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Burbake en mi empresa

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Qué hombre o mujer no ha tenido aunque sea una vez en su vida, la fantasía de tener sexo con varias personas a la vez del sexo contrario, creo que todas las personas de este mundo ya que es algo morboso y a todos nos gusta....

Me llamo Ana y desde hace muchos años he tenido siempre una obsesión sexual o fantasía, el tener sexo grupal u orgías.

bukake en mi trabajo, mi fantasía hecha realidad.

 Me da morbo el sexo con varios hombres...

Conforme me hacía mayor mis gustos como es normal iban cambiando y cada vez me atraían más los hombres jóvenes, adolescentes, me ponían muy cachonda cada vez que los veía en el trabajo, por la calle, en el bar, en cualquier lugar.

Con mi marido pedro, el sexo era muy bueno pero llega un momento en la vida de las parejas que todo se acaba o se necesita reavivarlas, o incluso experiencias nuevas, aventuras, retos, etc.

Trabajaba desde hace años en una empresa de logística bastante grande a nivel nacional, llevaba el área de contabilidad y ventas del departamento de almacén.
 Os podeis imaginar el ambiente que había en mi departamento, trabajaba rodeada de hombres jóvenes, de apariencia sana, fuerte y la mayoría guapos y viriles imagino.

A menudo tenía que tragar con bromas de todo tipo, incluso machistas y en ocasiones oía piropos o cosas algo obscenas hacia mi, algo que yo me tomaba con calma, al fin y al cabo era mi trabajo, mis compañeros y como siempre he dicho, ¡juventud divino tesoro!..

Yo era una mujer que a mis 50 años recién cumplidos aún era una mujer que gustaba a los hombres, lo notaba diariamente con las miradas lascivas tanto de compañeros de trabajo como de clientes, donde percibía que me comían toda con la mirada y me deseaban en lo más interior de ellos mismos.

Mujer atractivas y viril, deseando ser poseída por varios hombres.

Trabajar rodeada de hombres, placer o pesadilla...

Cada día que pasaba los varones del trabajo me decían cosas más provocativas y de calado sexual, muchos improperios que estuvieron a punto de hacerme cambiar de puesto de trabajo, pero por otra parte me ponían cachonda y me gustaban, ya que siempre he sido una mujer activa sexualmente a la par que sumisa en el sexo.


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Decidí por tanto pasar a la acción y ver de lo que era capaz de hacer, por lo que me propuse trazar un plan de acción y ver que tal resultaba, era la guerra....

Una noche que iba a trabajar a la empresa, porque me tocaba turno de noche al haber inventario, quise llevar mi plan en marcha y así lo hice, me vestí muy provocativa con una minifalda muy corta y una blusa muy sensual abierta hasta mi prominente escote, dejando entrever mis potentes pechos.

Nada más entrar por la puerta marcando mi culo firme pero grande y mis grandes tetas debajo de mi blusa, sonaron todo tipo de silbidos, piropos y adverbios tanto bonitos como algo subidos de tono.

Mujer cincuentona de buena apariencia...


¡Guapa!, ¡Maciza!, ¡te lo comía todo!...y de ahí para arriba, podeis imaginaros con los miura que tenía que lidiar.

No hice caso ninguno y fui a por todas, me acerqué al vestuario masculino y en la puerta pregunté a dos compañeros que acaban de salir, si era posible entrar a recoger de la taquilla del jefe unos papeles que me había pedido.

Hombres viriles, esperando satisfacer a su dama, morbo asegurado.

Era la excusa perfecta para entrar dentro, ya que sabía perfectamente que a esa hora estaría lleno el vestuario de hombres desnudos o semidesnudos cambiándose para comenzar la jornada laboral, ¡vaya morbazo!
 Me comentaron los chavales que habían en la puerta de entrada al mismo:


Ana si no te asusta ver a unos tios medio desnudos, pasa!
 No será la primera vez que vea a un hombre desnudo, ni la última!, respondí sarcásticamente.

Pasé de golpe al vestuario sin cortarme un pelo, allí estaban por lo menos a simple vista 6 ó 7 hombres, unos en calzoncillos, algunos desnudos por completo y alguno que otro vestido por completo con ese mono azul ajustado que tan caliente me ponía todos los días.
 Noté al instante que todos me miraban con cara de deseo, me comían con sus ojos llenos de morbosidad y lujuria.


¡Era la guerra, todos contra mí!

Me quedé mirándolos sonriendo de forma picarona y todos supimos en ese momento a lo que debíamos jugar, las cartas estaban encima de la mesa.
 Yo estaba ya muy mojada desde hacía rato, por lo que estaba deseando que me dieran caña lo antes posible.

De repente y sin preguntar, mis compañeros me rodearon por todas partes.
 Uno me besaba, otro me levantaba la minifalda y me metía mano por debajo de mi tanga negro, otros se masturbaban delante de mi y rozaban su pene por mi cara y todo mi cuerpo, al final me follaron unos cuantos y conseguí que todos se corrieran en mi cara, tetas y cuerpo en general.


Era la fantasía que había tenido durante toda mi vida y por fin la había hecho realidad, era un gran día para mí.

Esa noche conseguí por fin mi gran BUKAKE, que no sería el último por supuesto....

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