El día había sido algo duro, se Ana se sentía cansada, no es que hubiera sido diferente a los demás, pero en su estado todo le parecía más complicado, con más trabas. Miro su reloj, aún le faltaba media hora para que acabara su turno. Cansada como se encontraba decidió entrar en el lavabo para refrescarse la cara. Se miro fijamente en el espejo y pensó que tal vez ya estaba ganando algo más de peso. Se paso las manos por su cabello, media melena morena, colocándoselo bien, aunque en realidad lo tenía bien puesto. Después se fijo en su vientre, sus casi cuatro meses de embarazo empezaban a hacerlo crecer. Paso su mano por debajo de su camiseta y se acaricio el vientre con suavidad y ternura pensando en su futuro hijo. Sin apenas darse cuenta sus dedos rozaron su vello púbico en aquellas caricias, haciendo que algo de excitación aflorase en ella. Desde que se quedo embarazada sus relaciones sexuales habían disminuido y en cambio sus ganas habían aumentado. Se acaricio el poquito vello púbico una vez más, noto como su cuerpo aumentaba de calor. Bajo un poquito los dedos entre los pantalones y acaricio con sus yemas el principio de su sexo, notando como su clítoris había salido al encuentro de sus dedos. Gimió ligeramente. Su mirada se dirigió a la puerta, para comprobar que el pestillo estaba echado. Su mano bajo algo más, acariciando su sexo totalmente. Noto como sus pezones ya estaban duros. Cerró los ojos y volvió a gemir tras las caricias de sus dedos. Pero no paso de ahí, saco su mano de los pantalones y lavándoselas volvió a su mesa de trabajo en recepción. Ana se sentía mojada, sus braguitas seguía húmedas, ya que su cuerpo seguía teniendo muchas ganas de un orgasmo. El teléfono sonó, la habitación 5 no le funcionaba la televisión. Muy a pesar suyo decidió subir a mirar que pasaba. En la habitación la había alquilado un hombre solo de unos diez años mayor que ella, la recibió en bata. Ana probo con el mando sin tener solución alguna asique acerco una silla y subió para probar manualmente. En un momento dado la silla hizo un movimiento por su peso y ella se tambaleo. Noto como unas manos se aferraban a su cintura impidiendo que ella callera. Ella bajo la vista para agradecerle el gesto cuando se dio cuenta que la bata se le había abierto un poquito dejando a la vista su miembro. El se dio cuenta donde estaba mirando Ana, pero aun así no quito las manos de su cintura. Ella volvió la cabeza al televisor excitada, pues la visión de aquel miembro viril la había hecho volver la excitación que tenia hacia unos minutos.

Ana nerviosa  intento arreglar la televisión, aunque su mente solo podía ver aquella espectacular polla. Miro al lado y observó que en el espejo de la mesita se reflejaban los dos, su vista volvió a fijarse en la polla de aquel desconocido que le salía por la ranura de la bata. El hombre se dio cuenta. Movió sus manos y las dos quedaron apretando el culito de Ana. En la dio un respingo al sentirlas. Estaba nerviosa, pero le gustaba. En un movimiento absurdo la silla se tambaleo. Ella perdió el equilibrio, pero los brazos de aquel hombre la cogieron. El se dio cuenta de la pequeñísima barriga de ella.

-Estas embarazada?

-Si. Le respondió ella aun en sus brazos y abraza a su cuello

La llevo hacia la cama y la soltó suavemente. Ana quedo tumbada en la cama y el hombre paso la mano por su barriguilla. Ella gimió un poquito al sentir el calor de esa mano extraña en su cuerpo. La mano subió un poquito y quedo al lado de su sujetador. Ella cerró los ojos. Entonces la mano paso por debajo y acaricio sus pechos. Los pezones de ana ya llevaban rato empinados y duros, pero ahora, al sentir los dedos de él acariciándolos parecían que fueran a estallar.

 El hombre saco sus manos y rápidamente se deshizo de la bata, quedando completamente desnudo. El la levanta un poquito la cabeza para verlo. Sintió como su coño ardía por dentro, en unos segundos el hombre había desnudado a Ana entre caricias.. ella tendida en la cama boca arriba noto como la polla del desconocido recorría su vientre, como subía sin dejar su cuerpo, como el capullo de aquella polla se estrujaba contra sus pezones. Ella gemía ahora sin control. , noto como el la subía un poco y la polla rozaba sus labios. Ana no se contuvo y abriendo la boca se la metió toda, sus labios empezaron a recorrer aquella dura y ardiente polla, su lengua lamia el capullo mientras sus manos acariciaban los huevos de él.

Poco después el se había dado la vuelta y dejaba que Ana siguiera chupándole la polla mientras el ahora  tenía su coño en su boca. Abrió el coño con suavidad, su lengua entro todo lo que pudo dentro de ella. mordisqueo su clítoris, la sentía gemir y gemir pero sin dejar de lamerle le polla. Él le metió dos dedos en el coño, haciendo que Ana arqueara las espaldas de placer, abriéndose mas de piernas para que el pudiera adentrarse hasta el fondo del todo de ella.

Cuando ella grito que se iba a correr, el desconocido paro y le dijo que nada de eso. Se volvió rápidamente y agarrándola con fuerza le dio la vuelta. La abrió de piernas boca abajo en la cama. Ana noto como la polla del hombre bajaba por su culo, como intentaba entrar en su culo un poquito, pero que en un segundo bajo algo mas y abrió su coño, noto como cada centímetro de esa polla la habría, entraba dentro de ella. noto como toda ella estaba dentro, su coño ardía de calor. El la empezó a follar, cada vez mas rápido. Ana en esa postura podía hacer poco, solo apretaba el coño para sentir más placer cada vez que la polla entraba entera.. En unos segundos un chorreon de leche caliente se esparció dentro de su coño, haciendo que ella tuviera también el orgasmo de su vida. Su coño se abrió, se cerró una ráfaga de calor recorrió su cuerpo por dentro, el placer empezó de dentro de ella recorriendo su culo su espalda. Una oleada de placer la hizo gemir sin importarle nada ni nadie…