Hola después de algún tiempo vuelvo a escribir y esta vez es solo para recordar a mi gran amor ARACELI, los que habeís leídos mis relatos anteriores sabeís que Araceli es una chica de Madrid que conocí cuando ella tenia 17 años, he contado varios relatos sobre mi relación con ella en los que os cuento todo lo que me hubiera gustado hacer con ella, la verdad es que ella se enamoró de mi, pero yo era un hombre de 40 años, casado y con hijos y nuestra relación surgió solo en unas vacaciones, debo decir en honor a la verdad que me volvió loco aquella chiquilla, pelirroja, con una melena que le llegaba a la espalda, sus ojos no eran muy grande, pero eran vivos y preciosos, su boca era como de miel, fui un poco cobarde, pues no quise reconocer que me había enamorado de ella, la gran prueba de esta afirmación es que hace 30 años de esta relación, por llamarla de alguna forma, y aun ìenso en ella como mi gran amor, he escrito relatos y secuencias con ella, las cuales he soñado miles de veces, pero la verdad es que el destino de las personas la mayoría de las veces no lo escriben ellas.
La última vez que hablé con ella, se había casado y me dijo que era feliz, bien sabe Dios que lo deseé en aquel momento y hoy muchco mas aun, no he vuelto ha tener noticias de ella y la verdad que lo he intentado varias veces, pero los telefono que he encontrado son los de los padres y nunca me han querido hablar de ella y mucho menos darme su dirección o teléfono, he intentado buscar un teléfono a su nombre y no lo he encontrado, ahora con los móviles es mas difícil.
Recuerdo un día en un supermercado, tropecé con una chica joven con un gran parecido a ella, estuve a punto de preguntarle por si podía ser su hija, pero no me atreví, pensé que lo mas seguro que todo fuera solo una jugarreta de mi imaginación y del deseo que siempre he tenido en volver a verla y hablar con ella.
Quiero dejar bien claro que nunca hice el amor con ella, aunque si lo deseé siempre, nuestro amor fue bonito, limpio, puro e infantil, pues faltó culminar la parte adulta, esa que yo he ido escribiendo y soñando sin escribir.
Hoy ya soy mayor y aunque mi amor por Araceli sigue intacto, mi deseo solo sería de verla y hablar con ella, o como minimo saber de ella, no sé porque, pero tengo esperanzas de que esto pueda ocurrir, quizás por eso escribo estos relatos.
Desde lo mas profundo de mi corazón le envio a mi adorada Araceli, muchos besos, todos los que podía haberle dado en esto casi treinta años que llevo sin verla. Juan SOHAIL
BUENO YA SABEÍS QUE ME GUSTA QUE ME COMENTÉIS VUESTRO PARECER, OS LO AGRADEZCO DE TODO CORAZÓN, AUNQUE NO SEAN BUENOS