Estamos haciendo el sexo Brooke y yo, al besarla en sus hombros pasandome acariciándome con mis palmas de mis manos de arriba hacia abajo y cambiando de izquierda a derecha sus pechos palpando que constantemente sus pezones se endurecen por el clímax igualmente por las erecciones que son inminentes en ella. Extiende y se aferra fuertemente con sus dos manos al mostrador saliente de la cocina al doblarse le subo la falda jeans al bajarle y quitarle el hilo dental cachetero carga botas italianas negras, se las abro las piernas me agacho comienzo a olerle su culo le beso detrás de las rodillas le subo con lamidas a sus piernas sigo, escucho los gemidos placenteros y disparados como pronunciantes de Brooke; encuentro sus glúteos me posesiono de ellos, entrándole a comerme a puros besos y besadas el ano y el rabo de Brooke que están exquisitos y sabrosos.
Ya preparada me paro al bajarle los pantalones con el calzoncillo para penetrarla y cogerla a la máxima bravura dándole varias veces sacandole y metiendole mi pinga, al venirme en grandes cantidades industrializadas con mi paja y polvo; se incorpora se agacha Brooke para quedar tranquilamente comiendo con su boca todo mi paja y polvo que se lo traga al tenerme con sus dos manos sujetándome mis muslos y nalgas esta muy gozada, glotona, ruda y sobre todo, hecha una desquiciada. La siento en una esquina del fregador para mamarle sus pechos mu y abrazados en la misma cintura con la falda jeans levantada a la altura de su cadera, quedamos tranquilo y descansando encaramados en el mostrador a una esquina del fregador por todo el sexo ardiente, fabuloso, sublime como satisfaciendo nuestras necesidades de un buen polvo y paja que cada vez más se vuelve emocionante y largamente entre Brooke y yo.
En la cocina comiéndome a puro gusto la mismísima Brooke.