Personalmente admito un hecho sobresaliente en mi vida laboral diaria; que tengo un compañero enamorado igualmente cautivado por todo mis contornos anatomicos femeninos especialmente la zona de mis gluteos y muslos que son atrevidamente excitantes como seductores, provocativamente en todos los sentidos de la misma palabra al lucir medias con faldas entalladas.

Enalteciendo una semana cualquiera de trabajo llevaba puesto faldas del mismo uniforme un día fui a revisar unas calificaciones de unos estudiantes de la escuela de derecho como siempre recibo la atención y me colabora el compañero al bajarme los registro. Antes de caminar al escritorio de la oficina de registro me toca y me peñisca tres veces mi gluteo de una manera algo indiscreta que no es de sensurar sentada se me engrosa mis muslos, ahí se pone algo liso como sinverguenza a la vista libre de la ventanilla me pasa su mano derecha desde mi gluteo derecho hasta terminar en mi rodilla, le digo no me hazga así, cuando estoy sentada precisamente en la ventanilla pero le sonrio para que no se siente mal y a la vez, para que conozca que me gusta que se comporte además me de cariño merecido hacia a mi, por ocho horas y mas que compartimos los sabados despues que salimos de trabajar.

Otras ocasiones cuando estoy sirviendo y calentando en el microonda el cafe parada adelante del microonda; sin que nadie nos vea le dejo que me toque mi vientre recorriendo con su mano suaves mis muslos terminando en mis gluteos, acariciandome sinverguenza y indiscretamente en horas de trabajo en la misma universidad.

También estando sola en mi oficina aprovechando que esta cubriendo las vacaciones de la jefa, le dejo entrar por el pasillo detras de la oficina de la decana de la facultad derecho para estar con su compañía por breves minutos, dandole placeres y privilegios indiscretos que viva sus tocadas de mi gluteos y senos voluminosos como lo llama mis melones, que al estar doblada de la espalda para arriba se pronuncia mucho y a la atención total de las personas que pasan por la ventanilla viendose como unos verdaderos melones fructeros.