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Carlota

Carlota no es mayor de 40 años, vive como a 200 metros de mi casa, ella se casó antes de cunplir los 18 años, su esposo es de nacionalidad canadiense, como de 55 a
60 años no sé,pero eso calculo, tienen una hija de 22 años, que vive en EEUU. su esposo es norteamericano, hace algunos días nació un nieto de Carlota, pero por no tener en orden su visa no pudo viajar a conocer a su nieto por lo que tuvo que irse Mark, el esposo.

Un viernes por la mañana llegó Carlota a casa, y habló con mi madre, para solicitarle pemiso qyue la acompañara a una pequeña finca que tienen en el litoral del pacífico, pues tenía que ir a pagar planillas. El clima era sofocante, un calor insoportable por ser mediados del mes de abril, y aparte del calor una gran cantidad de mosquitos y zancudos que nos tenían desesperados, nos entró la tarde y teníamos que quedarnos a dormir en la finca, había una casita pequeña, pero no tenía comodidades, por lo que le sugerí a Carlota que nos fuéramos a dormir a una casa que nosotros teníamos cerca de la playa, le coment+e que había aire acondicionado y piscina. Antes de llegar a la casa cenamos, y al llegar me dijo que se sentía nuy agotadam que se ducharía y se acostaría a dormir, la ubiqué en la recamara que utiliza mi madre, y yo mw fuí a ver un rato tele. Subí a la habitación y me puse una pantaloneta, y dispuse darme un chapuzón, me imaginé que Carlota ya estaba dormida, y por no mojar la pantaloneta me la quité para meterme desnudo, estaba ya dentro de la piscina, cuando ella se acercó a la ventana y me dijo que me acompañaría, le dije que en el closet podía encontrar traje de baño, lentanebte nadé hacia el otro extremo donde tenía la pantaloneta y kla toalla, empezé a secarme el rsotro, y cuAndo me descubrí ya era demasiado tarde, ella estaba parada frente a ni, ci¿on la vista fija en mi pene, rapidamente me coloqué la toalla al rededor de la cintura y a ponerme la pantaloneta, empezamos a nadar, y al cabo de un rato, nos tendimos sobre las sillas de descanzo a la orilla de la piscina, yo la notaba nerviosa, y ninguno de los dos hablaba, ella rompió el silencio, y me dice: sabes, yo cría que nadie podía tener el pene máas grande que Mark, pero el tuyo es largo y bastante grueso, no te importa si lo pongo duro para ver el tamaño que alcanza, me quité la pantaloneta y con sus dedos empezó a acariciarme, pasanaa sus manos suaves por todo lo largo, y me tocaba los testículos, y me decía que eran bastante grandes, me puso la pija super empalmada, y me la apretaba, de repente reaccionó, se levantó y me dijo que se iría a dormir y me pidió disculpas por lo que había hecho. Ya en mi habitación me empezaba a quedar dormido, cuando tocó la puerta, encendí la lámpara de la mesa noche, y me preguntó si podía entrar, yo estaba completamente desnudo, cubierto por una sábana liviana, se sentó a la orilla de la cama, y me dijo que le era imposible dormir, que se había excitado demasiado y que quería tener adentro mi verga, corrió la sábana y se inclino sobre mi, se metió la pija a la boca y empezó a chuparla suavemente, sus chupadas se volvieron mas intensas, se abrió la bata, estaba sin ropa, la jalé hacia mi par quedr en un 69, y momentow despué empezó a gemir, se estaba viniendo, se sent{´´o sobre mi, y empezó a meterse la oija, se la metió todita, y lentamente se la metía y sacaba, se inclinó sobre mi para ofrecerme sus hermosos pechos, nuestras lenguas jugaban, empezó a convulsionar y se corrió de nuevo, me puse sobre ella. se la metí toda, casi no sacaba nada, me encantaba tener ni pija aprisionada en sus paredes, aflojaba y apretaba, me vine dentro de ella, sentía que no paraba de echar chorro de leche. Lo hicimos dos veces más esa noche, y lo volvimos a hacer antes de levantarnos. En el recorrido de regreso yo venía conduciendo, y ella me mamaba la pija hasta hacerme venir en su boca, lleganmos a su casa, y nos fuimos a la habitación, cogimos como locos, me dijo que le ardía la cuca, estaba ya irritada de tanto pipe que había tragado, le acerqué la pija a la entrada del culo, se dejó, y empoezé a meterle un dedo, luego otro, y un tercero, me dió crema, llené el tronco y la cabeza, y empezé a deslizarme en su sulo apretadito, gimió, pero no dijo nada, hasta que vine en sus tripas. Luego me dijo que su hija vendría con Mark, y desearía mucho, que probara mi verga, ya que en una oortunidad le comentó que la del marido era chiquita, y que si alguna vez tenía oportunidad de que le metiern una verga grande, lo haría.
Datos del Relato
  • Categoría: Confesiones
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