"Mi mujer es muy hermosa, una mujer de bandera...un dia me propuso un cambio de roles y..."

Hola me llamo Ramón. Soy un hombre de 45 años, dicen que atractivo para mi edad y estoy casado desde hace 15 años con una hermosa mujer Ana. Ella es muy guapa, tiene un cuerpo diez y es muy educada, tranquila, inteligente y elegante. Tiene 36 años y todos mis amigos me envidian porque dicen que es la mujer ideal. En fin esta es mi historia.

Mi mujer y yo mantenemos una buena vida sexual. Estamos abiertos desde siempre a experimentar nuevas cosas, pero siempre entre nosotros. Viendo a mi mujer, mejor dicho conociendola, nadie diria de ella que es tan abierta a la hora del sexo. Es la típica mujer educada, con modales exquisitos, de una templanza única, con la voz sensual tan caracteristica de ella. Eso es algo que muchos de mis amigos me han dicho. -a veces te llamo solo por oir a tu mujer al otro lado del teléfono.

La verdad es que mi mujer tiene un tono de voz precioso.

Tenemos tres preciosas hijas y somos realmente muy felices. En nuestros juegos sexuales cabe de todo, tenemos incluso un armario repleto de juguetes sexuales: disfraces, dildos, vibradores, fustas y esposas...ect. Utilizamos de todo. No hace mucho tiempo mi mujer me dijo que esa noche tenia algo especial para mi. No sabía de que se trataba pero la verdad es que estuve todo el dia pensando en ello. La mayoría de los viernes lo dedicabamos a esos juegos. Asi que después de la cena y de estar un rato con las niñas viendo la televisión, nos fuimos a la cama. Alli mi mujer colocó incienso, puso música suave y encendió unas velas. Después como la mayoria de las veces tomamos una copa de champán y nos fumamos un cigarrito de la risa. Eso nos relajaba mucho y además nos ponía muy cachondos. En fin que llegado el momneto pregunté a mi mujer por la sorpresa y esta se puso a la faena. Me dijo que la acompañara al baño que tenemos dentro de la habitación. Alli comenzó a maquillarme, lo hizo con esmero. Después me puso unas medias suyas y unos zapatos de tacón de aguja preciosos. Me empecé a reir, pero ella insistia que tenía que confiar en ella. Me colocó una peluca rubia de buena calidad y finalmente unas tetas postizas de latex que a decir verdad daban el pego hasta en el tacto. Me puso un bonito sujetador y finalmente me colocó un vestido de noche sugerente, atrevido. Todo lo había comprado ella. Solemos hacer compras todos los meses a la sexshop en casa. No parabamos de reir, bueno al menos yo. Mi mujer me dijo que me sentara en la mesa tomando una copa como si estuviese esperando una cita y que me metiese en el papel de una mujer de verdad. A veces hasta preparamos guiones pequeñitos. Por momentos pensé que mi mujer iba a cumplir una de mis fantasías, pero conmigo y no era otra que hacerlo dos mujeres a la vez. Se metió en el cuarto de baño y lo único que oía era las bolsas y el ruido de papeles rompiendose. Al cabo de unos veinte minutos mi mujer saliò del cuarto. Iba vestida como un hombre. Con traje y sombrero incluido. Se había puesto un bigote y salió fumando un cigarrillo y andando en plan chulesco...no podía parar de reir, pero lo hice porque mi mujer me regañó al momento. Vino hasta la mesa y empezó la representación. Supuestamente teníamos una cita a ciegas, así que empezamos por presentarnos formalmente, en este caso yo me llamaba Julia y mi mujer Hugo. Ella llevaba las riendas y yo seguí su juego. Cada vez me sentía más agusto con el juego. Mi mujer me sedujo como lo hace un hombre a una mujer, y, en cierta manera me excitó. Después supuestamente me llevaba a su casa, alli me invitó a bailar. Nos agarramos como si ella fuese el hombre en realidad y yo la mujer, pero a decir verdad en esa ocasión era asi. Despues comenzó a besarme tiernamente diciedome al oído que era muy hermosa. Mi mujer, se mete en el papel como si fuese una actriz de verdad. Seguí su juego ofreciendome a entregar algo de mí también, cosa que mi mujer agradeció e hizo que nos metieramos en el papel mejor los dos. Le contestaba con modestia, bajando la mirada y hablando como lo haría una mujer. Ya no había vuelta atrás...estabamos entregados a la acción. En esos momentos me llevó al lado de la cama, comenzó a desnudarme detrás de mi, acariciando mi cuerpo y besandome el cuello, que había perfumado previamente con su propio perfume. Me dejó en ropa interior y después me dijo que me tumbara en la cama, no dejó que me quitara los zapatos ni las medias ni las braguitas, ni el sujetador con mi tetas de latex; delatne de mí comenzó a desnudarse. Lo hizo por completo excepto sus boxer y la parte del torso que tenía también latex pero en forma masculina. Vino hacia mi y me dijo que se la chupase.

-vamos preciosa, chupamela, lo estoy deseando...vamos, ponte a cuatro patas y ven hacia mí para mamarmela bien, hasta que me corra en tu linda cara.

No daba crédito, pero en fin, me acerqué a ella y le quité los boxer, ante mi sorpresa apareció una enorme polla de latex, anudada a un arnés que tenía, la polla era tan real que me asusto al verla cimbrearse ante mí. Era demasiado grande, me pareció grande y gorda. Mi mujer se la agarró con una mano y golpeó mi cara con ella.

-vamos muñeca, haber que sabes hacer...

Puesto a cuatro patas comencé a chuparsela sin descanso. Ví por el ámplio espejo que tenemos en la habitación la escena, me excitó mucho. Verme con esa peluca, las medias, los zapatos de tacón... me gusto ver a mi mujer de pie ante mí, con aquella enorme polla. Mi mujer decia que lo hacia muy bien, y yo seguí mamandola cada vez con más gusto. Noté que me dolía mi polla, estaba recogida entre mis bragas y se estaba poniendo tan dura y grande que no cabía ya. De repente mi mujer dijo que me diera la vuelta, me quitó las bragas liberando mi polla que salió, como si alguien se estuviese ahogando. Empezó a decirme lo bonito que era mi culo y comenzó a acariciarlo, luego a lamerlo, para después golpearlo con su mano y con su polla. Pasaba su falo por mi agujero y comencé a gemir de placer. Entonces me embadurnó con un gel que tenía preparado, lo untó en mi agujero y comenzó a penetrarme suavemente. Pensé que me iba a hacer daño pero finalmente me metió todo aquel cipote en mi culo. Mi mujer lo había hecho antes con sus dedos, con la lengua y eso, pero jamás de esa manera. Lo cierto es que empezó a follarme sin piedad, al ver que gritaba sacó del cajón una cinta con una bola, me la colocó en la boca.

-te gusta verdad?

-te gusta putita mia, pues disfruta...

Oía las envestidas sin compasion, los huevos de aquel falo golpeaban sobre los mios y eso me puso tan cachondo que sin poder aguantar más me corrí de gusto como una zorra...Mi mujer insistió siguiendo con la faena, yo ya no podía más, pero ella me azotaba las nalgas diciendome

-ahora te vas a tragar mi leche caliente amor mio

Sacó su polla de mí, y se puso de pie en la cama, me dijo que se la mamara; lo hice y de repente me apartó diciendo me corro, me corro...una enorme oleada de leche caliete se vertio en mi cara, no supe reaccionar, pero mi mujer me agarró fuertemente de los pelos y me llevó la boca a su polla..

-vamos cómetela mi vida...

Tragué la leche, que era leche de verdad creo...lo cierto es que volví a excitarme mucho. Finalmente mi mujer se puso tumbada y me dijo que la cabalgara, me puse encima y yo mismo me introduje aquella polla por mi culo, mi mujer comenzó a pellizcarme los pezones a la vez que me follaba, ambos habíamos perdido el control por completo y finalmente nos volvimos a correr de gusto...

Fue una noche especial, increible. Ella simpre me sorprende. Este viernes me toca a mí y he elegido, volver a vestirme de mujer, y que me vuelva a follar. Tengo preparado un disfraz de romano para ella, y yo de romana. Así que los juegos continuan...