agarré la polla fuertemente y me la metí mientras me sentaba...
Saltaba y saltaba encima de él,su verga era grande y creo que alcanzó más de lo que otras habían alcanzado dentro de mi.
POco a poco llegaba al orgasmo, él me tocaba los pechos, me los chupaba, me los mordía... los juntaba, los separaba...
Yo no le podía hacer más empleaba todas mis fuerzas en saltar, en cabalgarle.
Al poco tiempo, los dos llegamos la orgasmos a la vez, fue fantástico corrernos juntos y mezclar nuestros jugos... Yo seguía, pero el gritaba - "no puedo más"-. Pero yo quería más... más... - "venga, ya casi llega otro.. aguanta"- le decía.
Él clavaba sus uñas en la mesa, yo en su espalda.. El sonido que ofrecía nuestros jugos mientras yo le cabalgaba era espectacular...
Me corrí y él también...
No podíamos más, estábamos agotados...
Nos vestimos, estabamos sudorosos, despeinados, temblorosos...
Yo esperé a que cerrara y me llevó a mi casa en moto.
Me bajé, le besé y me dijo - "Me llamo Marcos, cuando quieras quedamos"-.
Le di mi número del móvil, y sin decirle ni una palabra, me metí en el portal.
LLegué a mi casa y me di una ducha bien fría.
Al rato, recibí un montón de mensajes suyos, no me daba tiempo a contestarlos cuando ya tenía otro.
Ya llevamos tres meses seguidos haciendolo cada vez que él cierra el supermercado, ya no me importa hacerle la compra a mi madre.. Cada vez que lo hacemos descubrimos cosas nuevas y son más placenteros, os lo aconsejo: ESTRENAROS PRONTO
Y hola , como estas yo muy bien y me encanto ,me gusto un monton de enserio y ojala que me lo mandes a mi coreo que esta ariba , con este cuento que me parese muy real me ise una muy buena paja me encanto y ojal agas mas no tiene muchos tires y aflojes es buena la istoria no te aburre como las otra istoria es sensillo y rapido no das tantas bueltas es por eso que me guata y me parese que es rapido pero muy rendidor me encato y te doy un 12 sobre 10 que es muy bueno me encanto y si me queres escribir o ir a mi cuento que es sueño entre realidad y ficcion que lo escribi yo ,desde ya muchas grasias y ojala los otro lectores te lelan porque me gusta tu manera de escribir sisera y rapida y sin bueltas y desde ya muchas grasias.