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CAMBIOS DE NIVELES.

"Le pedí a mi esposo masajes para aliviar el malestar de mis musculos despues de un largo dia de trabajo...segun para él seria una broma cuando me contestaba que se lo pidiera a mi madre. No me gusto su contesta y me cubria el cuerpo desnudo con mi bata que una vez le llamo la atencion."

 

Entrada a mis cuarenta años de edad y estoy segura de que cuido mi cuerpo al maximo, pero tambien hay que ser realista y es que mi esposo hacía un tiempito atras habia comenzado con indirectas negativas hacia mi. No me gusta discutir para nada, pero me prerparo para lo peor y asi no se sorprendida de manera infraganti. Me iba a mi cuarto y con lo que podia yo misma me daba masajes en las partes donde mi manos tienen alcance. Me quedaba dormida con la television encendida y mi esposo me despertaba para reclamar el por qué el televisor estaba encendido y me decia que me estaba poniendo vieja. Se arrecostaba al lado mio y cuando me quiso montar para coger conmigo no lo deje. Despues de varios intentos terminaba diciendo que deberia de saberlo que ya su mujer envejecia a pasos agigantados y que el animo de coger se habia desaparecido en mi.

               Por la mañana... como si nada pasara y todo caminaba como siempre, su desayuno, pero ya habia dejado de bañarse conmigo donde se aprovechaba el polvo mañanero por cierto muy rico de verdad. Me preguntaba cómo era posible de que él estuviera actuando asi tan asi como si nada. Seis mese pasaban y me convencia yo misma que no queria hacer sexo conmigo, pero no me precipitaba por eso y tenia esperanzas de que tal vez un dia todo cambiaria para bien para el beneficio de los dos. Semanas atras le mire que tenia una ereccion y al quererselo chupar no me dejaba que se lo hicera. Deje de insistir y dejar que el tiempo se encragara de arreglar este momento que estabamos viviendo los dos.

               Serian las seis de la tarde cuando llegaba a mi casa donde el tercer piso esta mi apartamento. Revisaba el correo en la planta baja y una vez comence a subir las escaleras del edificio uno de mis pies daba paso en falso y me doblaba el tobillo que cai al suelo sujetandome de las barandas de la escalera para evitar a que la caida no llegara a hacer mas fuerte. Me quedaba ahi tomando un par de minutos y ir levantadome poco a poco cuando el encargado del matenimiento del edificioa parecia y me atendia de manera caballerosa. Recorde que yo no llevaba bragas puestas y me ponia a la defensa a que éste no me viera nada de ahi. Me sentaba en una de los peldaños de las gradas y el hombre comenzo a darme masaje en mi pie que habia doblado. Senti sus manos divinas con sus masajes y no sabia que por mis adentros me preguntaba si asi tambien daba masajes por todo el cuerpo. Me dijo que tenia bien tensionado los musculos de mis pantorrillas y me aconsejaba sin mala intencion que su padre sabia dar unos buenos masajes y que privadamente tenia un poco de clientes suyos.

               Me intereso mucho, pero no mostre interes a sus palabars. Un domingo me asome como costumbre a la ventana de mi sala y mire que el encargado del edificio platicaba con un hombre y me imagine de inmediato "Este debe de ser su papá" quede al pendiente y se me hacía realidad en conocer al papá de éste muchacho dejandome muy impresionada con un bigote grueso y sobre todo muy cuidado. Se notaba que estaba muy cuidado y entramos en negocio. Todo comenzo en secreto porque asi lo queria él y me dejaba muy afinada con su primer masaje que hasta me moje de la panocha cuando solo trabajo en lo que son las piernas mientras yo con un short puesto y camiseta deportiva. Poco a poco me iba soltando con mas libertada y me daban masajes en toda la zona de los lumbares y como siempre con los short puestos y me iba recuperando de los dolamas que me estaban matando.

               Fue una noche que pense en decirle a este honbre si le parecia que el masaje aplicara todo el cuerpo, pero esta vez me referia a mi cuerpo desnudo. Me contesto que todo lo decidia yo. Supe que era un hombre solo y me invitaba a su casa donde me esperaba vestido con su pantalon blanco y todo blanco. Me dejo sola en su cuarto de masaje y ahi me desnude dejando una toalla que parecia ser una minifalda puesta al nivel de mi cintura. Mi mente iba muy de prisa pensando en otras cosas que no estaban en la agenda y lo vi ahi parado que me miraba acostada en la camiila de enfermero. Cerre mis ojos cuando me preguntaba si estaba lista y le conteste "Lista para ud solito sr" esperaba que entendiera a lo que me referia. Comence a senir sus manos tibias llenas de aceite y metia su mano bajo la toalla que casi sentia que me tocaba la panocha y le decia que me diera masajes sin miedo. Abri mis piernas para hacerle ver mejor y escuche que me preguntaba primero si queria masaje en mi intimidad "Y cómo es eso?" le pregunte y me contesto "Masaje, nada mas que esta vez seria en su intimidad"

            Ya estaba en el puesto y le decia que si, que lo hiciera. Senti su manos que lo comenzo hacer con una delicadeza que mi esposo ni en tiempos de noviazgos recuerdo que me haya acariciado de la manera que lo hacia el masajista. Mis manos estaba en forma de puño de lo rico que me estaban haciendo y cuando me llenaron de aceite el ano sentia que explotaba del gusto. Dejaba de trabajar en esa zona delicada y me dejaba como hormiguero revuelto. Subia a mis hombros y toda encendida y ganoza de coger le preguntaba si me hiba dejar asi con todas esas ganas de coger y me decian que lo sentia, pero que su trabajo era el de ser masajista. Me sentaba en la mesa y él quedaba en medio de mis dos piernas y le tomaba por la correa para soltarsela y me decia que eso le podia dañar sus negocios con su clientela. El pantalon caia hasta sus dos rodillas y mire que la tenia bien parada con un grosor deseable. Ahi mismo me abria mas y le decia "Empujemelo" el señor me dijo que iba a perder lo que lo sostenia a él, el negocio de sus masajes.

            Le dije que no iba pasar nada y le prometia en conseguirle mas viejas para que las atendiera. Mire como este señor me tomaba de la cintura y yo me habia puesto su berga en mi raja. Senti como poco a poco me entraba hasta quedar los dos bien pegados y comenzar a culear...culeada que no podia perdermela. El masajista me comia toda y no andubo con tapujos...me dio duro una vez tomo confianza en mi que la camilla de enfermero pudo haber quedado toda floja. Despues que conocia a este hombre, la vida me volvia, pero me mostraba muy proucpada ante la cara de mi esposo que segun él se reia de mi. Me fui poniendo mas atrevida que comence a darselo a su hijo el que se encargaba del mantenimiento del edificio donde vivo. Su hijo tambien era bueno con sus masajes y con mas fuerzas que su papá.

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