"Todo lo que me dijo aquella preciosa voz por teléfono e hizo que mis bragas acabaran por los suelos..."

Me mordí el labio mientras me tocaba, provocante ante el espejo. Irracionalmente nunca me había planteado aquello. Sentí un liquido caliente bajar por mi muslo derecho haciendo que en mi interior se hiciera el fuego.

Si tan solo él estuviera aquí...Me follaría como yo pido.

Ante la conversación que habíamos mantenido en la última hora me había visto obligada a masturbarme para poder dormir más relajada. La idea de que su polla pudiera partirme en dos me ponía demasiado cachonda. Sus palabras habían sido claras y concisas tanto que me obligaros a gemir en el momento en el que su masculina voz me había propuesto lo que me haría aquella noche.

"Quiero ver como te tocas para mi, como frotas tu maravilloso trasero en mi polla mientras bebo de tu boca, mientras disfrutas. Disfruta todo lo que puedas por que después serás mía. Entraré por la ventana a media noche y bajaré tus preciosas bragas negras para poder deleitarme tocándote, sintiendo lo caliente de tu sexo, viendo como te despiertas entre gemidos, mojándote, para que al final pueda introducir uno de tus delicados dedos en tu vagina y hacer que te pruebes...Nena, sabes tan bien. Me pones tan cachondo. Quiero ver como gimes de placer al sentir mi enorme pene rozar contra tu orificio. Ver como las sabanas blancas se transparentan ante tu flujo. Quiero oír como me pides más nena, como pides que te deje tocar mi polla, se que la quieres chupar, se que me la quieres comer pero no podrás hacerlo, nena deja que yo me encargue primero. Abriendo tus piernas y jugando con tu vulva en mi boca, succionando y mordiendo, viendo como te retuerces, como aprietas los muslos como tu vagina se contrae antes del orgasmo...Oh pequeña, cada vez estás más mojada ¿Verdad? Y yo podré beber de ti, y mientras juego con mi lengua mis dedos te penetraran muy lentamente, haciendo que tus paredes se contraigan más, moviendo mis dedos poco a poco en círculos. Y cuando estés apunto de correrte, de llegar al más grande orgasmo sacare mi pene y haré que chupes, lentamente, mientras sigo torturándote con mis dedos, mientras sigo moviéndome lentamente. Cuando todo esté casi parado y tu me estés comiendo con ganas los huevos te apartaré con brusquedad te daré la vuelta y te estamparé contra la cama, con un solo movimiento meteré mi polla en tu estrecha vagina y te envestiré con tanta fuerza que te dolerá sentir tanto placer. Gritaras mientras te penetro y juego con tu clítoris. Así hasta que te corras y hasta que yo aguante unos segundos para que te tomes mi corrida, para correrme en tu boca."

Él había sido claro y yo...Yo me hubiera comido su polla encantada.