Luego de mi experiencia con su madre loba comencé a mirar con mas interés a mi perro llamado blanco,de cuerpo medianamente grande y una pija fina larga y puntiaguda,por lo,general siempre la tenia húmeda sus huevos no eran grandes pero el cuero que cubría su pija parecía grueso,( tanto,loba como blanco eran de tamaño mediano a grande y raza perros). Lo comencé a llevar a mi cama y cuando se dormía su pija se paraba,yo tenia mucha calentura y no tocaba una pija hace tiempo,por varios días palpe su pija para saber hasta donde podría llegar,una tarde cuando mi mano ya tomaba toda su pija decidí darle una chupadita con cautela por si me quería morder,la delgada punta de su pija sobresalía del cuero y brillaba como de costumbre,sin tirar el cuero para atrás le di un lengüetazo,y el pareció entender mi sufrir y separo sus patas a la vez que su pija salia mas de su escroto,viendo su disposición me acomode y tome su pija en mi mano y me la metí en la boca,estaba mojada y caliente seré mis ojos y comencé a chupársela lentamente sentía como se hinchaba su falo en mi boca que no lo soltaba,tenia una suavidad que jamas sentí en otra pija,en mi boca se hinchaba tanto que apenas podía tragarla,sin embargo no deje que me la sacara,continué chupándosela hasta que su agrio semen entro en mi garganta,provocandome arcadas,mientras me pajeaba fervientemente.