Apurada no se fija en el problema que está metiéndose por necedad imperativa de bajarse sin hacer caso omiso ni percatarse por la vista de un letrero visual y escrito en la cera prohibido bajarse del bus en forma de parada improvisada, cruzando al pegar fuertes frenazos como sonándole el pito de los automóviles gritándole que le pasa a usted mujer descuidada por poco la atropellamos así reiteradas veces se lo dicen a la misma asistente de la sala de profesores, que no presta oídos a esas intolerancias como irrespetos, desconsideraciones finalmente exabruptos por parte de los señores conductores. Tomándola directamente de un brazo por un policía de tránsito que esta patrullando esa avenida pidiéndole documentación informándole que ha cometido infracción y provocando un caos automovilístico por no fijarse a donde estaba pidiendo parada y causando este congestionamiento descomunal por su descuido y arriesgándose a un atropellamiento incluso, perder la vida tontamente por no seguir las leyes y los avisos publicados a lo largo y a lo ancho de nuestras avenidas y calles de nuestra ciudad capital.
Con unos ojos de asustada, aterrorizada, nerviosa, descontrolada, agitada, sudorosa, sofocada en fin todas las vainas que la ponen alterada y sufrida a la propia asistente de profesores; le pregunta con voz calmada, tranquila, inocente, atontada y mirándolo fijamente con sus ojos medio llorosos como puede solucionar esta infracción cometida hace pocos instantes. El policía le dice acompáñeme ciudadana a la estación policiaca hay tendrá que hablar con la autoridad para ver en lo posible como puede solucionar esta infracción que no la perjudique en su record policivo. Entrevistándose con un licenciado de oficio que escucha los por menores citados y descritos propiamente por la viva voz coherente y exactamente cómo ocurrieron los hechos suscitados, la sienta con la boca cerrada y con una mirada de pocos amigos esta pensativa que le harán por ser tan descuida como despistada incluyendo, sin mayor precaución que tuvo cerquita la muerte por su imprudencia.
El licenciado de oficio le ordena al cabo salga déjeme con la señora y que no me molesten para nada, cerrando la puerta del despacho este se para al sentarse al borde del escritorio le informa que ha cometido un serio delito que debe penalizarse y castigarse con todos los correctivos de mi alcance haciendo cumplir al pie de la letra la ley quién le caía sea quien sea. Le ruega desesperada y rompiendo en llantos Yessenia buscando la rebaja o la eliminación de la pena impuesta convenciendo al licenciado de oficio hay una forma entre nos como usted señora puede resolver y salir libre de este castigo.
Se desabrocha la blusa al quitarse el brasier al tocarse como sobarse con las yemas de las puntas de los dedos sus pezones mirando cautivante y provocativamente al licenciado de oficio, en que esta emocionándose y claudicando en lujuria con toda la lengua fuera de la boca guindándole súper mojada, se sube la falda azul oscura del uniforme de ejecutiva universitaria le muestra las joyas anatómicas que tiene al manosearse con las dos manos aferran tés a lo largo y ancho de estas al cruzarlas y levantarlas con sumas caricias con las palmas de estas debajo justamente de la rodilla aproximándose hacia sus muslos y glúteos llevando majestuosamente un diminuto y pequeño molde ante hilo dental el licenciado se agacha rapidito al quitarle las medias y hurgándole con el dedo índice precisamente en su vagina súper rasurada de prostituta atrayéndolo a su persuasión haciendo sus papeles protagonistico de puro sexo.
Puesta en el escritorio es follada y súper besada en el cuello como en los oídos por el arrecho y excitado licenciado que le mama los senos voluminosos también puntiagudos igualmente poderosos como armados hasta los mismos dientes muy parecidos a unos fructíferos como jugosos y apetitosos melones como muy sobada por las manos de este en todo su cuerpo de estatura pequeña pero voluptuosa y engrosada a pedir de boca en todos los sentidos propiamente de la palabra empeñada en beneficio de su absolución de la infracción cometida hace poco por ella en la vía pública.
Parada con las dos manos puestas en el escritorio le da la espalda al licenciado que se la coge plenamente en todo el culón que se hapta y exhibe monumentalmente por obra y gracia divina de la misma asistente de profesores que le da unas merecidas bombardeadas cañoneras de semen gratificantes y premiadas jadeando y gimiendo con toda la felicidad impresa en su rostro que con el dedo pulgar del licenciado se lo chupa y lame con la otra mano acariciante el vientre junto con su vagina mojadita por el orgasmo múltiple desbordante disparado por el clímax abordado con el licenciado de oficio.
Lo tira al escritorio lo cabalga más e inspirador y motivadoramente en comparación con sus otros hombres enloquecida y endemoniada hasta desquiciante encima a profundidad mirándolo fijamente a sus ojos negros. Orina en el baño del licenciado de oficio al limpiarse como lavarse con agua y jabón todas sus partes participativas en el sexo con el licenciado. Se arregla y acomoda todo el vestuario como se retoca su peinado y el mismo maquillaje la asistente de profesores, sentada en la silla frente al licenciado entrando el cabo al pedirle lleve a la señora a la misma vía donde la detuvo ella se comprometió hacer unos servicios voluntarios con los reos de las prisiones capitalinas a partir de la semana que viene y prometió juradamente que no volverá a caer en una infracción de esta magnitud.