Yace el cuerpo sin vida de un hombre quién falleció instantáneamente de un fulminante ataque al corazón en que tuvo sexo con una caballona. Gozando tremendamente de una erección de la misma madre que andaba cogiendo brutal, fabulosa, ardiente, enajenada, excitada, incitada, cautivada, seducida, provocada, ardiente, asimismo dominada, de ahí por supuesto intensa, hasta obviamente calentada mente con esta verga que le quedo erecta, dura, enorme, parada, firme, cañonera, etcétera.

Qué antes de llamar a las autoridades respectivamente para que levanten el cuerpo del occiso que falleció fulminantemente de un ataque al corazón en que estaba teniendo sexo con una caballona que la estaba cogiendo tremendo e intenso.

La misma caballona le besa como lame incluso muerde los huevos eufóricamente del occiso que yace muertito en la cama en que le entra a besos como lamidas sobre todo follarse en toda la vagina que ha quedado todavía deleitada como deseada dándole de arriba hacia abajo agachada con todas las manos puestas en las mismas piernas de la caballona que disfruta a costa del muertito en que jadea como gime con muchas fuerzas, ganas, ánimos, alientos, ímpetus, deleite, delicia, deseo, atracción, fabulosa, emocionada, etcétera que sonríe prolongadamente dándole la follada repetidas veces hasta que logra que se venga al masturbárselo en que le dispara grandes tiros de polvo y paja aunque está recientemente muertito el occiso en toda la cama con la que estaba haciendo el sexo justamente con está caballona que se mete al baño a orinar y ducharse para vestirse de ahí marcando a las autoridades respectivas informando del deceso hasta fallecimiento repentinamente de este hombre y mucho más por esta caballona.