No estoy segura de cómo contar esto, pero bueno, disculpen porque aún me falta aprender a escribir estas historias.

Cuando comencé mi vida sexual siempre me pregunte si las cosas siempre serían así, y me refiero a que no sabía que era tener un orgasmo, y si me emocionaba, pero no disfrutaba tanto de los encuentros, empecé a salir con alguien muy loco y sé que me lee así que lo voy a nombrar Jairo.

Después de unas cuantas locuras, y aprendiendo a conocer mi cuerpo y que era disfrutar de todo esto me propuso que hiciéramos un trío con otra chica, y es difícil pensarlo porque si no puedes sentir mayor cosa con un hombre, que será tener a dos personas ahí y que una de ella sea una mujer, si bien soy heterosexual también estaba muy equivocada.

Jairo me compró unas bonitas medias de liguero, y me puse un vestido negro, me recogió y salimos en su coche a recoger a esta mujer, yo tenía 18 años y ella, bueno ella tenía en 26 y era madre, así que esto me tenía muy nerviosa, para romper el hielo comenzamos a escribirnos días atrás y me daba consejos de como masturbarme para sentir mucho placer, y bueno yo los seguía porque ella tenía más experiencia que yo, cuando nos vimos vi a una mujer no muy alta, flaca pero bella, el cabello negro y listo, llevaba un vestido negro ajustado, medias y unos tacones impresionantes, me sentí un poco tonta a su lado, se sentó atrás conmigo y conversamos un poco, llegando al apartamento de Jairo compramos unas cuantas cervezas y ella me besó.

El beso entre las dos fue completamente diferente a con un hombre, ella fue delicada, y el roce de los labios fue increíble, cuando entramos al apartamento estaba el hermano de Jairo allí, así que ella lo invito, cada uno comenzó con una cerveza cuando Jairo se levantó de la un sofá en la habitación y me besó, luego la beso a ella y acto seguido su hermano la beso a ella también, fue muy loco y yo no me lo creía, las cosas se calentaron de inmediato, Jairo se arrodilló entre ella y yo y nos hizo besarnos y luego el metió su lengua, nos abrió las piernas a ambas y metió sus manos debajo de los vestidos, mientras tanto su hermano subió a la cama y nos tocaba los pechos a ambas, su hermano me besó y se centró en mí y Jairo en ella, la puso contra la cama en la orilla bajo su tanga y sin más la embistió, su hermano me recostó en la cama y empezó a lamer mi vagina.

Después de un rato ella me besaba, Jairo se reservó el derecho de penetrarme primero también, como diciéndole a su hermano quien mandaba, mientras su hermano la tenía de misionero a ella, Jairo me tenía de perrito, y ella y yo no paraba nos de besarnos, pararon y volvieron a cambiar, y así paso por un rato, nos rotaban y era delicioso, y ella me pidió acostarme y se puso de tijera, rozamos nuestras vaginas y eso sí que fue espectacular, era nuevo para mí, ella estaba húmeda y los líquidos se juntaban, Jairo y su hermano nos tocaban, ella siguió en la misma posición pero inclinada hacia mí, mientras Jairo metía su cabeza he intentaba lamer nuestros chochitos y su hermano nos chupaba los senos, ella se levantó, Jairo se recostó y ella se montó sobre él, la penetró vaginal y su hermano se puso atrás y la penetró anal, mientras ella me lamía, era rico, ella metía dos dedos entro de mi vagina, mientras su lengua no dejaba de darme subes golpes sobre mi clítoris, fue la primera vez en toda mi existencia que sentí como los músculos se me contraían, el hermano de Jairo la soltó y me cogió como en especie de cucharita y tijera, moría mis hombros hasta que sentí su chorro de leche dentro de mí, no salía de mi si no que disfrutaba de su llegada, su leche se escurrían por la pierna y mis nalgas, mientras Jairo y ella se metieron al baño y allí terminaron.

Nosotras terminamos por vernos muchas veces más, con Jairo y solas, pero eso se los contaré después.