En el asiento de atrás de su automóvil desnuda de la cintura hacia abajo sentado en el centro del mismo asiento con una toalla debajo de ella se unta crema lubricante en los labios vaginales, ano y culito; aferrada al sujetarse y doblarse hacia delante con una mano puesta en la consola de la palanca de cambios del automóvil la guapísima asistente administrativa de la sala de profesores, con su consolador eléctrico encendido en la mano se hurga por hora y treinta minutos sus labios vaginales con retorcimientos suelta con toda la gana premiada y con muchísima fuerza corporal como expresiva unos merecidos y plenos jadeos y gemidos por la sensación y el deleite rico que emana de su interior por el clímax y los múltiples orgasmos. En esa misma doblada ahora hurgándose el ano por la misma hora y treinta minuto soltando la prenda del jadeo y gemido constante de sus cuerdas vocales que nunca se emociono tanto por la intensidad que está tomando e invadiéndola el mismo consolador eléctrico en las inmediaciones de su ano.

Finalmente acertándole en su culito por el mismo tiempo que la vagina y el ano haciéndolo divina y expertamente al quedar satisfecha pero agotadísima cada vez más le exige muchas fuerzas corporales y ánimos y latiéndole con suma fuerza la sangre y el mismo corazón a la guapísima asistente administrativa de la sala de profesores la acción del consolador eléctrico en ausencia de su amigo teniendo ya veinte días de andar por el exterior con sus familiares. Limpiándose con la toalla humectante la vagina, ano y culito la crema lubricante sale a orinar y obrar agachada oculta detrás de un árbol al limpiarse esas partes vistiéndose nuevamente y continúa su camino la misma asistente administrativa de la sala de profesores esa tarde de sábado luego que salió de trabajar de la misma universidad ansiosa y zaceada como deliciosa hasta deseada de hacerlo y tenerlo metido en ella física y corporalmente adonde sea hacerlo en cualquier posición anatómica……………