Sobre las tres llegaron mis padres, nos encontraron vistiéndonos después de pasar por la ducha, creyeron que veníamos de la playa y sin darle mas importancia, invitaron a comer a Carlota y Eduardo. Nosotras, sentadas en la mesa aún teníamos nuestros culos doloridos y por la cara de Eduardo cuando nos miraba debía estar riéndose por dentro. Después de comer, hicimos la siesta, y sobre las siete Eduardo se fue a su casa para cambiarse y quedar después para salir. Carlota no quiso dejar de ir al gimnasio y como no tenia ropa, le deje mía y nos fuimos las dos.
- ¡Vaya mañanita! - le dije
- Sí, realmente a sido movida
- - - ¡Has disfrutado de Eduardo! ¡Y es mi novio!
- - - Culpa tuya, no me hubieras provocado - dijo riendo
- - - Creía que ya no te gustaban los chicos
- - - Estas cosas no se dejan de un día para otro, y ya hacía muchos días que no estaba con ninguno, pero no creas, ahora mismo me pondría manos a la obra con Carmen.
- - - ¿Conmigo no? -dije sorprendida y algo molesta
- - - Por supuesto, o contigo -me rozó el trasero levemente.
- - - Carmen es una tía preciosa -dije
- - - Sí, me vuelve loca
- - Tenía que plantearle el compartirla, y fui llevando la conversación al terreno que a mí me interesaba.
- - - Hace días que me la miro y no me importaría montármelo con ella -y añadí rápidamente- al fin y al cabo yo te he dejado a mi novio. - - - Sí, es cierto, tu me has dejado a tu novio, pero tu estabas delante y también lo has disfrutado.
- - - No me importaría que tu también estuvieras con nosotras
- - - No se si a ella le gustaría.
- - - Podríamos montar una pequeña fiesta y a ver qué pasa -dije ésto sabiendo lo que pasaría de sobras. - - - De acuerdo, pero solo nosotras será muy descarado, para eso vale más la pena decírselo directamente. - - - Habla con ella y sonsácale lo que le apetecería, si una fiesta a tres o con mas gente.
- - - De acuerdo, hoy hablaré con ella.
- - Llegamos al gimnasio, allí estaba Carmen, nos cambiamos y a los 10 minutos desaparecieron en la sauna las dos. Yo me puse en los aparatos, a cada movimiento mi culo me recordaba como había pasado la mañana. Una hora después volvió Carlota, por su cara había tenido otro encuentro con Carmen, fuimos a una bañera de burbujas y nos metimos las dos, y me dijo.
- - - Ha ido todo perfecto
- - - Por la cara que haces ya imagino -dije con envidia
- - - Por eso también, pero me refiero a la fiesta
- - - ¿Qué te ha dicho?
- - - Que justamente quería invitarme a una fiesta el sábado por la noche, por lo que he entendido, es una fiesta que hace en su casa y van a ir compañeros suyos de la universidad (que dice que están buenísimos y buenísimas) y alguno de aquí del gimnasio. También me ha dicho que te invite a ti y a tu novio si tienes. ¿Qué te parece?
- - - ¡Perfecto! -Carmen había tenido una idea parecida a la mía para juntarnos a todas.
- - - Me parece que a Carmen también le gustan los chicos
- - - Mejor, así no se aburrirá Eduardo.
- - - Me parece por el modo que lo ha dicho que no se aburrirá nadie, seremos sobre los quince y por lo que ha dicho son muy liberales todos y todas.
- - - Pobre Eduardo, a ver si probara de su propia medicina sin esperárselo -dije riendo y moviendo el culito que tenia dolorido.
- - - ¿Tu crees que se dejaría?
- - - Quizás no le dan opción a dejarse o no - volví a reír
- - Eran las ocho y media, me vestí y fui a la Hamburguesería a trabajar, mi turno empezaba a las nueve, allí dejé a Carlota, Carmen le había presentado a uno de los asistentes a la fiesta del sábado y estaban empezando a "conocerse". - - El sábado por la mañana, aproveché para dormir y durante la comida dije a mis padres que después de trabajar saldría con Eduardo y que llegaría tarde, que según la hora no me esperaran, que dormiría en casa de Carlota. Cuando salí de casa, sobre las seis de la tarde, llamé al trabajo para decir que no me encontraba bien y que no podía ir a trabajar. Las coartadas estaban listas. En el centro comercial me esperaba Eduardo, fuimos a tomar un refresco y le expliqué lo de la fiesta, le advertí de lo liberal que podía llegar a ser, desde luego no puso ningún reparo no sin antes decir que como se le acercara un tío le rompería la cara, (con lo cachas que estarían todos, pocas caras rompería, jejeje), sobre las nueve llegó Carlota, por la cara que llevaba, su nuevo amigo había llegado muy lejos el día antes, de hecho no llegó a sentarse y nos dijo que nos fuéramos ya. Me confesó que tenia el culo destrozado, Juan (que así se llamaba) estaba muy bien dotado y la noche antes había metido su polla por todos sitios. - - Llegamos al apartamento, el primero en salir a nuestro encuentro fue el propio Juan, nos saludó y besó a Carlota metiendo directamente su mano por debajo la pequeñísima minifalda que llevaba. Las dos íbamos con Mini y top, al estar ya morenitas nos quedaba perfecto el atuendo.
- - Al poco se acercó Carmen, besó primero a Carlota en la boca y después a mi, también en la boca. Eduardo de entrada le ofreció sus mejillas pero ella cogiéndolo por el cuello le soltó un besazo con lengua que ya hacia presagiar como iría la fiesta. - - Sobre las diez ya estábamos todos, éramos 13, según Juan mal número, pusieron música y estuvimos bailando y bebiendo, el ambiente se iba calentando, por los sillones estábamos varios ya montándonoslo. En principio yo me empecé a enrollar con Carmen mientras Carlota y Juan también estaban metidos en faena junto a nosotras, la mano de Carlota acariciaba el culo de Carmen mientras chupaba el miembro de Juan, aunque ya habíamos hablado de que no le importaría que me lo hiciera con Carmen yo notaba unas miradas de celos que me perforaban. Isabel era otra de las invitadas y había encontrado en algún cajón un enorme consolador que se metía haciendo unas caras de gusto tremendas, Alberto y Eduardo estaban de pie, solos hablando mientras tomaban una copa y disfrutaban del espectáculo. Ni que decir tiene que prácticamente todos ya estábamos desnudos, Carmen de rodillas en el suelo jugaba con su lengua en mi vulva, pasaba la lengua por mis labios vaginales hasta llegar al clítoris que mordía y pellizcaba y me llegaban unas oleadas de placer a cada lengüetazo que me hacían jadear y contonearme, cogiendo la cabeza de Carmen le hundía la cara entre mis piernas, mientras Carlos pasaba su verga por su culo y coño, como si dudara donde meterla, Cristina estaba de pie, con una pierna apoyada en una silla mientras Enrique le comía el conejo a la vez que se masturbaba, Daniel y Pablo eran otros dos invitados, eran del equipo de ciclismo de la Universidad, estaban los dos depilados completamente y bailaban contoneándose abrazados y besándose, no se si la depilación era parte de la costumbre de los ciclistas o bien por coquetería de ellos. Desde mi posición, sentada en el sofá, podía ver toda la sala y me sobresalté al ver sentado en el sillón a Jorge, era otro de los del gimnasio, campeón de Culturismo, era un tío impresionante, sus músculos estaban súper desarrollados, y tenía sin lugar a dudas la polla más descomunal de la fiesta y por supuesto que yo había visto nunca quizás debía tener unos 30 cm y de un grosor de difícil de medir, Ana y Helena se la estaban chupando a dúo y a ninguna de las dos le cabía ni la punta en la boca. Sólo de pensar en aquel pollón entrando en mi culo me excité sobremanera, y me acojoné a la vez. - - La fiesta continuaba, las parejas ya eran tríos y cuartetos, Juan estirado tenia su polla clavada en el coño de Carmen, a la vez Carlota sentada en su cara chupaba mi coño y Carmen mi culo, notaba como las dos lenguas entraban y salían de mis entrañas mientras los dedos de las dos se metían también llegando más a dentro de mis orificios. Isabel, la chica del consolador, que debía tener la vagina más grande de todas (por el tamaño del consolador que se había metido entero no tenia dudas) estaba sentada a horcajadas sobre el gran miembro de Jorge, metiéndose cada centímetro de polla entre fuertes gemidos mientras Ana le masajeaba el clítoris para ayudarla a dilatarse y que entrara todo. Realmente las pollas de todos eran espectaculares, la más pequeña era sin dudas la de Eduardo, que ya desnudo, estaba enculando a Helena mientras esta chupaba la polla de Alberto, Cristina con el consolador estaba enculando a Pablo mientras ella era follada por Daniel, y éste a su vez por Carlos, formando entre los 4 en trenecito la mar de "movido". Nos fuimos juntando todos en el centro de la sala, la polla de Jorge era la atracción, en un momento u otro todas y todos pasamos nuestras lenguas por ella. Él se dejaba hacer, casi sin moverse, algunas intentamos metérnosla sin demasiado éxito, realmente era monstruosa, en uno de los varios intentos que hice me encontré chupándola a la vez que Eduardo que a 4 patas estaba siendo enculado por Daniel y por como se movía no había sido el primero aquel día, me miraba mientras chupábamos a Jorge, sus ojos eran una mezcla de deseo y placer y a la vez de culpabilidad por estar descubriendo que el sexo entre hombres no era tan malo como él había dicho durante tantos años, intento meterse la gran polla en la boca mientras Daniel se corría dentro de su culo y era substituido por Pablo, no creo que Eduardo se diera cuenta del cambio enfrascado como estaba con la polla de Jorge, yo insinué una leve protesta por acaparador, yo también quería probar de tragármela. Mi culo (quizás por pequeño, comparado con los otros) fue de los mas requeridos, creo que menos Jorge todos se corrieron al menos una vez en él, lo tenia súper dilatado y rebosando leche entre mis piernas, leche que Carlota se afanaba por lamer mientras Carlos se la estaba follando y metiéndole el consolador en el culo. Carmen estaba siendo follada a la vez por Juan y Alberto, tenía las dos pollas dentro del coño que estaba a punto de romperse, mientras Pablo pugnaba por clavársela en el culo, ella chupaba el clítoris de Helena, Ana e Isabel a nuestro lado hacían un 69 con sus caras y bocas llenas de leche y flujos. Oí mi nombre entre los gemidos y lamentos. - - ¡Xandra!
- - - Quién me llama -dije
- - - Soy Jorge, ven aquí, creo que tu culo ya esta a punto
- - - No por favor, me vas a destrozar - -
Con sus fuertes manos me asió las caderas, me atrajo hacia sí, metió la punta en la entrada de mi orificio, pidió a los demás que apuraran sus corridas y las echaran en mi ano, así lo hicieron, estaba llena de leche, empezó a empujar metiéndola poco a poco, no podía ni articular palabra abría la boca como si fuera a atravesarme y salir por ella, estaba metiendo aquel cañón sin ninguna piedad, cuando iba por la mitad creía que me desmayaría, entonces paró y empezó a sacar y meter, por suerte no la metió toda, empecé a disfrutar y a jadear, con la boca abierta Juan no pudo resistirse a metérmela en la boca y con el ritmo que me imprimía Jorge se la chupaba a Juan. El resto de las chicas se juntaron para hacérselo entre ellas comiéndose unas a otras, mientras Eduardo que había descubierto nuevos placeres no paraba de comer pollas y metérselas en el culo, Alberto que tenía quizás la segunda en tamaño era su preferido y el que más veces la tuvo metida en el culo de Eduardo.
- - Jorge seguía follándome el trasero y acelerando el ritmo exploto en mi interior, noté una tremenda cantidad de leche que rellenaba el espacio que dejaba su polla al ir saliendo, Juan también se corrió en mi boca. Caí rendida, no podía moverme, estaba exhausta. Eran las cinco de la mañana y los invitados empezaron a marchar, por fin solo quedamos Carmen, Carlota, Juan, Eduardo y yo.
- - Pasamos los cinco por la ducha y nos estiramos en la enorme cama de dos metros de Carmen, ninguno tenía ganas de más, todos nuestros orificios habían sido follados y no nos apetecía más que dormir y descansar.......
La verdad creo que todo lo que cuentas lo viste en uan pelicula, yo no creo que la gente sea tan liberal a ese grado, bueno esa es mi foram de pensar y me gustaria mucho vivir una especiencia asi, adios cachonda.