La tarde era muy calurosa ese día, y Ramiro se sentía solo y aburrido en su departamento, ya que su esposa había salido de viaje esa mañana, decidió salir a caminar rumbo al centro para distraerse un rato, viendo aparadores, sin darse cuenta se había alejado un poco de las calles del centro, y estaba frente a la puerta de un bar, entró para refrescarse con una bebida, se sentó en una mesa y pidió una cuba libre, bebida que le gustaba mucho, en el televisor del bar estaban pasando una película de encuentros gays, se fijó a su alrededor, y notó, que era un bar gay, inconsientemente chupó el agitador, cuando se le acercan dos chicos y se sientan en su mesa, pregúntandole directamente si no querría chupar otra cosa que no fuera el agitador, sorprendido por la pregunta, sintió cuando uno de ellos deslizaba una mano por abajo de la mesa y le tocaba su entrepierna, cosa que no le molestó para nada, al contrario, sentía que le gustaba esa acción, le dijeron que si los quería acompañar a su apartamento a dos calles del bar a pasar un momento agradable con ellos, pidió la cuenta, y se dispuso a acompañarlos, dispuesto a pasar una aventura que no quería dejar pasar, ya que le atraían los transexuales, a pesar de estar casado, esa era una de sus fantasías, y ahora que se le presentaba la ocasión, quería aprovecharla. Ya en el apartamento, uno de ellos se quitó la ropa, y Ramiro se sorprendió gratamente al ver que llevaba puesta una tanguita femenina, y tenía unas muy bien torneadas piernas, que al verlo de espaldas se le figuraba una escultural mujer, pero ya de frente le encantó verle aquella verga enorme le se le salía de la tanga, mientras que el otro chico le bajaba el pantalón y sintió cuando le estaba chupando su verga con frenesí, ya los tres desnudos en el mueble, Ramiro sintió cuando uno de ellos le untaba una especie de aceite un su culo, y trataba de meterle la verga por el culo, el no se resistió, al contrario se empinó para facilitarle la acción mientras le mamaba la verga al otro chico. Eso era lo que siempre había soñado, estar siendo poseído por el culo, y estar mamando una buena verga y que se vinieran en su boca y le llenaran se semen su culo, sentía tanto placer Ramiro que no quería que terminara aquella aventura, le dieron una cogida inolvidable, se sentía plenamente realizado, sentía que por fín había salido del closet aquella mujer que el sentía llevaba dentro, porque se había sentido completamente felíz de haber realizado esa fantasía tantas veces soñada.
Ahora, cuando hace el amor con su esposa, se imagina que es a el al que se están cogiendo, y disfruta más esos momentos.
hola: esta muy rico tu relato, pero me hubiera gustado mas q no fuera una tercera persona. de todas maneras logras el objetivo q es calentarnos jajaja