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Camila, mi fantasía hecha realidad

Desde el primer día de clases en la universidad, la vista de los hombres se posaron en una negra estupenda, de aproximadamente 1.75 mts. de estatura, su pantalón ajustado dejando a la imaginación todo lo posible, unas tetas medianas erguidas, sus caderas esplendidas, a sus 19 años era todo un sueño, su nombre Camila, y lo mejor de todo estaba a mi lado en el salón de clases. Cuando llegaba en minifalda, mostrando esas piernas negras torneadas, sentía que mi verga iba a explotar, ella lo sabía y a propósito cruzaba sus piernas, me ponía a mil, y para ser sincero no se cuántas veces me masturbé pensando en ella. a finales de semestre, yo integraba la selección de futbol de nuestra facultad, y ella la seleción de baloncesto, y fué cuando sucedió todo lo que les relataré. Fuimos invitados para unos eventos deportivos a la extención universitaria de Quetzaltenango,(la segunda ciudad en importancia de Guatemala), y estábamos hospedados en un hotel, pero en la habitación que yo estaba había desperfectos en la ducha, se lo comenté a Camila y ella gentilmente me dijo que usara la de su habitación, yo me retardé un poco en el lobby, y cuando entré a ducharme, no estaba Camila y precisamente cuando me estaba enjabonando entró ella al baño a orinar, entró confiada porque la llave de la ducha estaba cerrada, y fué cuando la ví, se bajó las bragas y quedó a mi vista su vagina negra, de pelitos ensortijados finitos, paracían resortes en miniatura, sus muslos torneados realmete hermosos, e inmediatamente la verga se levantó en toda su magnitud, al sentarse sobre la tasa del inodoro, fué cuando me vió y quiso cubrirse pero ya era muy tarde, pero si pudo ver mi miembro parado. Mi ropa estaba sobre su cama, por lo que salí con la toalla amarrada a mi cintura, ella estaba en la cama, y me pidió que me quitara la toalla, quería ver mi miembro, ella misma la quitó y empezó a tocarme, la verga se puso nuevamente dura, estaba fascinada, y fue cuando me comentó lo siguiente: Tengo tres hermanos a quienes he visto desnudos, tienen vergas descomunales, pero nunca pensé que un blanco la tuviera tan grande, he oído comentarios de mujeres de mi raza que han tenido relaciones con blancos, y siempre dicen que sus penes son chicos, tú siempre me has gustado, te puedo decir desde el primer día que te conocí, a propósito te muestro mis piernas en el salón de clases, se que te exito, siempre he querido que tú seas quien me poseas por vez primera, y ahora que te he visto desnudo me he excitado demasiado y quiero que me hagas el amor. Se sacó su ropa y quedó a mi vista su cuerpo desnudo, hermoso todo proporcionado, le tomé por su cintura y le prendí un beso fenomenal, sus labios carnosos atraparon los míos, nuestras lenguas se unieron con pasión, lujuria, el deseo era intenso entre los dos, ella era mulata, de rasgos finos, su piel morena era suave y lisa, besé sus hermosos senos duros, ella tomó la iniciativa y me dijo que me quedara quieto, que me iba a besar de pies a cabeza, que nunca había hecho el sexo oral, pero que iba a copiar lo visto en las películas porno. Que su fantasía siempre había sido hacer el amor conmigo, le gustaba que fuera rubio y de ojos azules de cuerpo ejercitado, y ahora el destino me había puesto a su merced. Sus dedos se enredaban en mi cabello, sus besos los sentí en la frente, las mejillas, su lengua entraba en mi boca, lamió mi barbilla, mis orejas, mi cuello, mis tetillas, mi vientre bajó por una de mis piernas, mordió suavemente mis talones. chupó los dedos de mis piés y subio por la otra pierna, chupó suavemente mis testículos, y atrapó mi glande con sus labios y su lengua empezó a juguetear con mi pene, estaba super excitado y no tardé mucho en venirme en su boca, se tragó hasta la última gota, y el turno fué mío, besé centimetro a centimetro su escultural cuerpo, ese cuerpo que tanto deseaba, ese cuerpo por el cual me había masturvado varias veces, lamí y chupé su vagina hernosa, negra de labios grandes, su clítoris entre rosa y naranja, enorme y grueso, la hice correrse entre gemidos y suspiros, estaba ya listo para penetrarla, ella me lo pidió diciendome que era el pene exacto para ella, no quería hacerlo con uno del tamaño de sus hermanos porque le daba miedo, ni con uno chico, el mío era perfecto para ella,(8 pulgadas), lo coloqué en su entrada, deslizó la cabeza, y sentí su himen, empujé cedió y se fué la mitad, sentí que sudó frío, sacó un genido lastimero, me tomó por la cintura y me dijo que la metiera de una vez, que en ese momento era la mujer más felíz del mundo, porque se estaba entregandio al hombre que había estado amando en silencio, su vagina estaba caliente, empezó a moverse a mi compás, así estuvimos como diez minutos, ella me decía que estaba empezando a gozar que sentía corrientes eléctrica en su espalda, que la metiera al fondo, que sentía sensaciones hermosas, me abrazó fuerte y gritó de placer, cuando estaba en su orgasmo no me contuve, y solté mis chorros de leche en sl fondo de su vagina, los dos gemimos de placer y nos besamos apasionadamente. que cuatro años de lujuria los que vivimos, en la segunda ocasión de estar juntos le rompí su culito. Lo que si les comento es que por esos cuatro años sentía la envidia de mis compañeros, y ella la emvidia de sus compañeras, no de todas pero si de la mayoría, y yo estaba loca por ella.
Datos del Relato
  • Categoría: Primera Vez
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