Viajando una mañana en taxi la guapa asistente administrativa de la sala de profesores, tan distraída al salir de prisa de su casa no se tomo la molestia ni tampoco reviso si cargaba sencillo al tener jodidamente billetes grandes consigo en que comienza la semana y la mayoría de los taxistas no cargan para vuelto; pensando coño que haré si le digo que no cargo sencillo por seguro me deja a medio camino y me expulsa de su taxi o bien tardaría al regresar al tener ya mucha distancia lejana con el trafico acostumbrado antes de las ocho de la mañana en que se concentra todos los vehículos que van a dejar a los pelaos a los colegios también a los trabajos a los conductores de estos. Ingeniándose al desprenderse dentro y debajo de la falda azul oscura de su atuendo de ejecutiva universitaria de su hilo dental cachetero cargando ligero con botas italianas de tacón bajo de punta al correrse un poco más de las entrepiernas al divisarse claramente su clítoris rasurado como una autentica puta, pidiéndole al taxista mil disculpas por la metida de pie que hizo y no me di de cuenta para nada al pasárseme como olvidárseme inclusive distrayéndome completamente al no darme cuenta que cargo duro en la cartera como podemos arreglarlo y solucionarlo con unas lagrimas que le salen de sus ojitos negros bellos a la asistente de profesores, volteándose algo molesto el taxista pero al instante cambia la cara de molesto a alegre prendado con la visión fija a sus entrepiernas como ingles hasta cautivado a silbarle pleno como eufórico también deleitado igualmente entusiasmado finalmente intenso y consentido en que le informa corre por mi cuenta esta vez salvándose con mucha suerte que soy el dueño, conductor, jefe y mi chofer de taxi acariciándose como tocándose hasta manoseándose los senos al descubierto con la blusa roja abierta y el brasier en el estomago silbándole nuevamente ahora con mucha más ganas además acariciándola como metiéndole una mano en sus intimidades femeninas expresándole oh no que tengo una maravillosa como buenísima incluso excitante mercancía no lo piensa igual lo cree amable señor taxista, contestándose silencioso de arriba hacia abajo moviendo su rostro continuamente contestándole que sí agradándole como gozándolo hasta fascinándolo en vivo y a todo color en persona a la guapísima asistente administrativa de la sala de profesores que se va montando nuevamente en su sitio su brasier al abotonarse la blusa roja de manga corta y subiéndose el hilo dental cachetero acomodándoselo entre su ligero y cintura al bajarse y alisarse su falda azul oscura de su uniforme de ejecutiva universitaria parqueándose frente a las escalinatas de la sede universitaria lanzándole muchos besos pronunciados la guapa asistente administrativa de la sala de profesores radiante e iluminada en sus preciosos como tiernos hasta naturales ojos negros transparentados como fuera un espejo con el reflejo de la cara del taxista volteado, agradeciéndole al salir del asiento de atrás del pasajero del mismo taxi subiendo rápido y corriendo las escaleras hacia el reloj para marcar justamente cuatro minutos de entrar a las 8 de la mañana a trabajar a la sala de profesores…