Querido amigo Saturnino
Me ha llegado la triste noticia del fallecimiento repentino de tu querido Padre. Ya imagino que tendrás tu alma destrozada, y que no existirá consuelo alguno para remediar el dolor que debes sentir.
Ya sé que tu amado padre era una persona que te maltrataba la cavidad anal; y que incluso trató de penetrarte el trasero con un objeto contundente de considerables dimensiones.
También sé, que tu ya frio Padre, te maltrató psicológicamente al esconderte tu patito de goma preferido por más de quince años…
Hoy no te escribo para cuestionar la honorabilidad del ser que te eyaculó en el recto anal por más de cinco centenares de veces;…hoy te escribo para decirte que siento mucho la pérdida irreparable de ese hombre que era tu Padre, y que se fue al otro mundo después de haberte jodido como dios manda.
Y para que te sirva de ejemplo y consuelo, te diré que yo también hace poco que perdí a mi querido Padre.
Era lo más importante de mi vida, y murió arrugadito por una terrible enfermedad. Yo veía como cada día se me iba yendo mi “ viejito”,y como sufría de terribles dolores y de ceguera, aquella criatura que me dio el ser. Recuerdo que en los últimos años de su vid; él, con su trémula voz me llamaba con insistencia para que yo le regulase el equipo de oxigeno que lo mantenía vivo en este mundo. Y yo aprovechaba su ceguera, para, en vez de suministrarle la goma con el oxigeno ya regulado,… enchufarle con premeditación y alevosía mi enorme y descomunal cipote en su arrugada y desdentada boca…. Y como él,........... pobrecito mio, cuando aspiraba e inspiraba con la avidez angustiosa de un ahogado, me decía vehementemente (retirando mi cipote de su boca con las dos manos): “HIJO MIO, YA PARECE QUE RESPIRO MEJOR”;……
Pobrecito mio,… que engañadito lo tuve durante más de doce años.
Y llegó el inevitable y fatídico día de su fallecimiento, y recuerdo que sus últimas palabras, dichas con un hilillo casi inaudible de voz, fueron : “HIJO MIO, SOLO TE PIDO QUE CUANDO ME MUERA,… ME METAS EL EQUIPO DE OXIGENO EN MI FÉRETRO;..Y SOBRE TODO QUE NO SE TE OLVIDE LA MANGUERAAAAAAAAAAAAaaaaaaaa...........”.
Y así feneció mi muy querido y amado Padre.
Naturalmente, y como no podía ser menos en mí, y con el cariño tan grande que yo le tenía a mi honorable progenitor, procedí con toda ceremonia, pompa y boato a follarme el culo inerte de aquel querido y llorado difunto que otrora me legara sus genes;… quién naturalmente permanecía callado e inmóvil mientras yo le atizaba con mi zupo, por el ojete de su ciezo.
Cuando me corrí en sus ya descompuestas tripas, y después de sacudirme las últimas gotas de esperma en la cadavérica fáz de mi paterno finado, con lágrimas en los ojos y con rábia contenida le dije a mi difunto hacedor: ¡TOME USTED PADRE,… LE DEVUELVO LO QUE ME PRESTÓ;… Y CON INTERESES”. Más tarde enterraron a mi querido y amado padre. Algunas veces voy a rezarle al cementerio.
Ves Saturnino;…todos tenemos nuestros pequeños pecadillos indecorosos.
Pd.- siento mucho lo te tu puñetero padre…¡ de verdad Saturnino ¡