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Cuando me salí de ella, solo se dio la vuelta y me limpio la polla, y cuando la dejo limpia, se levantó se recompuso la ropa y me dijo que si necesitaba algo más de su puta,
Yo simplemente la bese y le dije que no que se fuera con el cornudo y que tuviese buen viaje.
El resto de ese día lo pase descansando, no hice nada fuera de lo normal, solo enviarle algún que otro mensaje a Ana, más que nada para ver lo que tardaba en contestar, y siempre contesto al segundo, diciéndome siempre que me echaba de menos que estaba deseando que llegara el viernes para volver a estar con su Señor. La verdad es que se estaba convirtiendo en mi favorita, y estaba pensando en poseerla totalmente y al cornudo también, aunque nunca lo había hecho, pero algún día seria la primera vez.
El jueves por la mañana me levante temprano, y lo primero que hice fue llamar a Yolanda, para ver como había pasado el miércoles, y según me dijo, se había arreglado tal y como le indique, y que salio con su amiga Inma a tomar algo pero que solo estaba pendiente del teléfono y que sintió mucho que no sonara, yo le dije que estaba cansado pero que se arreglara y que la esperaba a ella en mi casa en una hora, que necesitaba una perra para desahogarme, solo se limito a decir “no tardo mi Señor”, colgué y me volví a tumbar en la cama a esperar su llegada.
A la hora más o menos sonó el portero, así que me levante y comprobé que era ella, le abrí la puerta de abajo y también arriba y me volví a la cama, ella al encontrarse la puerta abierta, entro y fue directamente a mi habitación, y para ser las once de la mañana venia como hacia tiempo que no la veía, zapatos de tacón, medias negras, falda por encima de la rodillas de vuelo, y una blusa de botones, y un maquillaje sin exagerar, pero llamativo, la verdad que nada más que verla se me puso muy tiesa, y se lo dije, que era la primera vez que la veía guapa, y que había acertado, ella solo se limito a decir que eso era lo que deseaba, deseaba agradarme, que desde el otro día no se le iba de la cabeza mi persona, que solo pensaba en como agradarme y que no lo entendía, pero que era así, yo solo me limite a decirle que si pensaba en mí es porque me pertenecía, porque su mente era mía, al igual que su cuerpo, pero que también pertenecía a su cuñada, siempre que no estuviese yo o no le hubiese indicado otra cosa. Me miro como suplicando que no hiciera eso, pero no se atrevió a decir nada, solo a agachar la cabeza y decir “Si mi Señor”.
Retire la ropa de la cama y le dije que se subiera y me la chupara que iba a reventar, ella se subió con ganas y empezó a chuparmela, yo la tenia a punto, me había excitado la conversación y la pinta de puta, así que mientras chupaba le metí la mano en el coño y no llevaba bragas la zorra, y no aguantando más la quite de mi polla, la tumbe en la cama y subiéndole la falda le metí la polla en un coño que ya estaba mojadísimo, y mirándola a la cara le recordaba que era mi puta, mi guarra, y que la usaría tantas veces como me diera la gana, a la vez que le mordía las tetas a través de la camisa, y le pellizcaba los pezones y le escupía en la boca para que se tragase mi saliva, ella solo gemía y cada vez más fuerte, hasta que no podía más y me pidió permiso para correrse, el cual le di, pues yo también me iba a correr, pero no me quería correr en su coño, así que me salí la puse a cuatro patas y aprovechando que estaba chillando mientras se corría, se la metí en el culo de golpe aunque no costo trabajo ya que tenia la polla muy mojada y su culo de los jugos de su coño también estaba mojado, y tras dos o tres embestidas me corrí dentro de su culo.
Le dije que me preparase algo de desayunar que yo iba a ducharme y que se quedara solo con los zapatos y las medias, y que no se limpiase, quería ver mi leche resbalando por su culo y sus piernas, ella se limito a sonreír e irse a la cocina a prepararme el desayuno.
Cuando salí de la ducha llame a Ana, la muy zorra tenia el teléfono en la mano, pues al primer toque lo cogio, le pregunte que como le iba por Sevilla, y me dijo que bien, que echándome mucho de menos, que la había convertido en una puta, pero que jamás había sido tan feliz y había disfrutado tanto, que anoche el cornudo quería follar y ella le dijo que no le apetecía, y que ya hablarían cuando llegasen a granada, a mi eso no me gusto, pues eso no es lo que yo quería, primero quería convertirlo en un cornudo sumiso, y así se lo hice saber, que yo decidiría como y cuando seria, ella solo se limito a pedirme disculpas y a decirme que esperaría instrucciones, pero que con solo decírselo estuvo a punto de correrse y si no lo hizo fue porque yo se lo había ordenado. Me dijo también que ella se volvía en el autobús y que a las nueve llegaría a Granada, mientras que el cornudo se quedaría hasta mediodía, así que estaría pronto en mi casa, me despedí de ella y me fui al salón a desayunar.
Yolanda a pesar de ser poca cosa estaba muy bien con sus tacones y sus largas piernas enfundadas en unas medias negras, me senté a desayunar y le dije que mientras me la chupara, pero que no me quería correr, solo la quería tener tiesa, y que si lo hacia bien le recompensaría, y si algo le gusta a esta zorra es chupar pollas, termine el desayuno y la hice levantarse y cogiendola del pelo la tumbe en la mesa y empecé a comerle el coño, aunque no fue necesario por mucho tiempo ya que la muy puta estaba tan caliente que se empezó a correr como una perra. Cuando termine le dije que me limpiase la boca de sus jugos y que ya se podía ir, pero que hoy pasaría conmigo la noche, que luego le enviaría un mensaje con la hora a la que debía de presentarse.
Nada más irse yo me volví a meter en la cama, y me quede descansando hasta la tarde, ni me levante a comer, y a primera hora de la tarde me levante, pique algo y me fui a la calle, no sin antes mandar un mensaje a Ana recordándole lo puta que era o mejor dicho que era MI PUTA, a lo que contesto al instante diciéndome que si, y que seria todo lo puta que yo quisiese. Al rato le envié otro a Yolanda quedando con ella a las nueve de la noche en una plaza muy céntrica de Granada, y que no llegase tarde, como a los dos minutos recibí una respuesta diciendo que allí estaría, pero que si no me importaba que fuese con su amiga, que no sabia como darle esquinazo. Mi respuesta fue que me daba igual, que hiciese lo que le viniese en gana pero que ella estuviese a la hora indicada por mí.
A las nueve en punto estaba yo en la plaza, y a pesar de que estaba muy concurrida, no tarde en dar con Yolanda, o ella conmigo, pues fue ella la que se acerco a mí, y me fue a dar dos besos, pero yo la cogi del pelo y le comí la boca delante de su amiga Inma, cuando la solté, y vi la cara de su amiguita, era todo un poema, pues no se esperaba eso y menos conmigo. La cara de Yolanda también era de extrañeza, pues no se lo esperaba, la separe de mi y la mire de arriba abajo, llevaba la misma ropa que por la mañana. Ella solo dijo que como me gusto no se había cambiado, solo se había puesto un tanga, me limite a sonreír y asentir, dándole el visto bueno.
Mire a su amiga, que esta muy bien, bajita, 1.55, un buen culo, una tetas impresionantes, ojos verdes, y morena, además de unos labios, carnosos y jugosos, está, es tan puta o más que Yolanda, pero es de las que les gusta dirigir, y llevar la voz cantante, pues lo peor de una puta así es saber que esta buena, aunque a mi eso me gusta, pues la humillación seria mejor, y ya que estaba allí no iba a dejar pasar la ocasión de intentarlo, llevaba unos vaqueros, pegadísimos, y aunque no soy partidarios de los pantalones, la verdad es que a ella le quedaban de escándalo, blusa de botones, los cuales dejaba los últimos sin abrochar, viendo el principio de sus grandes y bien puestas tetas, y zapato de tacón, ella siempre los lleva por ser bajita.
Mire a Yolanda y le dije que nos íbamos de allí que había mucha gente, así que ambas se acercaron a mi y nos fuimos de allí a buscar un sitio donde tomar algo, mientras íbamos en busca del coche me acerque a Yolanda y le dije que si su amiga sabia que se había convertido en mi puta, a lo que me contesto que no sabia nada, aunque no era tonta y algo se imaginaba, pero no sabia hasta donde llegaba su entrega hacia mí.
Una vez en el parking y antes de subir al coche de le dije a Inma que si no le importaba conducir ella, que mientras llegábamos a donde íbamos a tomar algo su amiga me la iba a chupar, ella se giro con cara de asombro mirando a Yolanda, pero no le di tiempo a hablar, pues mirándola a los ojos le dije que de que se extrañaba, que si ya no se acordaba de las fiestas de antes, y que además yo sabia también que seguía siendo tan puta como antes, y que si le molestaba que se fuese, pero que yo iba a usar a Yolanda a mi antojo, esta miro a Yolanda, que se limito a decir, que si, que ella iba hacer todo lo que yo le ordenase o pidiese. Ella me miro con cara de asombro y rabia, y solo dijo que como podía estar con un gilipollas como yo, pero vamos no le dio tiempo a terminar la frase, pues le solté un bofetón en la cara, que hasta le hice sangre en el labio, sin más le pedí las llaves a Yolanda del coche y le dije que se subiese que nos íbamos, y que a su amiga le diesen por culo, que se buscase la vida, pero que a mí no me faltaba al respeto una puta que ya me había follado, ella solo se limito a darme las llaves y entrar en el coche, mientras Inma me miraba con cara de odio, pero no se atrevía a decir nada, así que me la jugué y quise ver como reaccionaba.
“Si te quieres venir aun estas a tiempo, súbete atrás puta, pero con una condición, quitate el sujetador y déjalo aquí tirado”
Levanto la cabeza con cara de asombro, pero también con cara de vicio y puta, la verdad es que siempre lo parece, pero miro a Yolanda sin decir nada, y esta solo le dijo que se dejara de tonterías y subiese que se lo iba a pasar bien. Sin más se quito la blusa y luego el sujetador, sin retirarme la mirada, vamos desafiándome, lo fue a guardar y yo le recordé que ese no era el traro, que tenia que dejarlo allí en el suelo, me miro aun con más cara de rabia, pero lo dejo caer al suelo, se puso la blusa y se subió en el coche.
Yo viendo la hora que era y que no quería terminar tarde porque deseaba estar descansado para mi zorra preferida, les dije que había cambios de planes y que íbamos a cenar a mi casa, y sin esperar respuesta me dirigí a mi casa.
Al llegar a casa en la misma puerta cogi a Yolanda del pelo y la hice poner de rodillas y sacándome la polla se la metí en la boca y empecé a follarmela, mientras su amiga no quitaba los ojos de su amiga, así que yo estire la mano y cogiendola del pelo la acerque a mí y empecé a comerle la boca, al principio trato de zafarse, pero la tenia cogida bien fuerte y no pudo retirarse así que opto por abrir la boca, yo sin miramientos con la otra mano le arranque la blusa saltando la mayoría de los botones al suelo, y separando mi boca de la suya la lleve a sus putas tetas, chupandolas y mordiéndolas con excitación, pues la verdad la mamada de Yolanda me estaba poniendo a mil y eso termino con su resistencia, si es que había existido alguna vez, como no me quería correr en la boca de Yolanda la separe y le indique que se fuese a mi cuarto, y yo cogi a Inma del pelo y la arrastre hasta mi habitación, y sin más le dije “puta te quiero desnuda ya”, casi se cae con las prisas de quitarse los pantalones, la verdad es que la muy zorra esta muy buena, y casi me corro con verla desnuda, así que la tire en la cama y le dije que le comiera el coño a su amiga, Yolanda ya la estaba esperando con las piernas mojadas y húmedas y muy abiertas, no era la primera vez que ellas hacían una tortilla, y al ver como le comía el coño, me puse detrás de ella y se la metí, y empecé a follarmela, mientras le pellizcaba con saña lo pezones, pero la muy perra no protestaba, solo gritaba y chillaba de placer, y se corrió, vaya si se corrió, y yo cuando no podía aguantar más me baje de la cama y cogiendolas a las dos de los pelos las arrastre al suelo y poniéndolas de rodillas y de cara a mi polla, empecé a correrme en su cara, y cuando termine les obligue a limpiármela.
Pero como aun quería humillar más a Inma, la obligue a estar de rodillas y le dije a Yolanda que se pusiese detrás de ella y la agarrase fuerte para que no se moviese, esta entendió lo que iba hacer y obedeció al instante, así que sin más me puse y la mee, como hago con todas mis putas, en la cara y en la boca, y la verdad es que reacciono mejor de lo que esperábamos, porque la muy zorra abrió la boca y se lo trago todo, además de mirarme fijamente a los ojos como desafiándome.
Cuando termine, le dije a Yolanda que me preparase el baño, y a Inma le tire los vaqueros a la cara y le dije que se vistiese y marchase, y que si quería más, mañana la quería ver con Yolanda y vestida como ella, que si no, no sabría nada de mí ni la volvería a molestar, pero si aceptaba seria con las mismas condiciones que Yolanda, ella me miraba pero seguía sin entender, pero se vistió y se puso la blusa como pudo, le tuve que dejar unos alfileres, y sin despedirse se fue.
Yo me fui donde estaba Yolanda, me metí en la bañera y le dije que me enjabonara y me limpiara bien, que mañana esperaba tener un buen día con su Ama, mi perra.
Cuando termino serian las once de la noche, pedimos una pizza, y vimos una peli, por cierto al pizzero le abrió en ropa interior, y según me dijo casi se corre al sentirse en esa situación.
Antes de dormir le comí el coño y me volví a correr en su cuerpo, pero le prohibí limpiarse, quería que estuviese así cuando llegase Ana.
A ella la eche al sofá, y yo me dormí feliz y deseando que llegase Ana, me estaba enganchando la zorra.
A las nueve y diez sonó el portero, contesto Yolanda y me dijo, Señor ya esta aquí mi Ama y su puta, eso recién levantado me gusto y me excito.
Pero mientras subía Ana llame a Yolanda al servicio y ordenándole que se pusiese de rodillas y abriese la boca, ella ya sabia lo que era y no dijo nada solo espero recibir mi meada matinal.
Lo que paso luego, será cuestión de otro capitulo…
Me gusta dominar y emputecer a matrimonios sumisos, también a quien se quiera iniciar.
Ahora por diversos motivos me encuentro en Lisboa, así que si alguien se quiere poner en contacto conmigo que lo haga.
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