Crepúsculo de ilusiones. Menta. Bullicios de palabras que entrelazan rumores. Frases deshilachadas que no escucho con mucha atención.
Desfachateces, precauciones, ántrax virus; letales miedos. Conversaciones sensación cotilleo, evasión.
En una pared enjambres de poemas estilo graffiti, vértice no más triste que mi soledad. Una barra mostrador con un viejo corazón de madera; que guarda seguramente en su interior pasiones y lejanías, proyectos, deleites, ocasos, inconcretos. Con expositores de dulces y caramelos para apagar la amargura de lo que anuncian los periódicos locales. Un mozo que desea el fin de la jornada y da mas vueltas que un carrousell.
Una vieja melodía de Collings acompaña la velada. Cita a ciegas en el transcurso de un largo tiempo de charlas sin presencias. Deseo vehemente de un encuentro premeditado
Intenso olor a cafetales; miradas que se cruzan sin mediar demasiado vocabulario deleitan.
Tú saludas con un cómplice guiño de ojos. Yo esbozo una sonriente y picara
Mirada. Se manifiestan preguntas, dudas. Sé ansían verdades, recuerdos. En mi parloteo trato de disimular mi gratuito acentillo vigues.
En tus ambulares comentarios yo siento que vuelves a pincelar colores en mi vida carente de sentimientos. Este arco iris de matices traiciona mis pudores. Precipitadamente me envuelvo en la resina del perfumado aroma; liberando mis divagantes tentaciones....
Extraño escalofrió me delata a medida que entras en un imaginario paraje lleno de plantas; y como tambor zulú suena su lenguaje mi corazón. Muda, sin palabras; donde la mente ejecuta la acción con mecánico ingenio. Siento tus manos en mi cara, palmo a palmo recorren sobre mi piel, como perfecto alfarero acariciando su escultura, de arcilla rojiza que ofrece los mejores terrenos.
Me tomas, te deslizas por mí ansiado cuerpo, y cual escalera desciendes besos húmedos y calidos; pisando fuertemente cada peldaño de mi ser.
Se enciende como un volcán en nuestras pasiones; y tu tibio peso sobre mí, me hace cruzar el alba. Mientras nos comemos en deseo, devoramos el tiempo de una luna que ya estaba incompleta.
Peregrinamente, en este cabalgar, me haces inspirar kamasutra y exhalar la mejor plegaria con todos mis sentidos; (furias, desvergüenzas, ternuras, temblores, fracasos, y todo lo que la adrenalina envenena, y buena para aliviar tensiones)...
Dos cuerpos, en el confesionario de los intencionados anhelos de la pasión y el deseo.
Yo inhalo él limite de tus temores; y tu, entras en mi torrente a través de mis venas, esporas lavas de sepulcro. ¡Aleluya del gozo, desde tu alborotado pelo hasta la punta de las yemas de mis dedos!
Y como ante la agónica muerte de dos prófugos esclavos de sus libertades; adentrados entre las plantaciones “Sainaza bogota S:A.” morimos exhaustos, cual la mordida esporádica de una cobra, o liberados a la defensiva entrelazada de la pitón. Llegábamos hasta el final del relax, con el ahogo y el suspiro final de los moribundos, diciéndonos...
La bocina de un coche atropella mis perdidos sentidos y me recuerda ciudad. Las únicas vegetaciones que había en el ambiente; eran no más de cuatro maceteros con plantas artificiales, que ni siquiera necesitaban agua, pero estaban mustias a falta de limpieza.
Tras todo lo que hablamos, me preguntas ¿cómo estas?..... Por mis adentros pienso y divago en las cuestiones... ¿esto será producto de tanta red? ¿Será un síndrome de soledad? O simplemente, ¿será la dulce mentira de una realidad nunca escrita o deseada?
Pero contesto_ ¡genial de conocerte! ¿Y tus chicos, bien?.......
No sé porque, intuyo que él siente lo mismo que yo. Después de un momento de charla, lo que se desnudan son las miradas haciendo chantaje como si fuéramos ya grandes amigos _ ¡Hey¡ que se nos enfría el café. ¡Venga, apura! yo debo marchar a la jungla de cemento y no me da tiempo para le celebración que te haremos esta noche, si tu no te mueves. Tú sonríes….
….Yo me quedo muda . Y vuelvo a pensar _En la vida todo lo asociamos ¿verdad?