Aterrorizada queda estupefacta Brooke al descubrir lo que tanto sospechaba que la trae sumamente preocupada sobre todo perturbada hace tiempo que le gusta también las mujeres y se ha enamorado de su sobrina Deborah que trabaja en la vicerrectoría administrativa Estando juntas en una habitación al observarla que se quita la blusa al estar pegadas no puede quitarle para nada la vista, entonces la mira detenidamente Deborah que es casualmente su sobrina al hablarle con franqueza y seriedad estas enamorada y te gusto como mujer para hacer el sexo, quedándose momentánea mente callada igualmente sin pronunciar palabra alguna la misma Brooke al besarle su boca al ponerle la mano derecha alrededor de su cuello a la propia asistente de la vicerrectoría administrativa.


Le manifiesta besas maravillosa y espectacularmente tía al referirse específicamente a Brooke, continúan abrazadas mientras se apasionan como emocionan por los besos de labio a labio la asistente de la vicerrectoría administrativa le pone sus manos en sus glúteos teniendo las pantimedias puestas junto con la falda entallada ajustada azul oscura excitándose al recorrerle de abajo hacia arriba con sutiles tocadas los glúteos como muslos también el vientre al subirle la falda para tocarle superficialmente la zona de las inglés de la mismísima Brooke que está sumida en un trance glorificado, atraída, deseada, deleitada, apasionada, feliz porque le leyó la mente la asistente de la vicerrectoría administrativa al convertirse su relación de familia como compañeras de trabajo en una unión de sentimientos, cariño, amor y por supuesto enamorarse perdidamente una de la otra y viceversa.


Quedándose calmadas pegadas a la pared de la habitación donde se metieron para estar solas y juntas en la privacidad explorando su bisexualidad considera que quiere pasar el resto de su vida sin separarse por un breve instante del corazón como del alma que corona actualmente su realidad de mujer amada en compañía nada menos de la mismísima asistente de la vicerrectoría administrativa agarradas fielmente de las manos mientras se contemplan una con la otra y sucesivamente en silencio reafirmando su realidad fehaciente que no podían detener ni siquiera callar por más tiempo saliendo inminentemente a la luz pública entre las dos y solamente las dos.