Soy Beatriz, tengo 45 años, soy pelirroja pero no natural, blanca, de tetas grandes, medio regordeta y culo no tengo tanto pero me defiendo.
Un día fui a una fiesta con unas amigas, bebimos y al pasar de las horas yo ya me sentía ebria, así que decidí llamar un taxi de esos de aplicación.
Me subí al auto, el conductor era un señor moreno algo gordo, de 50 años más o más o menos.
Desde que subí no dejaba de mirarme por el retrovisor. Ese día me había vestido muy provicativa, como estaría con mis amigas no corría ningun riesgo, según yo, pero olvidé que en algún punto iba a regresar a casa yo sola, también traía puesta una blusa blanca pegada, una playera de red y una falda negra cortita, decidí no usar sostén, por lo que se me marcaban mis tetotas y mis pezones.
Íbamos de camino cuando de pronto el conductor entró en un callejón, no había nadie absolutamente, apagó las luces y me dijo "no te vas a bajar de aquí hasta que me saques toda la leche putita"
Sacó una navaja y me pidió pasarme al asiento de adelante lo obedecí, saco su verga del pantalón, me tomó de la cabeza y me acercó a ella de manera brusca, yo no abrí la boca pero se la pasó restregando me su verga en la cara mientras me gritaba que abriera la boca.
Poco a poco sentí como su verga cada vez estaba más dura, no sé si fue de lo ebria que estaba pero saqué un poco la lengua y le di unas lamidas muy rápidas.
Luego sentí como de manera desesperada me apretó el culo, luego subió su mano y me levantó la blusa de manera brusca, me descuidé y en ese momento me metió su verga entera en la boca.
Ahí estaba yo, sin escapatoria, en el asiento del copiloto, recostada en su regazo, con mis tetas blancas y enormes de fuera mamandole la verga.
El tenía una mano sobre mis tetas, las masajeaba y me pellizcaba los pezones, era suya, me podía hacer lo que quisiera.
Metía y sacaba su verga de mi boca y garganta, luego la sacó y me pidió que se la besara, a lo que accedí en mi situación.
Me decía cosas como "que bien la mamas putita" sacó su verga de nuevo y me pidió masturbarlo, me tomo del pelo, me jalo hacia atrás y continúo el masturbándose, hasta que estaba apunto de soltar la leche y me metió la verga de nuevo a la boca para terminar en mi garganta.
Me levantó, me besó de una manera muy cerda mientras me seguía tocando las tetas, abrió la puerta, me empujó y lanzó mis cosas para después irse.
Yo aún con las tetas de fuera recogí mis cosas y me metí las tetas a mi blusa para irme caminando a casa.