Tuvimos un buen sexo Melisa y yo, mientras estoy vistiéndome ella todavía con el atuendo de ejecutiva universitaria con sus botas puestas, muriéndose hasta congelándose completamente se acuesta abrigándose, me cuenta qué hace una semana tuvo a unos clientes chombos con unas pingas qué la pedían hasta pagaban hartas sumas de dinero por ella; Melisa gustosa tiene sexo y los tiene arrechos a estos chombos en qué la tienen cómo la tienen plena y excitada en persona cómo en vivo y a todo color me entere por ella qué acostumbran qué con una enajenación y incitados además emocionados especialmente ardientes con esa maquinaría sexual que al coger le parten el culo de son a son cómo de tiro a tiro y qué la dejan toda molida y muriéndose del dolor pero satisfechas por estos chombos de grandiosa y peligrosa pinga qué cuándo se meten y quieren a una prostituta colombiana cómo yo con todo mi calibre ay padre tengo que cuidarme y armarme con todo y aguantarme hasta resistirme aunque derrame lagrimas y me dejen por varios días en la cama curándome y aliviándome dejan bastante dinero al final no tengo queja alguna pero son muy rudos especialmente animales, bestias asimismo deseados cómo deleitados inclusive buenísimos, sabrosísimos y riquísimos esas vergas qué me tienen arrecha y que no les puedo parar bola que solo de verlos y sentarme con ellos afuera frente al escenario les traigo locos y placenteros por este cuerpazo que tengo actualmente qué los conquista hasta seduce igualmente cautiva finalizo cargada de toda la pasión sexual de sus fantasías eróticas, lujuriosas y pervertidas para todos ellos, al despedirme acompañándome por el pasillo hacia afuera donde está el escenario al despedirme de mi chica Melisa.