Con hartas inclusive, merecidas pero otrora ganas de masturbarse sola la amiga de la oficina de recursos humanos se encierra en la oficina desocupada adjunto a esta, sentada en la silla del vicerretor administrativo y financiero se corre la falda azul oscura a la cintura quitandose de una sola vez por todas las medias azul oscrua transparentadas con el hilo dental muy sexy que es su mayor precea ante los ojos admiradores y que la compromete amorosamente el queridisimo amigo de registro. Acariciandose con los dedos de la mano superficial, leve, suave hasta provocativa como excitantemente la zona del vientre y la vagina especialmente en los labios de esta protagonista; con el dedo índice se lo mete y saca como fuera un vibrador en que se va relajando larga y tendidamente al son del calor corporal especialmente a las emociones que va inyectandose como colmandose hasta palparse en todas las índoles sexuales conocidas.

Emanandole también sintiendole adicional, percibiendole finalmente viniendole un climax que entre las cantadas pronunciantes muy proclive y sublime nacientes glorificante con tanta efervencencia de sus propios cuerdas vocales unos gadeos como unos gemidos en que descontrolandose se induce a dispararse muchos tiros de leche espesa en forma de jugos vaginales que caen inevitablemente en el pleno piso de la oficina con mucha sudoración producida y resultante de la traspiración bajada desde la cabeza hasta los pies de la amiga de la oficina de recursos humanos, que abriendo el cuarto de baño por suerte encuentra a su disposición papel higuienico para secar y limpiar las evidencias físicas que ha tenido y ha experimentado divinamente la amiga a solas encerrada en la oficina adjunta a la de recursos humanos. Sentandose en el servicio para orinar después de lograr y tener privadamente una masturbación que la ha dejado alegre, relajada, fascinada, feliz, orgullosa de su sexualidad hasta porqué no decirlo, distracciones amenas al encontrarse descansada hasta con muchas energías renovadas la propia amiga de recursos humanos que se para al vestirse como arreglarse y retocarse tanto el maquillaje de la cara como el mismo peinado y secandose un poco el sudor al cerrar la puerta de la oficina adjunta y comenzar su faena laboral del día.