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Ampliandole La Concha A Mi Esposa - Parte 3: La Audicion Porno

Parte 1: http://www.cuentarelatos.com/ver_relato.php?id=27633

Parte 2: http://www.cuentarelatos.com/ver_relato.php?id=27634

 

Luego de una noche tan intensa como ésta había sido, quedaban pocas energías para cualquier cosa.

Al fin en cama –de nuevo- y ya casi dando las 12:00 AM, nos encontrábamos abrazados, su espalda contra mi pecho, semi-desnudos, aun sin poder dormir. Mentalmente excitados, y en ese estado de éxtasis prolongado que una buena sesión de sexo deja.

Decidimos conversar sobre lo sucedido, mientras veíamos el cielo estrellado desde la cama por la ventana abierta, y saboreando la brisa tibia que nos llegaba desde el lago.

“Que te pareció la cena?” –le pregunté.

“Buena… Pero me gustó más el postre.” –me respondió mirándome de reojo, con una sonrisita picara en sus labios.

“No si eso quedó más que claro!” –le dije.

“Estás molesto?”

“No, jajaja, para nada… Me siento raro, sí, pero ya no hay vuelta atrás, lo que pasó, pasó… Y tú?”

“Me duele la concha.”

“No es para menos, si aunque él mismo te decía que despacio, te clavabas la estaca como desaforada!”

“Si… es cierto, jajaja, ahora que lo pienso, sí que me deschaveté completamente, no?!”

“La verdad, si… golosa, tragalotodo, jajaja!”

“Ay mi amor, es que no sé, nunca había sentido tan rico… y te lo digo así de claro porque a estas alturas ya no creo que valgan disimulos ni ‘mentiritas piadosas’, verdad?”

“No, ya no, y te agradezco que seas franca y directa conmigo. Si hemos hecho esto juntos, para qué engañarnos de ahora en adelante?”

“No, pues no tiene sentido…”

“Aja… Y conmigo nunca sentiste algo así?” –me atreví a preguntarle.

“Sexualmente hablando..? Mmmno… es que es distinto… Esta cosita rica que tienes aquí –dijo estirando su mano hacia atrás y agarrándome la pija semi-dura- sí que me hace gozar mucho, y no la cambiaría por otra. Además, tu sabes cuánto te amo, así que ambas cosas juntas, pues son lo mejor que he tenido. Me encanta como me haces el amor.” –me dijo cariñosamente.

“Que bien, mi cielo. Yo también te amo, y me encantas.”

 

“Aunqueee…” –siguió diciendo con carita de pensativa. “Ahora que me lo preguntas, solo me habían hecho gozar así una vez más antes, que yo recuerde.”

“Ah sí? Quién? Entonces estuviste con un tercero antes de mí?” –pregunté sorprendido e intrigado.

“No, bobito! Te digo que solo tuve sexo con dos personas antes que tú y tú ya sabes quienes fueron. Fue-…”

“Con tu jefe?”

“Puesssi… Aunque no le llegó a la cogida que me dieron hoy, si es la única otra vez que recuerde.”

Eso me confundió porque siempre me había dicho que, aunque ya al final y después de haber cogido con el hombre aquel una buena docena de veces y su conchita se había ido adaptando al pene grande y grueso de su jefe, siempre le había dolido y se le hacía difícil gozar así. Y así se lo hice saber.

“Bueno, mi amor, lo que pasa es que viéndolo ahora en retrospectiva, quizás por ser la última vez, él estaba más delicado, mas cariñoso, y yo más relajada. Todavía me cogió como quiso, pero fue diferente y aunque me dolió, fue una de las dos o tres veces que creo que me hizo acabar sin tener que masturbarme.”

No podía creerlo. Solo de escucharle de nuevo, comenzaba a tener una erección, a lo que al sentir esto ella, me dijo:”Nooo, bebé, que bárbaro! Sorry chiquito pero por hoy, ya no puedo más.”

 

POST-FACTO

Transcurrieron varios días, de hecho casi dos semanas, hasta que volví a ver a Josh. Si, este es el nombre de nuestro vecino, el que se había gozado a mi esposa… o fue que ella se lo gozó a él?

 

Luego de aquella súper cogida, mi esposa Xenia (primera vez que doy su nombre también!), necesitó toda una semana para recuperarse. Yo estaba que me la quería coger lo más pronto posible, pero nos interrumpió su semana “en rojo”, y un viaje de dos semanas obligado de ella a Arizona a ver y cuidar a una prima recién operada de cáncer…

Era Miércoles, 18 días después de aquella noche, cuando me encontré de nuevo con Josh en la casa club de nuestra comunidad, pues suelo ir entre semana a jugar billar solo o con algún amigo, ya que el fin de semana es casi imposible lograr una de las tres mesas disponibles. Nos saludamos y le invité a que jugáramos. Acepto pero me dijo que solo un momento, pues tenía que reunirse con un amigo productor para un casting.

“Otra película? Crees que te den la parte?” –pregunté interesado.

“Ah claro, yo ya lo tengo. De hecho, es mi primera coproducción con este amigo. Lo que vamos a hacer es audicionar a las chicas para cinco personajes.”

“Oye, pero que trabajo tan ‘difícil’ tienes” –dije riendo con sarcasmo, haciendo la señal de “entre comillas” con mis dedos al decir ‘difícil’.

“Jajaja, me lo paso muy mal, verdad?!” –rió de buena gana.

“Y qué papeles harán las chicas que buscan?”

“Pues… necesitamos dos maduras buenas, de aguante, y tres chicas jóvenes más.”

“Sí? Y cuál es la trama?”

 

“Mira, se nos ocurrió la historia de una familia recién llegada a Miami. Queremos a una de las maduras y a una de las chicas jóvenes para que hagan de madre e hija. La otra madura será la vecina entrometida y caliente. Una chica será la amiga “mala-influencia” de la hija de la familia, y la chica restante será la mucama fisgona y, obviamente, cachonda también.”

“Oye, se escucha bien. Y solo mujeres? Entonces es una película lésbica.”

“Jajaja, nooo mi amigo! Como siempre habrá escenas entre mujeres, pero ahí está lo especial de esta producción, que como aunque voy a co-producir y dirigir, pues también voy a actuar como el vecino “galán” del vecindario” –dijo repitiendo mi seña ‘entre comillas’ de hacía un rato.

“En donde he visto eso?” –pensé sarcásticamente.

“Mira si eres vanidoso, eh? Jajá, va a ser especial solo porque tú actuarás en la peli, no?” –le dije en son de broma.

“Pues claro, jajaja!” –me siguió la mofa- “Pero en serio, lo especial es que tenemos a tres de los actores amateur mejor dotados del sur de la Florida, porque como tú ya conoces el “regalito” que me dio la naturaleza, no se vería bien otro par de actores dotados con el tamaño promedio de polla.”

 

“Tanto las van a abusar a las pobres?”

”Por eso necesitamos a las maduras aguantadoras. Aunque si tenemos un actor más… normalito. Él hará del esposo cornudo que se folla a la criada.”

“Las van a reventar!”

“Jajaja, tú solo imagínate!”

 

Y por supuesto que me lo imaginaba. Le había visto en acción en una de sus películas y más aún, en vivo y a todo color!

 

“Para esta filmación trajimos a mi amigo Billy, un jamaiquino que se trae una cosa tremenda ya sabes dónde. Y Carlos, un cubano negro que si lo ves no te lo crees..!”

 

De pronto revisó su reloj y me dijo que ya era hora de irse y que otro día jugábamos. Nos dimos la mano y se fue.

Me quedé pensando en lo que sería la vida de los actores porno. Termine mi juego y camine a casa.

Llegué a casa, ayudé a mi esposa a terminar de preparar la cena y nos sentamos a comer en familia. Todo bien, hablando de trivialidades. Que como había pasado de rápido el verano, que las cosas del año escolar nuevo, etc. Recién el Lunes de esa semana los chicos habían vuelto a clases y, debido a que yo trabajo desde mi oficina en casa, paso mucho tiempo junto a mi esposa, quien es consultora independiente en gastronomía, por lo que ambos tenemos flexibilidad en nuestros horarios hasta cierto punto.
Desde ese lunes se me había hecho agua la boca pensado en que me iba a coger sabroso a mi esposa a la primera oportunidad, cuando los chicos se marcharan a clases, pero para mí frustración visitas inesperadas, mi trabajo, y el de ella no nos lo permitió.

Esa noche de Miércoles, nos fuimos a la cama a eso de las diez. Y entre otras cosas, casi durmiendo, le comente a Xenia que había visto a Josh y que jugando una partida de billar, me contó que estaba haciendo una nueva película y que le tocaba hacer el casting de las chicas.

“Mmm… Dichosas esas mujeres, no saben lo que les espera, jijiji.” Me dijo sonriendo en tono picaresco y con los ojos cerrados.

VAYA PROPUESTA!

Al siguiente día despertamos como siempre a las 6:00 AM, Xenia a preparar el desayuno para nuestros hijos y su lunch (no les gusta la comida de sus escuelas!) y yo a ducharme. Me encontré con un mensaje a mi celular de Josh: “Lo sé, lo sé, es tarde, lo siento. Puedes llamarme?”

Revisé la hora y me lo había enviado a las 11:51 PM la noche anterior. Muy intrigado, y creyendo que era algo grave, le marqué de inmediato.

 

“Mmf…hello..?” –contesto con una voz evidentemente de dormido.

“Hey Josh, lamento despertarte, pero me pediste que te llamara. Todo bien?”

“Ah hola –bostezo- sí, gracias… Oye, menos mal que no era de vida o muerte, eh? Jejeje!”

“Bueno, más vale tarde que nunca, no? Me alegra que al parecer no haya sido algo malo. Qué necesitas?”

“Espera” –me dijo, creo que para tratar de despabilarse. A los pocos segundos volvió a tomar la llamada.

“Mira, el día que nos conocimos, tú me dijiste que no te andabas con rodeos, recuerdas?”

“Sí, claro, eso dije”

“Pues hoy me toca a mí. Recuerdas las audiciones que fui a hacer ayer?”

“Claro, si se lo platiqué a Xenia”

“Ah sí? Y que te dijo?”

“Pues nada, solo que tienen suerte las chicas que contrataron con lo que van a gozar contigo.”

“Jajaja, que halagadora. Pero la verdad es que no tuvimos suerte del todo. Una persona nos quedó mal y quería pedirte tu ayuda.” Pensé: “Y qué re cuernos sé yo de filmar una peli porno?!”

 

“Bueno, la verdad es que una de las actrices maduras nos quedó mal, no aguantó la audición y nos quedamos cortos, y mañana comenzamos a filmar. Crees que Xenia quiera audicionar para la parte?”

Fue una baldada de agua fría. En cuanto le escuche preguntarme eso, sentí como mi estómago caía hasta mis pies, no estaba preparado a esa hora para semejante propuesta.

 

“Qué cómo..?! Xenia? Eeeh… puesss… mmmno sé, yo…”

“Vamos, la vamos a tratar muy bien, te lo prometo, y les vamos a pagar bien.”

“Pues es que yo…”

“Ya sé, no es solo tu decisión”

“Si, eso… aparte de que pues dudo que ella quiera…”

“Mira, con maquillaje y peluca nadie la va a reconocer, no se preocupen. Te parece si le preguntas y me avisas? Vamos, es dinero fácil y se lo van a pasar bien.”

“…”

“Hola?”

“Si, si, sigo aquí. Déjame tantear la situación y te aviso, no sea que la ofenda y no quiero hacer eso.”

“Ok, gracias, ella es perfecta para el papel, y te voy a deber una.” –me dijo agradecido.

“Pues no me agradezcas aún, que no sabemos si querrá ella y yo mismo no sé del todo qué me parece la idea. De todos modos, yo te aviso.”

“Ok, entiendo. Pero necesitamos saber antes del mediodía, si?”

“Ok. Bye!”

 

Corté la llamada y me di cuenta que tenía la verga parada debajo de la toalla que tenía alrededor de la cintura.

Desde ahí, entré en uno de esos momentos en los que el sonido a mi alrededor se enmudecía y todo parecía andar en cámara lenta.

Me miré la verga dura pero decidí no masturbarme a la espera de lo que fuese a suceder más tarde. Bajé, desayuné, miré a mi hermosa latina desvestirse y ponerse un hilito dental bajo la ropa ajustada para su sesión de gym y Zumba.  Y a las 6:45 AM me dió un beso y salió a dejar a los chicos a la escuela y rumbo al gimnasio.

No podía concentrarme en mi trabajo, todo era confuso. En mi cabeza no había más que la propuesta que me acababa de hacer nuestro amigo.

 

A las 10:40 AM escuché abrir la puerta a Xenia. Venía con la energía de siempre (la que no sé de dónde rayos saca!) y me dijo “Hola mi amor! Como estás papi chulo?”

 

Estaba hermosa con sus mejillas sonrojadas por el ejercicio, en su top deportivo que resaltaba sus preciosas tetas y ese aroma que aún no me explico cómo jamás lo perdía, tan delicioso a perfume.

 

“Me pidió Josh que le llamara”

“Josh? Y que quería?”

“Sabes que el pobre me mando un texto urgente anoche, jijiji, para que le devolviera la llamada, y no me di cuenta hasta después de ducharme!”

“Que bárbaro, mal amigo, jejeje! Qué tal si era emergencia?!”

“Si, lo mismo me reclamó él, jajaja”

“Bueno, me voy a meter a bañar que vengo mojadísima”

“Espera, espera, siéntate…”

“Dime?”

“Recuerdas que te comenté que Josh está-…”

“Haciendo otra película, si” –me interrumpió- “Y qué con eso?”

 

No había forma bonita de decírselo, así que se lo solté de una vez:

“Pues que les falló una actriz y quieren que tú audiciones para su parte”

Y para mi enooorme sorpresa, me respondió lo más natural y despreocupadamente posible con un:

“Ah sí? Ok, dile que con que sea con él ni me tienen que pagar, jajaja… Loco! Ya quisieras tu verme ahí con esos hombres haciendo quien sabe que, verdad?! Jajaja…”

 

“No, si nos van a pagar, bueno, a ti te van a pagar…”

 

Su cara cambió y guardó silencio de pronto, mirándome a los ojos como sin saber si estaba entendiendo bien lo que le había dicho.

 

“Me estás hablando en serio, papi..?!”

“Sí.”

“En SERIO me estás diciendo que me quieres de puta actriz porno???”

“Bueno… es solo una audición… yo…”

“Y encima ya le dijiste a Josh que sí y todo arreglado, verdad?! No puedo creerlo, por Dios..!”

“Oye, no, no es así, cálmate, y escucha…”

“Que escuche QUÉ, dime? No me vas a convencer así que mejor dejémoslo aquí y espero que en tu vida me vuelvas a pedir algo así…”

“Me dejas hablar?” –le dije.

“Ya te dije que-…”

“ES QUE NO LE HE DICHO QUE SI, OK? Déjame hablar para contarte, no para convencerte, si?”

“Ok, dime pues, a ver con qué más vas a salir.”

“Gracias. Solo hice lo que me pidió de favor que hiciera, hacerte llegar su mensaje. Les falló una de las actrices maduras que necesitaban y me imagino que desesperados por encontrar un reemplazo, se le ocurrió llamarte a ti.”

 

“…ok, pero eso no cambia las cosas.” –me dijo un tanto más calmada.

“Ves? Yo no he decidido por ti nada, mi amor. No me arranques la cabeza.”

“Jejeje, lo siento papi, es que me tomaste por sorpresa…” –me dijo abrazándome y dándome un besito suave.

“No creas, a mí también y más apenas a las seis de la mañana…”

“Pobres pero ni modo, van a tener que buscarse a otra, aunque una hermosura como yo va a estar difícil que encuentren” –dijo guiñándome un ojo y soltando una carcajada, al tiempo que dibujaba su cintura con ambas manos!

“Claro que será difícil, como tú no hay” –le dije agarrando sus caderas y pegándomela contra mi abdomen.

“Mmm, papi, que rico esto que traes aquí” –dijo al sentir mi bulto, que empezaba a erguirse con el roce de su cuerpo.

“Y cuanto me iban a pagar?” –preguntó de repente, sorprendiéndome en mi falta de que con la sorpresa no me había ocupado ni de preguntar siquiera cuánto dinero ofrecían por el ‘favor de sus favores’.

“Así que ya me habías conseguido trabajo de actriz porno y ni sabias cuanto me iban a pagar? Jajaja, no si contigo de agente me muero de hambre!”

“Jajaja, es cierto, lo acepto, mi culpa!”

“…Oye, y ya fuera de broma… a ti te gustaría verme en una de esas películas, verdad? Dime la verdad.”

“Pues… es rico imaginarte cogiendo con otros, al menos solo por fantasear.”

“Y ya sentí que te funciona mucho la imaginación, se te puso muy dura!”

 

Nos movimos al sillón que tengo en la oficina y nos morreamos unos minutos. Así la sentí excitada, y fue cunado aproveche a decirle que Josh había dicho que ella seria perfecta para la parte, pues él había quedado fascinado con ella.

“Si pero no me atrevería a dejar que me cojan frente a tanta gente extraña y encima que alguien me fuese a reconocer! No, no, no, solo de imaginar eso… Qué vergüenza!”

“Si pero me dijo que con maquillaje y peluca nadie te reconocería. Además es una audición, no significa que ya ibas a estar en la película…”

”Se oye rico papi… no te voy a mentir, me excita imaginarme cogiendo con ese monumento de pinga que tiene, pero…” –justo cuando pensé que me la follaría, se levantó y dijo:

“Ay no, me voy a bañar que estoy sudada y hay cosas que hacer” Y se marchó dando brinquitos hacia las el pasillo, dejándome ver sus nalgas saltando y temblequeando a cada paso.

 

Me dolían los huevos y traté de volver a mi trabajo, perdido aun en mis pensamientos.

 

Como a la media hora salió de la ducha en su bata cortita (se habrá hecho una paja?), y aun secándose con una toalla el cabello, sin decir más me preguntó:

“Y dices que es solo una audición?”

Me encantó; ahí estaba lo que había estado esperando en mi inconsciente!

 

“Sí.”

“Y nadie vería mi cara?”

“No lo creo, y si es así, ya te dije, con el maquillaje y peluca pues…”

 

Guardó silencio un instante, para preguntarme:

 

“Tú quieres hacerlo?”

“Sí. Pero solo si TÚ quieres.”

Más silencio.

“Cuando sería?”

“Mañana por la mañana.”

“Mañana?! Wow, tan pronto…”

 

Se inclinó, enrolló la toalla sobre su cabeza, dio media vuelta y al ir saliendo, se detuvo en la puerta y girando su cara me miró con ojos de niña traviesa y dijo:

 

“Dile que si, mañana nos vemos.” –y salió lanzándome un beso, dejándome con los pies fríos y una punzada en el corazón y en la verga, presintiendo lo que sucedería al día siguiente.

 

LO QUE ESTABA POR VENIR!

Luego de aceptar y salir de mi oficina, desde el pasillo Xenia me gritó “Pero solo la audición, eh?”

Era más que suficiente. Le llamé en ese mismo momento a Josh para darle la noticia, a lo que reaccionó tan sorprendido como encantado!

Textualmente, sus palabras en inglés fueron:

 

“Holy shit, that’s great!”

“Santa mierda, eso es grandioso!”

JAJAJA!

 

Las horas no pasaban lo suficientemente rápido!!!

Me la quise coger esa noche pero me dijo que no, que quería llegar con todas sus fuerzas a ‘la cita’, pues presentía que las necesitaría. Al igual que yo, pues si no estaba totalmente excitado con la situación, de pronto me daba un arrebato de arrepentimiento y me echaba para atrás.

Algo que me fascina de mi esposa es que una vez que decide algo, rara es la vez que cambie de parecer. Es sumamente determinada.

 

Para cuando la alarma sonó a las seis de la mañana, hacía al menos media hora que llevaba despierto. Xenia igual, pues la excitación de ese día nos tenía ansiosos, aunque solo estábamos ahí acostados, sin decir ni hacer nada. Pensando. Imaginando lo que venía.

 

“Buenos días mi amor –beso.”

“Buenos días papito”

“Lista?”

“Tú que crees? –guiño.”

“Pues arriba!”

 

Seguimos nuestra rutina diaria, con la diferencia que esa mañana, para darle tiempo a mi esposa de prepararse, yo llevé a nuestros hijos a la escuela. Al regresar la encontré prácticamente lista, terminando su maquillaje.

Estaba con su pelo largo negro suelto y estilizado, vestida con un par de shorts de diseñador a micro-cuadros en blanco y negro, lo que les daba un tono gris a la distancia, que apenas le cubrían las nalgas, terminando justo donde el muslo cambia de nombre. Un top negro con tirantes delgados, y un par de tacones destalonados en blanco y negro muy altos. Coño, se veía riquísima!

Se retocó una vez más sus labios, colgó sus llaves alrededor de su cuello como hace siempre, se perfumó una última vez, tomó su bolso y pidiéndome que cargara otro bolso mas donde supuse llevaría más ropa, suspiró profundamente y me dijo:

 

“Lista. Vamos!”

EN EL CAMINO

…Mientras conducía hacia el centro de South Beach a la dirección que nos había dado Josh, no podía dejar de ver esas hermosas piernas bronceadas de mi latina hermosa, de mi esposa. Luego de casi dos décadas, aun me alela cuando se viste así y lo rica que se ve. La veía y ella lo notaba y sonreía sin mirarme.

Mientras yo iba nervioso, y hasta sintiendo nauseas, a ella se le veía igualmente nerviosa, pero ansiosa a la vez. Emocionada.

Llegamos al edificio ubicado sobre Collins Ave. Entramos al estacionamiento a su costado y encontramos un lugar.

En ese momento, mi respiración se aceleró un poco más, porque la hora de la verdad había llegado. Por lo que me animé a preguntarle:

 

“Mi amor, estás segura?”

“Pueees… cómo te digo..?” –dijo, abriendo la puerta y saliendo del auto dejando su pierna izquierda dentro, con su cuerpo doblado hacia adelante, lo que hizo que su rico culo quedara a la altura de mi cara mostrándome un cuarto de sus nalgas.

Bajó su cabeza y me dijo:

“No me aguanto!” –fue su respuesta. Cerró y comenzó a andar.

 

Salí del auto y saque el segundo bolso del baúl y cerré con llave. Ella ya se había adelantado varios pasos rumbo al ascensor, lo que me permitió verle caminar desde atrás. Era para mí todo un espectáculo. Quizás lo que aumentaba más lo rica que se veía en mis ojos era saber que estaba a punto de que le dieran una gran cogida… Qué morbo, mi esposa haciendo una porno! Si los chicos supieran donde anda su mami a esta hora...! Yo ya llevaba la verga tiesa.

 

De pronto, caí en la cuenta de que se la IBAN a coger, en plural. No solo Josh, pero quien sabe si uno o dos más al menos… El estómago me dio un vuelco y me preocupé de que Xenia se fuese a enfadar y no seguir adelante al enterarse de ese… ‘pequeño gran detalle’!

 

9:54 AM

Piso 9… “Aquí es” –dije.

Al solo salir del elevador, nos encontramos en un piso casi completamente abierto, salvo por lo que obviamente eran mini sets con muebles y camas en algunas divisiones con paredes de distintos colores, muy a lo Miami, naranja, verde, amarillo, y una en tonos beige y blanco más sobrio...

Por suerte al primero que vimos sentado casi frente a los ascensores fue a Josh, quien de inmediato se levantó y fue a recibirnos, muy cordial como siempre, aunque evidentemente más entusiasmado con mi esposa que conmigo.

 

“Wooow, estas preciosa, mami!” –le dijo en cuanto la vio.

Se saludaron de beso en la mejilla y nos invitó a pasar.

Los ojos de Xenia brillaron como nenita que está a punto de hacer alguna travesura.

En la pequeña salita estaba a quien nos presentó como “Cheddar”, su amigo y co-productor. Los actores Carlos, el negro cubano, y Billy, el negro jamaiquino. Faltaba uno, el que haría del esposo y quien imaginé llegaría pronto. Y señalándonos hacia un costado del salón nos dijo los nombres de las cuatro chicas del reparto, quienes sin ningún pudor se vestían, desvestían, se maquillaban, etc. Una de ellas seguro no debía tener más de dieciocho añitos, pero todas se veían muy buenas.

Había un grupo más de cuatro o cinco personas, gente de cámara y producción imaginé, quienes desde sus lugares simplemente nos dijeron “Holaaa”.

 

Carlos y Billy eran un par de tipos francamente imponentes. Grandes y fuertes. Cheddar, en cambio, era el típico ‘gringo’ blanco, pecoso pero fortachón.

Los cuatro devoraban a mi esposa con la mirada, como quien está de compras por el mejor artículo del aparador.

 

“Qué te parece?” –le preguntó Josh a su amigo. “Verdad que es perfecta?”

“La verdad que sí, esta hermosa. Pero lo que tenemos que ver –dijo mirando fijamente a mi esposa- es si podrá con la parte” –dijo.

“Pues ya veremos, yo creo que si” –le respondió Xenia. “He estado con Josh antes y creo que él no tiene queja, jajaja!”

“Y tu esposo está bien con esto? Quiero decir, que no quiero en medio de una escena vaya a haber problemas con él…” –dijo Cheddar mirándome y haciendo un gesto con su mano hacia mí.

 

“No, no. No hay problema, ya lo hablamos y todo bien.” –les aseguré.

“Si, ya te dije que no hay problema, ellos son muy buenos amigos míos” –intercedió Josh.
“Ok, eso espero. Pues siendo así… estás lista?” –preguntó a mi esposa.

“Si, muy lista.” –dijo sonriente mi mami linda.

“Pues vamos, comenzaremos con Carlos” –dijo mientras todos nos poníamos de pie.

 

En ese mismo instante la cara de mi esposa cambió, diciendo apremiada:

“Espera, espera! ‘Comenzaremos’ con Carlos..?” –preguntó sorprendida. “Qué pasó con Josh?!”

“Aaah, Josh, eh? Jajaja…” –dijo pícaramente Cheddar. “No te preocupes, cariño, ya le va a llegar su turno.”

“Su turno?!”

“Sí. Lo que sucede es que como ustedes ya se conocen, queremos ver cómo te va con los otros dos machos, tú sabes, para ser imparciales. Veremos si aguantas.”

 

“Los otros DOS..? Pero…” Se volvió hacia mí y me dijo: “En ningún momento me dijiste que no era con Josh, aparte de que me van a coger no uno, sino estos TRES hombres?!”

“No te lo dije?” –le respondí con cara de idiota.

“NO!”

 

“Pasa algo?” –preguntó Josh.

“Espera, por favor” –dije.

 

“Mira –suspiró profundo ella- ya estamos aquí.”

“Si –dije-, quieres seguir adelante? Porque si no-…”

“Si mi amor. La verdad, sí. No me voy a quedar cachonda y te aseguro que tú estás tan excitado como yo. Así que lo hacemos, ok? …Tú culpa, tú me trajiste.” Sabia, muy sabia mi mujer, jejeje.

“Perdón, es que tuvimos un leve malentendido pero ya lo aclaramos. Adelante.” –expliqué.

“Si, no es nada.” –agregó ella con su mejor carita de inocente.

 

Me colocaron detrás de unas lámparas y pantallas de colores transparentes, les llaman ‘filtros’ creo, sentándome en una silla plegadiza. Mi esposa me dio su bolso y tomó el otro en el que traía su ropa, pero le dijeron que ahí le darían ropa.

 

“Aunque viéndote bien, creo que lo único que te cambiaremos será tus shorts por una falda. Sí, eso haremos.” –decidió Cheddar. Y allá se la llevaron, al fondo del salón en donde estaban las otras chicas.

Me quedé ahí esperando mientras veía como el par de negros conversaban con Josh.

Pronto regresó mi mujer. Vestía una micro-faldita negra tan minúscula que bien pudieron no darle nada. Me entregó su short y su hilo dental transparente negro, diciéndome:

 

“Me dieron uno nuevo, totalmente transparente. Mira” –y me mostró su panocha rica, de la cual no quedaba nada a la imaginación tras la delgada tela traslucida.

 

“Me voy, regresamos pronto.” –dijo lanzándome un beso.

“Oye, espera, como que se van? A dónde?”

“Es que quieren hacer una toma en movimiento. Carlos me va a llevar a dar una vuelta un par de calles y vamos a actuar una conversación caliente hasta regresemos. Ya aquí me van a coger. No te preocupes, papi, lo vas a ver todo, ok?”

“Vamos cariño?” –le gritaron.

“Si, siii, ahora voy! Ciao –besito.”

Al girarse me di cuenta que la faldita era además perforada de atrás, lo que dejaba ver completamente la zanja de sus nalgas que se alejaban de mi dando ricos saltos a cada paso de prisa que daba Xenia.

 

Los apenas 25 minutos que tardaron en regresar, bien pudieron haber sido horas, pues para mí el tiempo no pasaba. Se había detenido. En mi mente me imaginaba que se la estarían cogiendo en el carro en algún callejón o estacionamiento.

 

Una de las chicas llegó y me preguntó: “Nervioso?”

“Sí. Un poco.”

“Celoso?”

“Pues… si, jejeje, mucho!”

“No te preocupes, eso se pasa.”

“Si bueno, espero que así sea. Mucho gusto...?”

“Megan. Y un gusto igual. Siéntate y relájate, no deben tardar.”

 

“DING!”

El sonido del ascensor al abrirse, me sacó de mis pensamientos. Fue todo un alivio verles aparecer a Josh, Carlos, Cheddar, un tipo más de producción y a mi esposa.

Entraron riendo, y hablando amenamente, dirigiéndose a una de las secciones montadas con sillones y paredes naranjas.

Tuve que acercarme y preguntar “Ajem, y cómo les fue?”

Xenia rápidamente de volvió y dijo: “Ah mi amor, aquí estás!” –dándome un besito en los labios.

 

“Sip, acá estoy. Cómo les fue?” Traía gotitas de sudor sobre su frente, se le veía un poco sonrosada y muy sonriente.

“Pues nos fue muy bien. Mira” –tomando mi mano y metiéndomela por debajo de la falda, sobre la raja de su panocha.

Wow, no traía panty y estaba mojadita y calientita.

 

“Ah… Uff, les fue muy bien”

“Si papi, vengo ya entradita en calor. Carlos no se aguantó y primero me dijo que le mostrara la puchita. Luego me pidió que me hiciera la tela a un lado. Le gustó mucho mi amor, así que por ultimo ya me dijo que me quitara el hilito y me venía dedeando en el camino.”

“Que rico mami, y te gustó?”

“Si, mucho!”

“Y ahora?”

“Ahora mi vida, me voy a refrescar rapidito y un minuto vamos a hacer la prueba.”

‘La prueba’. Igual pudo haber dicho que ‘en un minuto ve van a coger’, que era lo mismo.

 

Regresó pronto. Fue cuando me di cuenta que Carlos ya estaba sentado desnudo en el sofá, y se estaba sobando la verga.

Era un bárbaro. El cipote que se traía entre las piernas bien pudo tener nombre propio.

 

La cara de mi esposa en cuanto lo vio valía millones, inmediatamente se mordió los labios haciendo un leve “mmmfff” y decir: “Uf, papacito, pero qué cosota tan linda tienes!”

“Te gusta amor?” –le preguntó Carlos.

“Me encanta…”

“Pues ven tómala y veamos que puedes hacer” –le dijo Carlos, echándose hacia atrás y dejando que la verga semi parada hiciera todo un arco desde abajo hasta caerle arriba del ombligo.

 

La prueba no era dirigida ni tenía guion, pues aunque la filmaban, habían decidido cogerse a mi esposa libremente, para que en caso de no aguantar, no desperdiciaban el esfuerzo del resto del elenco.

 

Mi mujer se fue encima de Carlos, y lo comenzó a besar, colocando su rodilla derecha sobre el sofá y abalanzándose sobre él. Se besaron y le comenzó a sobar las tetas, la espalda, y en la posición que estaba, nos mostraba a todos el culo parado y la concha semi abierta. Entre las nalgas se podía ver un brillo entre la zanja de las nalgas y la panocha, lo que mostraba lo mojada que estaba ya Xenia.

Podía ver a Cheddar y Josh murmurando y haciendo gestos de aprobación con la cabeza.

Mi mujer no es muy dada al sexo oral, pero creo que esta vez hizo una excepción, pues para cuando llegó al mástil de Carlos, so le metía en la boca y se lo chupaba como profesional.

La vergota del tipo no tardo en ponerse gorda, tiesa y muy parada. Era increíble. A Xenia le tomaba agarrarla entre sus dos manos y aún quedaba mucha verga fuera.

Carlos se paró y le dijo:

“Quítate el top y la falda, mami, si? Quiero verte toda.”

“Ok chulo” –respondió ella.

 

La acostó y se dispuso a darle una rica mamada de concha, pero en cuanto la abrió de piernas y todos le pudimos ver la concha ya más abierta y brillando de jugos, Josh y Cheddar hicieron gestos de aprobación de nuevo y se dieron un saludo de puños (“fist bump”) muy satisfechos con lo que veían.

Yo, que estaba situado a una corta distancia detrás de ellos, pude sonreírles con cara de orgullo y satisfacción cuando ambos me volvieron a ver y me hicieron la señal del visto bueno con el dedo gordo hacia arriba.

En la sala mi mujer ya jadeaba y gemía de placer con la gran mamada de concha que le estaba pegando Carlos, quien ya le había metido dos dedos buscándole el punto G y le lamia desde el culo hasta terminar en la punta del clítoris.

Cambiaron luego a un 69, con Carlos arriba sobre mi esposa, pero no soportó por mucho tiempo las estocadas de su pingota gruesa en su garganta. Un nuevo cambio y era ahora ella la que sobre él le mamaba desde las bolotas negras hasta la punta de su cabezota roja. A verga era muy morena. Achocolatada. Tan recta y dura que parecía un dildo, uno de esos consoladores realísticos con huevos grandes.

Quizás era igual a la macana que tenía Josh entre las piernas, pero la cabeza se veía un tanto más grande.

“Ay, si, ay si… así… así” gritaba y jadeaba Xenia.

“Así, cógeme… cógeme cabrón, cógeme!” –le gritaba mi mujer al macho de turno.

 

La había acostado sobre un almohadón en el suelo, y abierta de piernas, se la empezaba a meter hasta la mitad.

 

“Qué rico siento… ay si, así…”

 

Se la estuvo clavando así un tiempo más, a la vez que le pasaba los dedos por el culo, la besaba, le chupaba las tetas y ya casi le enterraba el cilindro completo en la rajota que le estaba abriendo.

Mi mujer se vino varias veces. Era un espectáculo verla temblar y tiritar cuando se venía. Se convulsionaba y se detenía por unos segundos, para de nuevo comenzar a pedirle que se la metiera duro.

Se la metió de la lado con la pierna derecha haciendo una L, dejándonos ver por completo como le entraba y salía la verga, y haciendo más sonoro el eco que producían los choques del abdomen de Carlos contra las nalgas de mi esposa.

Cada choque era una explosión sonora dentro del silencio del local, y cada choque producía unas olas y temblores que se expandía por las nalgas de mi mujer hasta sus muslos, su abdomen, haciendo brincar sus ricas tetas libremente…

El próximo cambio fue Carlos recostando medio cuerpo en el sofá, y mi esposa abriéndose de piernas para montarse y cabalgar esa negra verga que le sacaba tanto placer, tantos gemidos. Al ensartarse esa estaca de carne, comenzó de nuevo a gemir y a decir tanta barbaridad, a exigirle al machote que la hiciera gozar, que le destrozara la concha en la cogida.

“Así, así… ROMPEME LA PEPA! –Exigía- Déjame toda abierta… Así, ay sí!”

http://www.cuentoseroticos.mx/wp-content/uploads/1.-Audicion_Ed2-A.wmv

 

En un momento de lucidez, quizás, recordando que tenía publico pues todos estábamos alrededor mirando, incluso las otras actrices, miró  directamente a Josh y le dijo: “Quiero estar muy abierta para ti..!” A lo que Josh le contestó agarrándose la pija sobre el pantalón.

http://www.cuentoseroticos.mx/wp-content/uploads/1.-Audicion_Ed3.wmv

 

Y cuando mi esposa se corría quien sabe por qué número de vez, Carlos le dijo que se venía, a lo que Xenia le respondió ordenándole que se la metiera toda y se viniera adentro de su concha:

“Méteme la verga, métemela toda, papi… échamelos bien adentro… quiero tu leche caliente adentro, cabrón!” –gritó.

Calló rendida sobre el pecho de Carlos, y la escena que siguió a continuación se asemejó a como cuando alguien destapa champagne y salta el líquido espumoso por todos lados:

El sonido que hizo la conchota de mi mujer al desclavarse del poste semi lánguido de Carlos, fue un sonoro “FFFLOP-SHLOCK!”, quedándose con el culo en pompa y las piernas abiertas, mostrando aquella rajota mojada, abierta, y en cuanto se abrió las nalgas con las manos, se le abrió aún más y corrieron chorros de semen blanco y espuma desde dentro de su vagina, chorreándole el clítoris y cayendo sobre la verga y los huevos de Carlos.

“Woooow, yeaaaah…!” –se escuchó decir a todos y Josh y Cheddar se pusieron de pie aplaudiendo. Tanto así les había gustado, pues ambos tenían unas erecciones bajo el pantalón muy, muy crecidas, las que al vérselas mi mujer, se relamió los labios y les dijo:

“Denme un minuto, y nos ocupamos de esas cosotas, preciosos, si? –guiñó un ojo.”

 

Claro, Carlos había sido apenas el primero de la mañana.

Continuará.

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1 comentarios. Página 1 de 1
invitado
invitado-invitado 16-08-2014 01:34:22

Deja el vídeo completo se ve que se cae de buena. Y claro el relato completo

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