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Aquel bello doctor en ginecología

Era una tarde un tanto fría y pasadas ya las cuatro de la tarde, me encontraba sentada en el parque de la Universidad con mi amiga Ainara con quien conversábamos alegremente de muchas cosas relacionadas a los chicos y las materias, cuando por casualidades de la vida tomamos un tema de conversación bastante atípico entre nosotras en el cual comenzamos a hablar sobre nuestra salud sexual, entre otras cosas me preguntó:
-"y. te has hecho algún exámen o papanicolau?
-"La verdad no lo he creido necesario"- respondí
-"pero ¿como que no? si es super importante, además me contaste que ya andas en aventurillas de estas desde hace unos cuatro años. yo tengo un doctor que es super amable y muy bueno si quieres te acompaño es muy cerca de aquí y pedimos una cita que te parece? pero definitivamente cuando entras a este "mundo"-rió-no te puedes descuidar.
-"Buena idea- respondí- tal vez ya es hora de hacerme un chequeo"

Así que recogimos nuestros cosméticos, nos areglamos un poquito, tomamos nuestras mochilas que estaban en el césped y salimos.

Se trataba de un edificio destinado a diferentes tipos de oficinas, ya el el quinto piso divisamos un letrero que decía: "Doctor Sergio Andenetta" "Doctor Carlos Pólit" y "Dra. Rossa Sanchez" Ginecólogía.
Nos acercamos a la recepcionista quien nos informó que el Dr. Pólit ( Ginecólogo de mi amiga estaba de vacaciones y que la Dra Sánchez estaba en un congreso fuera de la ciudad, por tanto únicamente el Dr Andenetta estaba disponible, así que tomamos un turno para el día siguiente.

El siguiente día sabía que debía ir con vestido o falda. a fin de cuentas no sabía si el famoso examen dolería o no, o si tendría molestias despúes, pero a fin de cuentas ( debo reconocer lo vanidosa que soy) decodí que ese sería un día especial como todos y me arregle muy bonita, mi vestido era blanco con encaje, usaba sandalias y mis uñas de los pies estaban preciosas con unos diseños floreados y brillosos, mi piel suave ( puesto que uso aceite de bebito todos los días para la piel) perfume y un maquillaje tenue. y claro siempre estoy sonriente!. no por nada. sólo que la vida es una aventura que hay qu aprovechar mientras dure.
La recepcionista tomó mis datos y después de un momento largo dde espera salió la anterior paciente y ¡flash! el médico que iba a atenderme. me impresionó sobremanera, era un hombre muy atractivo, no le quité los ojos de encima mientras revisaba junto con la recepcionista unas fichas médicas. su tez era blanca y su cabello rubio oscuro, de perfil bastate atractivo y ojos vivos penetrantes y hermosos color miel. regresó a ver a una de sus pacientes que estaba sentada al lado mío y le dijo.
-"Doña Graciela, ¿como está? Que gusto verla!, en un momento la atiendo!
Lo dijo con una voz tan cálida y segura que de inmediato me prendé de él. y claro la tranquilidad que tenía antes se esfumó por completo pensando que en poco tiempo me estaría revisando a mí.
Atendió a unas dos pacientes más y la espera era eterna cuando la temida voz de la asistente me sacó de mi letargo.
_"Srta. Buceli, siga por favor"
Cuando entré él estaba sentado en un escritorio, me sonrió y con una amabilidad infinita me invitó a sentarme, yo estaba un poco nerviosa más que por el exámen por tenerlo tan cerca mío.
_"Veo que estas nerviosa,no te preocupes. no es tan malo. cuéntame cuál es tu problema?" -lo dijo con amabilidad y mucho profesionalismo.
Le comenté que era mi primera visita al ginecólogo y que quería hacerme un examen rutinario para ver si todo estaba bien; entonces comenzó a hacerme una serie de preguntas sobre mi vida sexual a las cuales traté de responder con soltura y de vez en cuando le sonreía entre pícara e inocente.
Imagino que le parecí una paciente sui generis porque él también se relajó mucho y hacía bromas de vez en cuando y sonreía.
Cuando me pidió que me levantara del escritorio para acostarme en la camilla, noté cómo me miró de pies a cabeza y fijó sus ojos en el escote de encaje blanco de mi primoroso vestido.
Al estar acostada le pedí si podía revisar mis senos puesto que tampoco sabía hacerme un examen personal a ver si había alguna bolita o anormalidad a lo que me miró a los ojos, sonrió y aceptó. Miró un moento mis senos y comenzó a tocármelos y me dijo:
-"Tienes la piel muy suave"- mientras los miraba y los sentía.
En ese momento empecé a excitarme.
-"Si eres soltera debes cuidarte- me dijo-tomar anticonceptivos, chequearte una vez por año. yo igual soy soltero y hago lo mismo" y me miró con profunda coquetería.
De repente se puso muy profesional dijo que se iba a poner los guantes quirurgicos para el examen, que este no me iba a doler y que sólo iba a sentir como un pinchazito.
Me alzó la falda y yo me sentía en las nubes.deslizó primero sus manos en mis muslos y aún con guantes pude sentir la electricidad de su cuerpo; revisó mi vulva y me miró directamente a los ojos de una forma que aún no sé explicar porque ahí me dí cuenta que me deseaba. tomó la muestra me ceró las piernas y me dio una palmada en las rodillas mientras me decia "Eso es todo"
Al levantarme me dijo que fuera en dos día para ver los resultados de la muestra y ver como estaba.
Al salir y durante los dos días que debía esperar sentía una sensación increible al pensar en él. de hecho me masturbé pensándolo y me pareció tan delicioso.
El día de mi cita debía estar a las seis de la tarde ahí, iba a ser una de las últimas, al llegar me sorprendió ver sólo a una señora de edad avanzada y la recepcionista no estaba.
después de esperar un buen rato y cuando ya oscurecía salió él y noté que había sido un día muy estresante en su jornada. Se despidió de la anterior paciente nos miró a las que esperábamos y dijo "Dios! que tarde se ha hecho. Doris se enfermó y no vino a trabajar hoy y a sido un día muy agotador"- prosiguío a decir dirigiéndosé a la señora de mi lado "usted viene por su control del tumor verdad?"- y dirigiendose a mí- "Probablemente me demore mucho con la señora, si quieres ven mejor mañana"
No sé que cara hice yo, aunque recuerdo que pensé algo como "ni modo" y estaba dispuesta a decirle que no había problema; sin embargo él mismo dijo "está bien tu turno era para hoy, entonces hoy te atiendo"
Me senté a esperar nuevamente y como estaba sola comencé a dejar volar mi imaginación, afuera llovía a cántaros y el sonido de la lluvia me parecía riquisima, así que estallé en mi autoerotismo donde el protagonista era él, únicamente con la tela de mi panty y la poderosa imaginación llegué a tener dos orgasmos mientras esperaba en la solitaria sala de espera.
después de un momento salió la anterior paciente, y entré yo, él se cercioró que no había nadie más y dijo- "cerremos con seguro la puerta por precaución, la otra vez robaron la oficina de al lado"
Nos sentamos, y el revisó los papeles que tenía al frente y me dijo que todo era normal y que no había ningún problema, pero que era rutinario hacerme un eco para ver si adentro estaba todo normal.
-"Estás de nuevo con un lindo vestido"-me dijo-"¿no tienes frio? supongo que afuera estará un frío aterrador.

De hecho había ido con un vestido amarillo tenue de también de encaje una lencería color morado de lo más sexy.
Me quité el interior delante de él con mucha naturalidad me acosté en la camilla, me levanté el vestido y le abrí las piernas de una forma un tanto sexy mientras le sonreí; al parecer este gesto le provocó muchísimo porque lo sentí nervioso de repente, cuando me vió notó que me había hecho una depilación csi total y me dijo:
-"está muy bonito lo que te has hecho"
-"gracias"- le dije de la manera más coqueta del mundo.
Esta vez no tuvo el profesionalismo de la vez anterior y no se colocó los guantes, tocó mis muslos y prendió la máquina me dijo que me iba a insertar un tubito que tenía como una cámara por dentro o algo así. el momento en que me iba a insertar el tubo al parecer notó que yo estaba muy lubricada y cuando comenzó a entrar el aparatito cerré un momento los ojos para luego abrirlos y tomarle del brazo y decirle- "Creo que me va a doler doctor. o es lo mismo que si estuviera más . relajada"
Como le cogí el brazo de una manera muy atrevida y él ya estaba también muy caliente, me miró inquisitivo a los ojos muy directamente por un lapso de tiempo y me dijo:
-"podría. hacer. que te relajes un poco, pero no sé que tan correcto sea"
-"yo. quiero doctor"
En ese momento comenzó a acariciarme los muslos suavemente, pasaba sus manos por mis piernas y mientras me miraba a los ojos comenzó a manosearme la vagina: aún de pie, acercó a mí su torso y comenzó a besarme muy apasionadamente a lo que yo respondí mientras le acaricaba el cabello con vehemencia.
Se detuvo un momento y me dijo jadeante -"Estarás lista para el examen?" -"No creo doctor"- le respondí mientras le acercaba sus labios a los míos.
Entonces se colocó frente mio,y mientras me miraba fijamente a los ojos se quitó el mandil que llevaba puesto, se abrió la camisa y el pantalón mientras yo estaba acostada en la camilla ginecológica con las piernas abiertas.
Sacó su pene que lucía erecto, grande y viril que al verlo comencé a tocarme los senos como loca, se acercó a mí me quitó mis manos de mis senos y puso las suyas besandolos incesantemente, fue ahi cuando se puso al lado de la camilla y con su verga rica mojada y grande comenzó a acariciarme los senos. yo ya no daba más. y quería que él me penetrara. sin embargo se detuvo a besarme primero y luego a ponerme su pene en mi boca para que lo chupara; lo hoce un momento y luego me la quitó de la boca para deleitarse en mis labios. se puso nuevamente de frente se cogió su riquisima verga y comenzó con ella a acariciarme el clítoris y los labios vaginales, mientras co la otra mano tocaba el resto de mi cuerpo. luego comenzó a penetrarme haciendo entradas hasta la mitad de mi culito y de ahí una entrada profunda. cuando me metía la profunda hacía unos ricos movimientos circulares que me llevaban al cielo, pero luego lo sacaba, me hacía que lo toque y volvía a meter la verga así suave poco a poco y después de repente duro y profundo. tan rico. me penetró hasta el fondo y metió uno de sus dedos en mi ano. tan rico, tan rico. que veia su mirada de placer hasta cuando con sus bellos gritos masculinos eyaculó, haciendo yo lo propio y terminando en un orgasmo de los más ricos que he tenido.

Luego de esto nos seguimos viendo, ya no en el consultorio puesto que no es ético, pero sí en moteles puesto que él aún vive con sus padres y es complicado de otros modos.
El sexo co él es delicioso debo admitir. la siguiente vez que me encontré con Ainara y me preguntó que tal iba con mis cheqeos ginecológicos le repondí.
-"Muy bien, no sé por qué no fui mas antes, no sabía de lo que me estaba perdiendo."
Datos del Relato
  • Categoría: Hetero
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