En una boutique de lencería femenina esta Blanc con su enamorado que se prueba unos ligueros que hacen juego con unos hilos dentales y unos brasieres muy sexys y también eróticos. Se los modela hasta exhibe a plenitud con un frenesí, además bellísima de pies hasta la cabeza, en donde el enamorado le dice combinan perfectamente con las botas negras de punta de tacón bajo, sonriéndole Blanc al tener tres pares en la mano le dice:
- Cómpramelos, para estrenarlos tres días a la semana en las noches cuándo llegamos de trabajar. En la caja gustoso paga el valor por los tres pares el enamorado al ponerle la mano izquierda en un bolsillo de la falda jeans que viste ese día Blanc, agarrado de la mano salen de la boutique agradeciéndole un millón de gracias a la atenta como distinguida y jovial vendedora que ayuda a escogerle los modelitos de lencería femenina que le quedan maravillosa y a la medida exacta en el cuerpo bello y deseado como apetitoso de la misma Blanc, que besa en la boca a su enamorado abrazados con la manos en la cintura tanto por Blanc y por su mismo enamorado.