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Categoría: Maduras

Cada vez que voy al super, me gusta buscar alguna madurita

Como decía mi introducción algunas mañanas voy a comprar en un cercano supermercado, me gusta coger mi cesta y empezar a dar una vuelta por todos los pasillos con mi cesta vacía.

Voy por los pasillos viendo gente de todo tipo hasta que en un pasillo vi una señora bastante regordeta pero muy sensual estaba intentando coger una lata de un estante de arriba.

Estratégicamente me coloque cerca de ella mirando la etiqueta de alguna lata viendola de reojo como ella se empinaba para coger el producto que quería y tensar el jersey que llevaba con cuello de pico pudiendo adivinarse unos hermosos pechos.

La verdad que la madurita me estaba poniendo a tono yo calculaba que tendría unos 65 a 70 años con su pelo con una buena permanente, un collar que digamos sería de perlas o quizás no y una faldita hasta la rodilla la verdad que la señora para ir al supermercado iba muy elegante.

A eso que me dice, que si la puedo ayudar porque no llega a coger la lata y tiene miedo que se le caigan todas encima, para mis adentros pensaba que no me importaría que se cayese quizás podría hacerle el boca a boca. Gentilmente me acerqué a ella pegandome lo máximo posible y le dije qué es lo que quería que le alcanzase.

Me indico una lata de tomate y la cogí diciéndome ella muchas gracias con lo buen mozo que eres puedes llegar a todos los sitios a lo que yo picaramente le contesté depende si me dejan meterme en sitios íntimos, con una sonrisa me dijo puedes leerme por favor los ingredientes yo ya con esta edad si no tengo las gafas difícilmente puedo leer.

Mi mente empezó a pensar rápidamente y le dije pero señora yo la veo a usted estupenda, no la echo más de 50 años, de nuevo me sonrío y me dijo eres un adulador pero a las mujeres nos encanta.

Después de leerle los ingredientes y decirme que se llevaba la lata,me dio las gracias diciéndome voy a seguir comprando un poquito más. Yo por mi parte le dije que si necesitaba más ayuda estaría por allí cerca, alejandose la señora de mí. La verdad que me había puesto muy caliente pensando en cómo sería esa madurita desnuda pero bueno había sido un primer acercamiento, hice por encontrarme con ella en algún pasillo más y ella me miraba de reojo y yo fijamente la miraba sus tetas.

Espere pacientemente a que terminara de comprar para poder coincidir con ella en las cajas, ella estaría en la fila y detras de dos personas me encontraba yo. La verdad que cuando uno va a comprar al final siempre se lleva más cosas de las necesarias para casa y eso le pasó a la linda madurita, iba cargada con dos bolsas hasta arriba.

Después de haber pagado mis productos, sin perder ojo hacia dónde se dirigía la señora una vez hubiese salido del supermercado, acelere el paso para poder acercarme a ella. Rápidamente la di alcance y acercándome a ella le dije pero bueno como la deja su marido ir tan cargada a casa, a lo que ella me contestó que era viuda y no tenía nadie que le ayudase, por lo que muy caballerosamente me ofrecí a llevarle las bolsas hasta su casa.

Ella dijo que no quería ser una molestia a lo que le contesté que en absoluto que una mujer tan sensual y tan guapa no debería llevar tanto peso quizás su espalda se lo agradecería, con lo que con un brillo en los ojos dijo en eso tienes razón la espalda me está matando y yo ni corto ni perezoso le comenté que necesitaba un buen masaje. Le comenté que yo tenía hecho un curso de masajista y que no me importaría dárselo gratis con lo que nuevamente me sonrío y me dijo tú eres un poco pícaro.

De repente me dijo que ahí delante estaba su casa y en la puerta de entrada dejé las bolsas en el suelo a lo que ella me dijo no me las vas a entrar en la cocina, por supuesto le dije, por lo que abrio la puerta y me dijo la cocina está al fondo a la izquierda, ella me siguió y al llegar a la cocina puse las bolsas sobre la encimera, diciéndola que si necesitaba ayuda para poner algo en las estanterías de arriba, ella empezó a sacar cosas de las bolsas y yo me puse detrás de ella bien pegado a su culo poniendo mis manos sobre sus hombros y empezando a masajearla, te noto muy tensa deberías darte ese masaje conozco un buen fisioterapeuta que te dejará como nueva, a lo que me contestó qué su pensión tampoco daba para tanto que quizás pudiese darle yo ese masaje.

Ese fue el pistoletazo de salida empecé a rodearla con mis brazos y agarrar esos hermosos pechos por encima del jersey masajeandolos a mí antojo, ella suspiraba, ahhh ahhh, me gusta, tengo los pezones muy sensibles. Por lo que decidí meter una mano por el pico del jersey hasta alcanzar el sujetador y jugar con mis dos dedos en su pezón para ponérselo muy muy durito como una avellana.

Ella seguía suspirando y jadeando qué gustito me estás dando hacía tiempo que nadie me tocaba las tetas, decidí llevar la otra mano, levantar la falda hasta tocar su pubis el cual estaba totalmente caliente, metí la mano entre sus bragas y a pesar de tener una buena mata de pelo consegui dirigir un dedo hacia su rajita totalmente encharcada. De repente note como un torrente de jugos vaginales mojaba mi mano suponiendo que la madurita había tenido un delicioso orgasmo chillando y gimiendo de placer, ahhh ahhh me he corrido como hacía tiempo que no lo hacía.

Yo tenía la polla a punto de reventar dentro del pantalón por lo que me lo baje y haciendo que la mujer se apoyara en la encimera, le subi la falda y bajandola las bragas apoye mi pene en su rajita y de un solo golpe se la enfile hasta el fondo, ella volvió a gemir sí fóllame mucho tiempo que no siento un pene dentro de mi vagina estoy muy caliente por lo que empecé a darle unas emboladas salvajes para que notase como mis huevos chocaban contra las cachas de su culo. En mitad del coito le pregunte si hacía mucho tiempo que no follaba y me dijo que muchos años ya ni sé acordaba, debia ser verdad porque tenía un coño muy estrechito

Seguía bombeando mi pene con movimientos de mete y saca hasta que de repente volví a notar cómo mi pene se encharcarba totalmente y la madurita empezaba a chillar, ahhhh ahhhh qué gusto, me he vuelto a correr, viéndola cómo le estaba gustando la follada ya me hacía dudar sí correrme dentro de su coño y que sintiese toda mi leche calentita recorrer su cuerpo o sacarla y metersela por el culo. Opte por lo primero, la verdad que tanto su coño como mi polla solo chapoteaban, chof chof , pero como estaba tan caliente empecé a bombearla salvajemente, ufff ufff que bien follas semental, me haces daño pero sigue, al oír esas palabras empece a descargar chorros y chorros de semen en el interior de ese coñito y tuvo su tercer orgasmo quedando totalmente satisfecha, cuando se hubo recuperado se salió de mi polla y dándome un beso en la boca me dijo tenemos que ir a comprar juntos más a menudo.

Relato se lo dedico a una madurita a la cual la llamo mi Dulcinea, y espero poder tener un encuentro sexual con ella dentro de poco.

Datos del Relato
  • Categoría: Maduras
  • Media: 5.5
  • Votos: 2
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