Diariamente en persona trasladándose igualmente siendo su único medio de transporte hoy por hoy; sé mueve siempre a su trabajo gubernamental, por la razón qué ahora no cuenta ni siquiera tiene auto propio, ya qué está dañado sin posibilidad ahora mismo de arreglarlo también por falta de dinero para costear él arduo trabajo respectivamente. 

Bellamente exhibe, luce, lleva, modela, viste su conjunto tanto de bleiser junto con pantalón ajustado así ceñido sobre entallado de color de fondo gris negro oscuro con finas y leves líneas blanca costura; a su figura de contornos principalmente de silueta pequeña, o sea, talla SMALL por parte en vivo y a todo color por supuesto en persona la diva de Brooke y solamente la diva de Brooke. 

Cómo todas las mañanas. Apantallada, obviamente encantada, igualmente fascinada, especialmente maravillada, efectivamente atraída por él paisaje panorámico por las ventanillas del vagón del tren; tan apreciada por los momentos disfrutadas y vividas siempre por la belleza de Brooke. 

Un adolescente de escasos catorce años; está a un par de metros de Brooke escasos, lleva una regla larga cómo de textiles y costura sé la zurra levemente por toda la parte baja de las nalgas redondas y duras así paradas. Brooke voltea hacia atrás no descubre, ni sorprende, ni ve a nadie qué la molesta y sobre pase e irrespete. 

Él adolescente vuelve ahora con un paraguas largo, le zurra toda la punta grande desde abajo hacia arriba por todo él culo; Brooke algo brava, furiosa, incómoda, molesta, sería en fin. Voltea nuevamente sé encuentra a nadie no ve, ni descubre, ni sorprende, ni agarra alguién; qué le hace ésto. Así irrespete, por supuesto molesta, incluso para arremeter sobre pasarse en su propia cara. 

Sale Brooke del tren corre él adolescente de catorce años. Le da está fuerte y tremenda hasta súbita nalgada, tropezando sé cae sobre todo queda regado por todo él piso de la estación del tren. Brooke ya harta y cabreada lo sujeta y toma fuertemente del brazo, lo levanta, le da su merecida hasta marcada de impresión de su mano por bofetada en la cara de este adolescente; lo mira fijamente al exigir explicaciones por lo sucedido en él tren con ella. Ya le tira y vacía toda la colera qué fuese este comportamiento con las mujeres adultas y maduras, qué puede ser su madre para darles unos correazos qué le vienen al anillo para qué aprendas, a las malas a respetar a las mujeres completamente. 

Él adolescente de catorce le responde: hace pocos días enterro a su Santa madre, qué tenía treinta años espectaculares de cáncer terminal de pulmones, Brooke lagrimosa y llorosa algo, se conduela lo abraza y lo perdona; al dejarlo ir y siguen su camino por diferente direcciones.