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Celebrando con la puta de mi esposa

El domingo pasado fue la final del futbol de la Liga MX y habría que verlo con mi compadre Martín y su familia. Así fue, ellos (es decir Martín, mi compadre y sus dos hijos) llegaron temprano a casa, casi daban las dos de la tarde y lo de siempre, mientras se llegaba la hora del partido, nos tomamos unas cervezas para hacer apetito.



Platicábamos amenamente cuando los hijos de mis compadres propusieron irse al cine una vez terminado el encuentro de futbol, de tal forma que entonces, se acordó que la comida se hiciera como a eso de las 5 de la tarde, una hora previa a la celebración del partido. Mi compadre y yo nos la pasamos con puras botanas y un chingo de cervezas; ellas, mi esposa, la comadre y los hijos del compadre comieron en forma.



Comenzó el partido y nos dedicamos a disfrutarlo, ya saben con las emociones a flor de piel. Se acercaba el medio tiempo y los chavos comenzaron a chingar a mi compadre para que les diera dinero y se pudieran ir al cine, pero obvio, como todavía están más o menos chicos, alguien los tenía que llevar, así es que la sacrificada era mi comadre Flor. Que por cierto, invitaron a mi esposa, pero ella prefirió quedarse, ya saben, tenía que dejar limpia la casa, pues al día siguiente habría que ir al trabajo y como no tenemos servidumbre, pues ella tenía que dejar limpio todo, por ello no quiso ir... Jajajaja; después de todo, creo que estuvo mejor, pues ella terminaría siendo el alma de la fiesta.



Terminó el partido y también se terminaron las cervezas. Ambos, (mi compadre y yo) somos aficionados a las chivas, de tal forma que teníamos que festejar ese enorme triunfo, pero al ya no contar con cervezas, tuvimos que ir a comprar un tequila. Cuando mi esposa se dio cuenta que íbamos a salir me pidió que no lo hiciera, que mejor nos quedáramos en casa y que si queríamos tomar, que mejor lo hiciéramos ahí, pues las cosas por estos rumbos, ya después de las 10 de la noche se ponen un poco difíciles. Digo, no están para saberlo, pero por esta zona de la ciudad se han dado muchos asaltos y con violencia; entonces era lógico lo que ella me pedía. Así es que nada más bajamos al Oxxo, que está a un lado del edificio en donde vivimos y aunque nos salió un poco más caro que en el súper, ni pedo, compramos todo ahí y regresamos al departamento de volada.



Como sólo estuvimos botaneando durante la tarde con mi compadre, pues con poco tequila que habíamos bebido, se nos subió el alcohol muy rápido y ya con la tercera o cuarta copa, ya nuestras pláticas pasaron a hacer de sexo en lugar de las deportivas.



Como es costumbre, ya con mi compadre comenzamos a abordar temas más candentes y como mi esposa iba y venía de un lado al otro, pues se me antojó que nos hiciera compañía, el único problema es que su vestimenta no era apta para este tipo de conversaciones. Traía puesto unos jeans más o menos aguaditos, una blusa larga y unos tenis Converse.



Le metimos cuatro copas de tequila y como que comenzaba a entrar en ambiente. Se terminó la botella de tequila y estábamos a punto de salir a comprar otra cuando mi esposa me detuvo y me pidió nuevamente de favor que yo no fuera; mi compadre, amablemente se ofreció a ir a traer la otra botella y bueno, ni pedo, yo tuve que pagarla toda, junto con los refrescos, los hielos y una cajetilla de cigarros.



Cuando se fue mi compadre intenté convencer a mi esposa que se pusiera algo más cómodo, le dije que me estaba poniendo muy caliente por la plática y que me gustaría que ella estuviera algo coqueta para mi y para mi compadre. No quería muy bien hacerlo, pero después de algún rato de convencimiento y alguno que otro chantajito, ya se imaginarán, termino aceptando. También ella estaba animada en nuestras pláticas y hasta opinaba, así es que eso facilitó mucho las cosas. El problema estuvo cuando me dijo en tono amenazante, y que pasa si el compadre se quiere pasar de lanza? Y apoco ya no va a regresar mi comadre? Y los niños? Para todas sus preguntas tenía las respuestas adecuadas. Pero cuando me dijo y que tal si me caliento más de lo debido? Y que pasa si quiero algo más? Entonces contesté lo siguiente: mira, si en algún momento dado hacemos una chingadera, pues que prefieres, hacerlo con un desconocido? O con alguien que por lo menos lo conocemos y sabemos que no se va a pasar de pendejo, no?



Me dice, mira, vamos a hacer una cosa, primero cerciórate de que, efectivamente mi comadre ya no regresa y lo hago, solo que me voy a bañar, pero vas a aguantar? Le dije que? A lo cual ella me respondió: la forma en que yo salga vestida, no quiero que a la hora de la hora me vayas a estar regañando o que no quieras que este con ustedes, si tu quieres ver, considera que mi compadre también va a querer hacer lo mismo y te vas a tener que aguantar, estás de acuerdo?



Dicho y hecho, a los cinco minutos llego mi compadre y seguimos tomando la copa, le pregunté que qué había pasado con mi comadre, pues ya era tarde, a lo que él me respondió, no te preocupes por ellos compadre, ya me llamaron a mi teléfono diciéndome que mejor se iban para la casa, mejor en un rato marco a Uber para que vengan por mi, mientras vamos a decir salud.



Después de eso, mi esposa se levantó y puso algo de música, se fue a la recamara y ya no regresó. Un poco afligido mi compadre me dijo, bueno cabrón que le dijiste a mi comadre, porque se fue si estaba a toda madre la plática; le dije, no te preocupes compadre, mientras vamos a seguir chupando, ya sabes como son las viejas.



Mientras mi compadre me platicaba sus aventuras con algunas de sus compañeras de trabajo, mi mente sólo daba vueltas en la forma en como mi esposa saldría vestida y el tipo de juegos que se podrían dar, la verga se me ponía más dura a cada segundo que transcurría.



No lo van a creer, pero cuando la vi que salió de la recamara vestida como colegiala, les juro que casi me vengo en ese mismo instante. Mi compadre se quedó con cara de idiota al verla vestida así y su excusa de ella fue decir: disculpa compadre, lo que pasa es que a tu compadre le encanta verme vestida de esta manera, espero que no te incomode. El pendejo de mi compadre dice: para nada comadrita, te ves muy bien y disculpen, pero si creen que los incomodo, no hay problema, nos terminamos la botella en otro momento. Le digo no mames compadre, vamos a acabárnosla y listo, además, si ella se viste así es porque hay confianza, o no? jajajajaa, todos reímos con un poco de nervios por el momento y seguimos con las platica.



Mi esposa salió vestida de la recamara con un atuendo de colegiala que le compré en una sex shop, falda y sostén a cuadros rojos, zapatillas negras y altas, pantimedias de color natural sin ropa interior y bien maquillada; la verdad es que se veía vestida como puta. Si quieres ver como se veía, haz clic para ver algunas fotos que subí de ella AQUÍ.



Se sentó junto a mi y lo primero que hizo fue cruzar las piernas dejando al descubierto su sexo para que mi compadre la contemplara a plenitud. De manera constante hacía la misma acción, cruzaba las piernas de forma muy descarada. Se levantaba a la cocina, pasaba frente a nosotros, se inclinaba para servirnos hielos o con cualquier excusa trataba de pasar muy cerca de mi compadre, hasta permitir que sus manos de mi compadre que las tenía en sus rodillas lograban rozar las piernas de mi esposa. Las pláticas subían de tono y cada vez se ponía más caliente el ambiente.



Hubo un momento en que ella fue al baño y me preguntó mi compadre, oye, que pasa si en un momento dado se me antoja tocarle las piernas a mi comadre, te encabronarías? Le dije, mira, vamos a hacer lo siguiente: en un ratito me voy a hacer el dormido y si vuelve a pasar cerca de ti aprovechas el momento, pero no te pases de pendejo, va?



Como fue, en un rato y una vez sentada mi esposa a mi lado la tome de las piernas y me recargué ligeramente en un cojín del sofá, dejé entre abiertos mis ojos y en menos de lo que canta un gallo mi esposa se levanta para traer un cenicero para ella, al pasar al lado de mi compadre, él le estira la mano descaradamente y le acaricia la pantorrilla, mi esposa solo ríe y le dice, tranquilo compadre, va a despertar tu compadre y no se valla a encabronar; él le dice, y que tal si a él le gusta ver? Joajana, pues entonces que se aguante, se comenzaron a reír los dos.



De regreso, ella volvió a pasar por el mismo lugar, pero ahora éste cabrón, la jala hacía él tomándola casi de la cintura y ella cae sobre de él; se queda un rato sentada en sus piernas y él le susurra algo al oído, ella se queda ahí escuchando y riendo muy discretamente, mientras una de las manos de mi compadre recorría la totalidad de las piernas enfundadas de mi esposa, la verga estaba a punto de reventarme de excitación.



Hice movimientos como para despertarme y en ese momento ella se levanta de mi compadre y se vuelve a sentar junto a mi, pero me di cuenta de algo muy notorio, ahora ella ya no cruzaba las piernas, sino que las dejó abiertas de una forma muy descarada, mostrándole todo su sexo cubierto por sus pantimedias de color natural a mi compadre, que se lamía los bigotes cual gato antes de degustar su banquete.



Volví a tomar una copa más y también volví a hacer la misma acción, hacerme el dormido. Ella sin más ni más se fue nuevamente a sentar en las piernas de mi compadre y éste wey metió su mano en medio de las piernas de la puta de mi esposa, el hijo de la chingada le había roto las pantimedias y le estaba haciendo una rica chaqueta a mi vieja mientras la besaba frenéticamente, la cual se movía como si la estuvieran penetrando. De hecho, ella termino en las manos de mi compadre y en seguida se levantó, quiero pensar que a limpiarse.



Ya no aguanté más y me levanté. Haciéndome el desentendido le dije a mi compadre, discúlpame ahora si cabrón, pero creo que ya es hora, ya tengo que irme a descansar. Él marco a Uber para pedir un taxi.



Me fui con mi esposa a la recamara pero dejé la puerta entre abierta pues él esperaría al taxi dentro del departamento, no podía estar afuera por el peligro que corría en mi colonia, ella se acostó a la orilla de la cama dándome la espalda. Me dijo, no te hagas pendejo, sé que te diste cuenta de todo y tu compadre me hizo venir, me hizo una chaqueta deliciosa, quieres sentirme como estoy de mojada? De repente se abre muy ligeramente la puerta, ella se asoma y con voz tenue le dice, que paso compadre? Él le contesta es que no llega mi taxi, pero en lo que llega te quiero dejar un recuerdito; puso su cuerpo frente a la cara de mi mujer, se abre la bragueta y se saca su verga, en seguida, mi esposa la toma y se la lleva a la boca, se la estaba mamando frente a mi, yo seguía supuestamente dormido. Se escuchaba como la saliva de ella se mezclaba con los jugos de la verga de mi compadre. Por su parte, le volvió a meter la mano en la panocha mientras ella se la mamaba rico.



De repente él emitió un quejido y detuvo sus movimientos; sacó la mano de entre las piernas de mi esposa, se retiró y le dijo, nos vemos después comadrita, gracias por todo. Cerro la puerta de la recamara y después se escuchó cerrar la puerta del departamento.



Se voltea mi esposa dándome un beso profundo con un poco de semen de mi compadre, fue entonces cuando me dijo, te guardé un poquito, el resto me lo trague yo, porque tú bien sabes que el semen extraño me encanta, pero si te gustó, después te puedo compartir más, ese semen lo provoque yo, por eso sabe delicioso.



Amo a mi esposa.


Datos del Relato
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