Estaba por salir de bachiller, y estaba estudiando el temario, el cual sería el último exámen oral y escrito, por lo cual nos dieron un tiempo prudencial para estudiarlo. Como no ibamos al colegio y en la casa no había nadie por las mañanas estudiaba encerrado en el estudio de mi madre. Almorzaba y luego de un pequeño descanso me iba a estudiar al parque cercano, en el cual entre semana era silencioso y fresco por la arboleda del mismo, y recostado sobre el cesped se me iban las horas leyendo hasta el oscurecer. Cerca de mi casa y camino al parque vivían unas chicas vecinas entre sí, de entre trece y catorce años, Gilma que era delgada morena clara, de ojos café grandes y expresivos de facciones muy bonitas, y Alma que era blanca de ojos marrón, tambien delgada, y ya despuntaban unos cuerpecitos hermosos. Siempre que pasaba entre 2 y 2 media de la tarde, me silbaban, o me llamaban por mi nombre y se escondían. Intrigadas por saber a donde iba siempre a la misma hora me siguieron y se enteraron que iba a estudiar. Ellas decidieron también ir a estudiar al parque, y de lejos la veía pero a lo que menos iban era a leer sus copias. Una tarde estaba concentrado en la lectura que no me percaté a que hora llegaron hasta mí, y cuando levante la vista estaban enfrente de mi. Gimla llevaba una falda cortita de lona azul, sandalias y una playera de color claro. Alma tenía un short y una t-shirt y también calzaba Sandalias, me saludaron con un hola y me preguntaron si podían platicar un ratito conmigo. Era la primera vez que hablaba con ellas, y en seguida me dice Gilma que era la más aventada de las dos, "Fíjate que nosotros no hemos tenido novio y nunca nos han besado y con Alma hemos decidido hablar contigo, ya que eres guapo y nos gustas a ambas y queremos que nos enseñes a besar, me tomaron por sorpresa y es seguro que me ruborizé y ellas no paraban de reirse, pero como eran muy atractivas y el morbo de encaminar a dos chicas pudo más y nos adentrmos a los jardines de la arboleda y tomé de la mano a Gilma hacia mi y empezé a besarla, chupando sus labios carnocitos y metiendole la lengua, luego ella a mí la sentí nerviosa y su cuerpecito temblaba, pero golosa con mi lengua y labios, luego lo mismo con Alma y así estuvimos como media hora, luego les dije que tenía que seguir estudiando y se marcharon, me dejaron muy inquieto pues a decir verdad me gustó la experiencia y ya tenía la pija parada. Durante una semana siguieron llegando pero ya después de las cinco de la tarde y nos íbamos los tres juntos ya oscuro. Ya lo otra semana las caricias aumentaron, ya les besaba el cuello y les tocaba sus pechos por encima de las blusas y les gustaba, más cuando les apretaba con mis dedos sus pezoncitos, y llegó el día que ya les chupaba sus tetitas, y se acostaban en la grama y chupaba a una y a otra, luego ya les masajeaba su panochitas de escasos vellos Gilna y un poco más abundantes los de Alma. Llegó el primer día del exámen, esa tarde no llegué al parque, el día siguiente tuve el último exámen y cuando iba a casa encontré a Gilma, y quedamos que a las tres nos veríamos en el parque. La pasabamos bién en realidad, esa tarde Gilma me dijo que yo ya les había tocado y visto sus vaginas pero que ellas también deseaban tocarme a mi, cuando me bajé el pantalón a las rodillas y me recosté sobre el cesped, abrieron los ojos con sorpresa de ver tremenda verga parada, y empezaron a tocarlo y a apretarmelo, empezó a salir líquido y ellas curiosas empezaron a tocarlo, y le dice Alma, mira no son orines es como ligoso, y luego les dije que lo probaran chupando el glande, se vieron entre sí y vi sus caritas como mostrando repugnancia, abrí de piernas a Alma que estaba más cerca y empezéa lamer sus muslos, al sentir cosquillas se abrió más y separando su tanguita un poco quedó a mi vista su panochita peludita abrí sus labios y empezé a deslizar mi lengua hasta llegar a su clítoris que era grandecito, se sobresaltó y se arqueo, empezando a gemir de placer, movía sus caderitas em circulos y exclamaba lo maravilloso que sentía,apretaba sus muslos y seguía gimiendo, mis lengua dura masajeaba su clítoris, hasta que se revolvió y gimió fuerte y suspiro profundo y un ah prolomgado salio de su boca al sentir su orgasmo. Luego le pedí a Gilma que se sentara sobre mi boca y le quité la ropa interior y empezé a lamerla y a chuparla, el placer que sentía era inmenso, gemía y suspirba, y Alma en recompensa de lo que había gozado instintivamente estaba chupando mi pene, Gilma estaba super caliente y sentí sus liquidos brotar de su vagina, lloriqueaba de placer y se corrió gritamdo de gusto, se bajó a mi pene y las dos lamian, hasta hacerme correr, a quién le cayó el primer chorro fué a Alma inundandole la boca y le corría por la comisura de los labios el semen, Gilma se lo metió a la boca para recibir el resto, y luego me dejaron limpio a lenguetazos. Los próximos días y casi a diario se repitió la misma escena.
Una de esas tardes, ya super calientes los tres, Gilma dijo que deseaba tener adentro la pija, yo no me atrevía por temor a consecuencias pero dada la insistencia de ella y el grado de excitación mía, y después de que las dos me la chuparon se acostó en la grama Gilma con sus piernas abiertas, ofreciendome su panochita hermosa, tenía los labios rojos e hinchados de caliente, acerqué la punta a su entrda y empezé a meterle parte de la pija, se la metía y sacaba, con mis liquidos más lo de ella estaba lubricada, le eché suficiente saliva y la arremetí con fuerza, su himen de destrozó y me fuí al fondo, ahogó su grito en mi pecho y sollozó, cerró sus piernas y me dijo, sácalo no aguanto más, sentía el pulso de su cuerpo en su vagina estrecha y caliente, le entré como dos o tres veces más saliendo del todo y volviendo a entrar, volvió a suplicarme que no siguiera, que me lo haría con la boca pero que la sacara, saqué mi pene manchado de sangre, Alma temblaba de miedo de ver sangrando la panocha de Gilma, a quién las lagrimas le rodaban por sus mejillas, empezé a pajearme para eyacular, alma me tomó la pija entre sus manos y así con sangre empezó a chuparme hasta sacarme la leche. Nos fuimos los tres caminando en silencio, a Gilma le tenblaban las piernas, al despedirnos, me dice Gilma: Mañana no voy a venir si quieren vengan ustedes, yo les aviso cuando vuelvo. Alma no dijo nada y el día siguiente tampoco llegó. Cuatro días después estaba leyendo una revista en el parque cuando las vi llegar, luego Gilma me hizo el comentario que habló sobre sexo con una señora como pidiendole información sobre la primera vez y las relaciones sucesivas, y que estaba dispuesta a seguir hasta sentir el placer del orgasmo con un pene adentro. Hicimos la rutina de siempre y llegó el momento de la penetración, llevaba una crema entre las dos me llenaron de crema y lentamente la fuí penetrando, sintió un poco de ardor pero no se quejó mucho, se la metí toda, y suave entraba y salía, su vagina se fué lubricando aún más y con facilidad la arremetía, empezó a sentir placer y a moverse a mi compás, yo me corrí primero, sacando la pija y dándole la leche en la boca a Alma, la verga seguía dura, y se la volví a meter a Gilma que ansiosa me la pedía de nuevo, la coloqué después encima de mí y empezó a cabalgarme metiendosela y sacandola despacio, arqueo su cuerpo y se vino en un delicioso orgasmo, chupandome las dos me volví a correr en sus bocas. Dos ó tres veces más cogimos con Gilma, su placer era evidente y cada vez quería más, pero Alma no se animaba a ser penetrada. Una mañana al salir de casa estaba Alma cerca, cuando me vió se acercó y me pregunto que si madre iba a demorarse pues la había visto salir, y le comenté que regresaría por la noche y al indagar por su pregunta, me dijo que había decidido acostarse conmigo, pero que fuera como la segunda vez que penetré a Gilma , porque se dió cuenta que en la desvirgada había sido un brusco.
Entramos a casa y fué un prólogo de caricias bastante tardado, creo que tuvimos dos orgasmos cada uno en forma oral, estábamos excitados los dos, desnudé su cuerpo hermoso y con todo el cariño del mundo la preparé, le puse suficiente gel lubricanrte en su vagina, y generosamente me apliqué en la pija a lo largo de los 22 cms. y le coloqué la punta en la entrada, suavemente se fué deslizando, llegué a su himen, apreté un poco, sentí la resistencia, le pregunté si le dolía, me respondió que no importaba que entrara, que me deseaba completo adentro, con toda la paciencia del mundo rompí su membranita y desapacito me fuí a la mitad, gimió un poco quejandose,la besé con pasión, ella metió su lengua en mi boca y yo terminé de penetrarla, nos quedamos quietos unos minutos mientras nos besábamos, luego empezé a bombearla lentamente, ella siguió su compás pausado, el placer la invadió, empezó con lujuria a moversey casi al mismo tiempo nos corrimos, estaba terminando de echar mi leche cuando ella terminó con su prolongado orgasmo. Empezaron a cuidarse con anticonceptivos y ya buscamos otro lugar para hacer el amor, pero después de ocho meses de coger juntos, me reclamaban que tenía preferemcias por una o por la otra, llegué a la determinación de hablar con las dos y decirles que todo se terminaba. pero al mismo tiempo por separado les dije que seguíamos pero que no se enterara la otra pero nada hay oculto y al fín y al cabo se terminó la relación con las dulce y calientes chiquillas.
Amigo tienes bastante paja y verborrea para las nenas además de una pita y porte de galanaso Rodolfo Valentino. Tiraterales y levanta telas hasta goza telas en fin entrega telas y dale lo que tanto te piden por ti y solo por ti....