Como en relatos anteriores, antes de empezar presentarme:

Hola soy Pilar, como ya sabéis escribo relatos eróticos desde hace relativamente poco tiempo y espero que os gusten. 

Eran las doce y media de la noche, Raúl, mi hijo acaba de irse a dormir, cuando recordé de que no le había dicho que por la mañana me levantaría pronto para ir a correr, así que fui a su habitación toqué la puerta, estaba ya dormido, cuando me dijo que pasara, lo cierto es que también esta un poco hambrienta de sexo, llevaba una bata negra sin nada debajo que me suelo poner por las noches, me senté en la cama con él y le dije que si podíamos hablar, sorprendido, se incorporó mientras me decía que sin problema le contase que pasaba. Le dije que estabamos pasandonos los límites, ya que no podíamos seguir pensando en sexo, y mas sexo, le dije que estaba muy confusa y no sabía que hacer, entonces, me dijo que no pasaba absolutamente nada, es algo natural, mientras me decía que no arreglábamos nada, me dijo, lo cachondo que le ponía que no llevase sujetador debajo, suspirando mientras salía de su habitación. 

Al día siguiente, por la tarde, estaba escuchando música, mientras me pintaba las uñas, me había puesto unas mallas de color lila y un jersey mientras veía a mi hijo bajar las escaleras, me alegré al verlo, me quité los auriculares y sentó a mi lado cogiéndome los pies me dijo que si pensaba en lo de anoche, diciéndole que no había nada que pensar, levantándome del sofá al instante no tardó en acercarse a mí para besarme el cuello, de pronto se lanzó a darme un beso aunque lo evité dándole uno en la mejilla, poco después mientras respondía a una amiga me cogió de los brazos sentándome en el sofá para hablar del tema, cuando le dije que no teníamos nada que hablar y que ya estaba todo olvidado hasta que Raúl se sentó a mi lado, me quité los auriculares le empecé a dar besitos en la mejilla mientras me pegaba a su cuerpo hasta que le toqué la polla, sentándome encima de él, después, me aparté para sentarme en la mesita del salón con las piernas abiertas enseguida me pasé la mano por el coño, percatándome de que tenía las mallas mojadas con una mancha, nada mas verla le dije a Raúl, ¡mira que sorpresita te tenía guardada! sonriéndole, me quité la sudadera que llevaba, cuando mi hijo me pregunta si llevaba sujetador puesto, diciéndole que no con la cabeza me levante de la mesita y de espaldas me quité la camiseta dándole mas morbo al momento le lancé la camista y acto seguido me dí la vuelta tapándome las tetas con ambas manos durante unos instantes mientras me sentaba sobre sus piernas y se las acerqué hasta que empezó a manosearmelas y a chuparlas mientras sentía como su polla me tocaba el coño, entonces se levantó para quitarse el pantalón, quedándose desnudo, al ver su polla completamente erecta me giré quedándome abrupta ante tal espectáculo, me dijo que porque no íbamos a la ducha, a lo que yo le respondí asintiéndole con la cabeza, mientras Raúl se daba un agua, entré en el baño, me quité los leguins, tampoco llevaba bragas debajo, mientras me agachaba para quitarmelos, Raúl centró su mirada en mi culo, le dije que me encantaba este momento, mientras le empezaba a enjabonar, me puse en cuclillas tenía su polla a escasos centímetros de mí hasta que me puse de pie, y acto seguido me dio la vuelta poníendome contra la pared de la ducha para metermela por el coño después, me puse de rodillas metiéndome la polla entre las tetas para hacerle otra paja mientras le decía lo mucho que me gustaba, hasta que finalmente se corrió en la boca.