Había llegado a la finca de Omar el lunes al mediodía, ya era día viernes, empezé a hacer memoria de los días que había estado allí, y empezé a hacer comparaciones entre Atala y Victoria. Atala en nuestra cogida, fué calculadora, le fascinó mi verga, la mamó, se la clavó todita sentada sobre mí, se tomó todo el tiempo del mundo para tener sus orgasmos, con la verga clavada no hizo el mete y saca tradicional, con la pija metida sólo se movía en circulos sin sacar nada tratando de frotar su clítoris al tronco de la verga, gemía de placer, y cuando se la sacaba y metía lo hacía de
pacio, disfrutamdo centimetro a centimetro mi polla, aún acabando lo hizo despacio, y si se movió fué para darme sus pezones, quiso metersela por el culo y ella misma la fué introduciendo, para luego pedirme que yo siguiera el ritmo que quisiera, metiendo y sacando a mi gusto la pija para llenarla de leche. Victoria fué más precipitada, quería la verga llenandole su panochita y se movía como loca a pesar que la tenía a gatas. estaba más caliente y ansiosa, y se satisfizo a su manera, de ahí que sus orgasmos eran casi simultaneos. El día anterior había llegado Irene, la hija menor de 16 años. Por cierto diferente fisicamente a a la madre y a su hermana, era más bajita talvéz 1.58 a 1.60 mts. de estatura, más llenita de piernas gruesas, cintura fina y pechos más grandes, talvez una medida de busto de 95, su tez blanca y ojos café claros, y muy bonita. Casi no hablaba, pero seguía con todo detalle mis movinientos. Ella llegó a la salida de la escuela serían como las dos de la tarde, se llevó la ropa sucia que a su madre mo le había alcanzado de lavar, me dejó prepardo algo de comida y se marchó.
Ese día era viernes 14 de septiembre, no fué a la escuela porque el día 15 se conmemora el aniversario de la Independencia de Guatemala, llegó como a las once ya con la ropa planchada, y se metió a la cocina a preparar comida, Comimoa juntos y en la plática me comentó que su mamá se había ido nuevamente a la capital, para acompañar a la profesora de la escuela, ya que el día siguiente por las tarde noche habría una boda y que la profesora iba a ser madrina de dicha boda. Al mismo tiempo me comentó que suy hermana Victoria esa noche no iba a dormir en su casa porque se iría al poblado, a la casa de la novia para ayudar en la preparación de la comida que iban a servir en la fiesta, y que a ella le daba un poco de miedo quedarse sola, por lo que le dije que no había problema que podía quedarse en cualquiera de las habitaciones. Después de la comida salí a recorrer la finca y regresé como a las séis de la tarde, Irene ya había regresado de su casa, tenía puesto un pantalón vaquero bién ajustado, y sansalias de tacón mediano, que le hacían lucir exquisita, un culo redonde parado y piernas hermosas, que con el vestido que tenía por la mañana nada que ver, su pelo suelto liso negro, y su playerita ajustada dejaban apreciar los pechos maravillosos que lucía con orgullo. Después de la comida nos pusimos a ver televisión la lluvia empezó a caer fuertemente, y empezaron los vientos fuertes nuevamente, llovía a cantaros y hubo corte en la energía eléctrica, con una lampara de kerossene estuvimos platicando y jugando cartas, era temprano a lo sumo las siete de la noche, le pregunté si tenía novio, me dijo que no, le pregunté también si era virgen,(yo sabía que no por lo que había escuchado de Victoria con la relación que había tenido con Omar, y que este la había desvirgado), ella me dijo que sí era virgen, pero me lo dijo así cabizbaja, nerviosa y como avergonzada, la plática se fué volviendo más candente por las preguntas de ella tratando de averiguar mis experiencias sexuales, y las respuestas en doble sentido. Ya en confianza y despué de casi hora y media de charla, me dijo que había oído la plática de Atala con la profesora de la escuela, en la cual le decía que al entrar a sacar ropa sucia a uno de los dormitorios y pensando que no había ninguno enla habitación, entró, pero al pasar se dió cuenta que yo estaba dormido, y sin cubrirme con las sábanas y pudo observar un tremendo pene grueso, que a pesar de estar flácido se veía bastante apetecible.
Yo sonreí del ingenio de Atala al hacer su comentario sobre mi pene, sin decir la verdad, pero comprendí que en el fondo ella necesitaba decir algo de lo fascinada que había quedado de la cogida a su gusto que me dió, porque así fué ella me cogió a mi. Ante tal comentario le pregunté a Irene si ella alguna vez había visto un pene de hombre adulto, bajó la vista, y me dijo que sí que le había visto el pene a Omar, y que incluso se lo había acariciado y besado, porque él fué quién la hizo mujer, y que lo habían hecho como cinco veces y que disculpara por haberme mentido.
Le pedí que esa noche se quedara conmigo, ella asintió y la empezé a besar, lentamente saqué su playera, no tenía sostén, sus pechos grandes esan duros con una aureola rosa, sus pezones eran miniaturas y la punta de los pechos lisos, brillaban de la dureza como la piel estirada de lo duro, eran una delicia chuparlos, su piel estaba eriza, su vientre plano y suave, saqué sus pantalones con todo y su calzón, sus nalgas las mordisquié, parecían de piedra, sus muslos duros y exquisitos, su vaginita pequeña, abultadita con escasos vellos púbicos, pero si un clítoris enorme y labios rojos y gruesos, empezó a brotar líquido de su panochita, la chupé, lamí, le succionaba su clítoris hasta hacerla venir en un orgasmo fabuloso, se quedó como mariada según me dijo, no se lo había hecho Omar, era su primera vez oral. Cuando quitó mi ropa interior, se quedó muda al ver saltar la mole de pija dura y gruesa, roja y las venas hinchadas, se la metió a la boca y empezó a chuparme muy suave, lamía mis testículo y chupaba el glande, eso si se lo enseñó muy bién el cabrón de Omar, dado que estaba excitado me corrí en su boca. Nos quedmos un rato recostados boca arriba, y luego empezamos a acariciarnos de nuevo, ella me dijo que tenía miedo que la fuera a lastinar al meterle la verga
ya que si le dolía con Omar que no tenía ni la mitad de mi verga, conmigo sería peor. La puse frente a mi de lado con su pierna sobre mi cadera, empezé a besarla tiernamente, besaba su cuello y sus chiches, y con la cabeza de la pija le recorria desde el ano hasta el clítoris, no tardó en estar nuevamente lubricada, hacía el mismo recorrido, deteniendome en su entrada y le metí la mitad de la cabeza, la saqué para llevarla a su clítoris, con la punta la masajeaba dos tres veces, y luego bajaba al ano y volvía a subir le metía otro poco y de nuevo al clítoris, así la tuve como cinco minutos, a todo esto ya le entraba la mitad de la pija, y entre metida, pasadita y masajes, cuando vino a darse cuenta ya se había tragado las ocho pulgadas de verga, la senté sobre mi para que cabalgara y le guiaba el ritmo tomandola de las caderas y así la subía y la bajaba, ella me daba sus hermosas tetas par chuparsela, luego empezó a movere como loca y dando grititos y gimiendo se vino nuevamente, le dí vuelta y quedando sobre ella la empezé a bombear despacio, sentía la estreches de su vagina, y más aún cuando ella me apretaba el pene con su paredes, la metí al fondo y solté los chorros de semen caliente, ella sólo cerró los ojos apretó sus piernas a mi cintura se arqueo, me dí cuenta que estaba a punto de venirse nuevammente y mi verga semi parada le entraba y salía, se vino y la pija se volvió a poner dura y ya no la saqué seguí bombeandola rapidamente, sentía como palo la pija y en seguida la volví a llenar de leche. Era un placer inmenso el de ambos. Los dos deseabos repetir una y otra vez, casi no dormimos por estar volando huevo, cuando desperté eran casi las diez de la mañana, a mi lado profundamente dormida estaba Irene, corrí la sábana y pude observar su cuerpecito aún de niña, pero con unas curvas preciosas que su ropa no dejaban lugar a la imaginación, su rostro dulce, y así dormidita se le dibujaba una sanrisa como de satisfación, sus nalguitas redonditas y paraditas, bién duritas empezaron a despertar en mí el morbo, así de lado como estaba le coloqué la verga en la entrada de su culito, lo llené de saliba, y con mis dedos la empezé a dilatar, ella empujo su culito hacia a mi, aceptando lo que yo quería hacer, al tener ya dos dedos metido, cu culito estaba dando el punto, acerqué la cabeza al hoyito y al empujar entró, ella no se movió, empujé otro poquito y se fué la cabeza y un poquito más, ella se retiró un poco, no me moví ni saqué nada, ella se volvió a pegar, dí otro envioncito y se le fué otro poco, tenía menos de la mitad adentro, la saqué y la volví a ensalibar esta vez se le fué hasta la mitad y ella gimió de dolor, y me pidió que mas despacito, no metí mas, entraba y salía, entraba y salía, ya su culito dilatado a la mitad de mi verga empezé a meterle más, pero ahora jugando con su clítoris, ella se movía candenciosamente, al sentir el goze de su clítoris yo la había penetrado en su totalidad, ella estaba a punto de venirse por la masturbada que le estaba dando, se contorcionó se vino y yo empezé a meter y sacar, ella corriendose y yo llenandole el culito de leche. Ese día al mediodía salí de la finca, haciendole la promesa que volvería después para hacer el amor como locos. Fué una suerte haberla cogido de último, porquee si ella hubiera sido mía antes que Natalia y Victoria, sólo con ella hubiera estado. Ella me prometió que si volvía se las iba a arreglar para que su profesora y yo nos vieramos a solas, a quién le había llamado la atención el comentario de Atala sobre mi pene, y que según Irene, a cada rato le decía a Atala, y de verdad Atala es impresionante la verga del amigo de don Omar?
Muy bueno y excitante