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Categoría: Confesiones

Cara a cara por fin tanto Melisa con Yessenia asimismo mucho más

Cara a cara tanto Melisa igualmente Yessenia. Por fin, sé conocen de tú a tú; vestidas ambas en atuendo de uniforme de ejecutivas unviersitarias en vivo y a todo color. Qué no sé ven nada de mal sino hermosas, siendo identicas en estatura y complexiones corporales parecidas a hermanas entre ustedes y yo.



Yo estoy besándome, al mismo tiempo zurrando me a la vez, zarandiandome con Melisa; al tener a Yessenia de pie con sus manos puestas en la cintura; con un pie lo mueve de arriba hacia abajo continuamente. Nos habla seria y contundente, sé considera de mala educación, sobre todo a mí parecer una severa falta de respecto al ester una tercera presente ante sus narices, nos mira con una fijación apuntandonos como fuese un revolver finalmente reclamandonos y mucho más en vivo y a todo color.



Melisa. Le abré un hueco y espacio, de inmediato corre al venir hacia nosotros Yessenia, contenta y sonriéndose como nunca la había visto; sé mete en el medio de nosotros.



Al ponernos sus manos en la piernas de Melisa acariciándose la como zurrándose la al déslízarse la francamente adentrándose por la misma falda del atuendo, encontrándose su micha y ano mojado recientemente de jugos vaginales. Mientras tanto a mí me tiene zurrandome mi pinga continuamente de arriba hy hacia abajo contundentemente, con mucho desquiciamiento en fin.



Cogo a Melisa. Al tenerla con una pierna extendida como levantada hasta sujetandola por supuesto colgada, al tenerla doblada corporalmente en el sofa dandole brutalmente; entre tanto está comiéndose el ano y clitoris de Yessenia. Qué abré hacia arriba las piernas la extiende como un triangulo invertido, escucho de viva voz bastantes jadeos principalmente gemidos, consumados pero constantes asimismo constatados completamente por parte tanto de Melisa y Yessenia.



Bueno ahora Yessenia acostada en el sofa con el culo muy levantado hasta erguido, de ahí, estirandola hacia arriba al máximo me la cogo; entre tanto Melisa és saboreada como devorada. A punta de hurgadas plenipotenciarias igualmente colosales especialmente gozadas; obviamente incitadas, efectivamente calentadas, adicionalmente lamidas continuamente, al tenerla supér zarandeada intensamente al mismo tiempo sé jadea primordialmente se gime en vivo a todo color cómo nunca las escucha de viva voz tanto a Melisa y Yessenia y viceversa entre ustedes y yo. 


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