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Buscando un empleo

Buscando un empleo. Esto ocurrió hace dos años. Me anoté en una agencia de empleo y de repente me llaman desde una pequeña empresa donde necesitan una empleada con conocimiento de contabilidad. Yo no sabía ni medio pero me presenté. En la empresa habían seleccionado a tres candidatos. El primero, un señor de unos 35 años, fue descalificado de inmediato por el sueldo que pidió. La segunda una señora de unos 50 años con bastantes conocimientos de contabilidad, bancos y computación y yo: madre soltera de 32 años que vivía con mi madre y mi hija de años y que necesitaba el trabajo. El dueño de la empresa, o por lo menos era el que decidía nos hizo quedar a las dos para una prueba de un mes a ver quien se quedaba con el puesto. Nos dio el mismo trabajo a las dos y lamentablemente yo no entendía ni medio de todo lo que me pedían. Al día siguiente volvimos a las 9 de la mañana. Yo llegué más temprano y me vestí con una pollera con un tajo hasta la cintura y una tanguita hilo dental. Arriba una camisa normal pues todo el personal eran mujeres y no quería levantar sospechas.
Cuando me dio otra vez trabajo, a los diez minutos golpee la puerta de su despacho y le fui a preguntar una estupidez cualquiera como para que vea que me interesaba la cosa. A la media hora veo que la otra había llevado ya varias páginas con el trabajo casi terminado y yo seguía en la nada.
Me hizo llamar y me preguntó qué pasaba y si realmente buscaba trabajar y no perder el tiempo. Entonces le contesté que conmigo no iba a perder el tiempo y en ese momento abrí el tajo de mi pollera y le mostré la tanguita. Me dijo que en un rato él iría hasta el Banco y que yo lo acompañaría. Cuando salimos de la oficina me pidió que lo acompañara a un lugar a unas seis cuadras de donde estábamos y yo contenta. Frente adonde él se dirigía había un hotel alojamiento y yo le dije que te parece si entramos por un ratitoy vas a ver si yo se de computación. Le agregué le saco la com y la ción y vas a ver quien soy. Yo necesito el trabajo y seguramente vos no coges hace mucho a una joven. El hombre que tenía 68 años y nietos me miró y dijo no vi bien tu tanguita. Acepto tu propuesta. Vamos a ver qué sabes hacer. Entramos al hotel y en el ascensor mi metió la mano en el culo. Llegamos a la habitación y me abrió la pollera sentada en la cama, me sacó la camisa y me empezó a manosear las tetas. Después me sacó la tanguita y me empezó a comer la concha, de una forma increible. Yo ya estaba más que caliente así que le bajé los pantalones y le quise chupar la pija, pero dijo no mejor te la meto directamente. Vas a ver que bueno es que hacerlo con un “viejito”. La verdad es que se desagotó dentro mío después de veinte minutos de tener su pija en mi concha y volviendome loca. Sacó de la heladera un champagne para brindar y me bañó las tetas y la concha, donde se mezcló con su semen y ahora sí lo tiró sobre su pija y me hizo lamerla integra. Pero al volver a la oficina me dijo que lamentablemente ya había tomado la decisión de no contratarme porque entendía que era buena en la cama, pero en la contabilidad era nula y hasta la pandemia me tuvo de putita pagandome por cada vez que me veía.

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