Entre ustedes y yo, nunca pensé remota e inmediatamente volvería a enamorarme, cuando me divorcie cerré definitivamente con candado no volvería abrirse quedé devastada adicionalmente ya no creía en el amor puro; ya estaba harta de vivir con una condena qué pesaba de mucha desconfianza asimismo celos igualmente vigilada constantemente también aguantarme humillaciones de ahí sometimientos hasta insultos sobre todo deberle explicaciones alguièn soy suficiente mayor incluso madura por supuesto independiente absolutamente en fin. Les cuento que poco a poco con mucha paciencia loable y confirmable igualmente comprobable además demostrable por mi misma que fue enamorandome tras enamorandome con detalles que me robo mí corazón seco hasta marchitado de ahí resignada por mi y solo por mi que no volvería amar intensamente a nadie más de lo que me resta de existencia ustedes me entienden bien por los que han pasado por este capítulo de sus vidas terrenales y mucho más. Yo al principio solamente quería amistad y cariño, me negaba abiertamente aceptar piropos e incinuasiones al mismo tiempo me molestaba lo detenía y parqueaba seriamente a sus intenciones conmigo todavía obtusa al respecto por él, pero fue sondeandome al mismo preguntándome algo indiscreto como fuera de todo orden y lugar mis gustos en especial preferencias de vestir y sobre todo ropa interior, yo en firme le decía sería y repetidas veces no quiero que gastes dinero en mi, solo te quiero y veo como amigo y nada más siempre se lo decía. Ya después de un tiempo cedí y acedi a recibir caiñitos los llamo así a sus obsequios inofensivos y de un gusto extraordinariamente modernas que van acorde y perfecto sobre todo a mi personalidad de verme y vestirme día a día también atuendo distintos al estilo de mi imagen y reputación en fin. Conquistandome asi, bueno cambiando de parecer al pensarlo le daré una oportunidad e intentaré rehacer mi vida amorosa con él, llenando e así satisfaciendome finalmente complaciendo e inclusive viviendo juntos él y yo hoy por hoy no me arrepiento para nada al ser el excelente igualmente mejor a su vez perfecto hombre de los que ya no existen al quedar pocos de este tipo. Me consiente mucho que algunas veces riéndome primordialmente sonriendome le digo cuidado éstas malcriadome hasta echandome a perder finalmente volviendo como esas mujeres vanidosas cabezas huecas, racataca, etcétera pero yo lo valoro y quiero siempre entregándome de ahí concediéndole su lugar merecido a mí lado protegerlo, cuidarlo, defenderlo, amarlo, enamorarlo, quererlo, acompañarlo, etcétera para toda la vida.