"Probando un club de swingers por primera vez"

Aquella noche fue el principio de nuestras aventuras, sin saberlo me abriste un mundo que no me había imaginado. 

Me pediste que llevara puesto el set de braguitas rojas con encaje, y como me ponía hacerte caso, pues no lo dudé ni un momento.

Cenamos en Cambrils, marisco para ayudar la libido y vinito blanco (quizás lo segundo ayudaba mas) y para continuar la noche me llevaste a una discoteca en Salou, al entrar nos dieron una llave y no entendí la razón. 

Entramos y era un pasillo largo, bajamos unas escalinatas y entramos a un cuarto de taquillas. Abrimos, y encontramos un par de toallas, cholas para los pies y dos pareos semitransparentes con dibujos tropicales. 

El siguiente paso era despojarnos de la ropa. Pero no era una obligación, hice caso omiso. No sabia donde estaba y me sentía nerviosa sin saber que esperar. 

Subimos y llegamos a la barra, un pote de cristal lleno de condones de todos los colores y sabores... pedimos dos cubatas y observamos la sala de baile con un par de chicas vestidas con cuero, ligueros, y demás que animaban a la gente. Al fondo de la pista un pasillo con camas a ambos lados, con sus respectivas cortinas blancas. Risas y bailes, gente vestida, otros con albornoz, otros con pareos y los que no traían nada.

Apuré la bebida para ver si no me sentía tan extraña en un lugar asi, una pareja se nos acercó, ingenua de mí, no era para hablar, la mujer me dió un beso, sin mas... yo me ruboricé y excusé con dirección al lavabo, que por suerte Manuel me acompañó.

Me paró a medio camino, y me dijo que no teníamos que hacer nada que yo no quisiera, pero que intentase soltarme y pasarlo bien.

Él tenia experiencia en ese estilo de vida, puesto que me había contado sus experiencias anteriores, a mi la verdad no me daba mucha gracia y no conversamos sobre probarlo, por ende fue una sorpresa estar aquí.

 Yo estaba muy nerviosa y fuera de sitio, al mismo tiempo me sentía cachonda por la situación, por ello fuimos a dar un tour por el local. 

La primera habitación que entramos era un cine, proyectaba una peli porno vintage, un sofa yacía en la zona más alejado de la pantalla y camas (colchones) en el suelo. Estaba vacía.

La siguiente habitación era mas pequeña entramos y estaba totalmente oscura. Tanto como tener los ojos cerrados y no ver nada de nada, fue muy morboso estar alli parada sin saber donde estaba mi chico, sentir manos que tocaban mi cuerpo, mi culo, mis tetas, yo sentir la polla de otro en mis manos... que subidón...las respiraciones, el sonido de la cremallera bajando, el aliento en mi cuello, q me estrujen las tetas...me puso a mil!!

Pero salí medio escapada con dificultad porque no sabia donde estaba mi chico, y estaba siendo manoseada y cada vez iba a más y no tenia esa sensación de control, como pude llegué a la puerta y vi a mi chico afuera esperando con una sonrisa picara el muy cabrón..

Medio me acomodé y hablamos un rato y nos quedamos viendo salir a la gente, y algunos tenían una pinta terrible, me dió asco y un tanto sucia. Aprendi la lección, mejor no ver, para que a uno, no le de el bajón.

Salimos a la terraza que habia ambiente de reggae otro bar y un par de jacuzzis llenos, volvimos adentro y al bar, a pedir unas copitas extras, me solté el pelo y me puse a bailar en la pista, contoneando mi cuerpo para el, mientras me miraba de lejos en la barra. 

Un chico se puso a bailar conmigo, pero lo separé, no era mi intención darle alas a otro que no fuera mi pareja, pero no pilló los gestos,  mi pareja llegó al rescate y me siguió el juego de baile.  La verdad que hacíamos una pareja muy dispareja, no por la edad, que era 17 años mayor, pero por la estatura. El media 1,65 y yo mido 1,80 (y no voy del todo plana) entonces era cómico, lo que faltaba de altura lo tenia guardado en su paquete.

Me estiró del brazo y nos fuimos riendo y besando hasta que entramos en una habitación de espejos y colchonetas, un montón de parejas teniendo relaciones y me daba hasta pena mirar (si ya se, que recatada) pero supongo que no estaba en mi salsa.

Nos desnudamos y acostamos, comenzaron  los besos, yo intenté en enfocarme solo en nosotros, en sus besos tibios en mi boca, esos labios que me derretian, su lengua juguetona que acariciaba mis labios, sus dientes que apretaban y mordían el labio inferior, ya entrando en calor y con deseo de sentirlo, pasó a segundo plano cuando una pareja se acercó y nos tocó, el me metió mano en el pecho, y la pareja de este comenzó a chuparle la polla a mi chico, el estaba con una sonrisa de oreja a oreja, disfrutando mientras agarraba entre sus manos esos pechos, el hombre me sacó su polla (que no llegaba a la mitad de Manuel ni por asomo) y con delicadeza le dije que yo no estaba abierta a este juego de intercambio, el hombre insistió y me acariciaba pero la verdad es que todo el royo se me había cortado y ya no disfrutaba, mi pareja en cambio siguio y la puso a ella en cuatro para embestirla, el hombre se puso frente a su mujer para ser pajeado por ella, pero no estaba por la labor, su único foco era disfrutar de la follada que 22 cms y ancha le estaban metiendo (sin contar la resistencia) que Manuel tenia.

Su cara era de vicio, de sentirse llena y la zorra disfrutaba de mi chico como yo hubiese tenido que hacerlo, unos minutos mas, el se corrio en ella. 

Nos vestimos y terminamos la noche. No fue una noche muy placentera para mi, descubrí que me gusta jugar mas de tu a tu, quizás un tercero, pero pre-aprobado no al tun tun, me excita que me observen y viceversa. Puedo ser la mas guarra, zorra, sucia pero no me gusta compartir... y no soy tan vainilla, otras cosillas mas fuerte me gustan, a pesar que aun no las he contado por aquí!

¿Alguna vez has estado en una casa de intercambios, swinger club?

¿Qué es lo que más te gustó?