Almorzando comodamente y tranquilamente en un restaurante de comida china, contemplando el panorama que acontece a la una y media de la tarde con un sol radiante de verano pronunciado igualmente ilustrado con el pasar continuo igual afluente de la concurrencia de personas frente a nosotros, entretenidos y disfrutan tez de nueestras comidas siento un caminado de hormigueo en mi pierna izquierda es el jugueton de mi amigo que tiena la yema del dedo de punta caminando en toda mi falda ajustada azul oscura, se por devoción demostrada como pintoresca que me sobresale lo ceñido de mis gruesos muslos y gluteos que despiertan estas clases de actitudes de valuarte, que no soy ni una santa ni siquiera una perita en dulce ya que estamos muy involucrados uno con el otro siendo una mujer actualmente hecha, derecha, respetada y casada por la divina iglesia con su mejor amigo.
No le digo ni lo recrimino además, no me hace para nada daño esas demostraciones afusivas de amarme perdidamente y espontaneamente por mi querido amigo.
En otro momento, estoy agachada concentrada ordenando unos files en el archivero de la facultad de derecho estando sola sube a visitarme mi amigo, viendome en falda ajustada no pudo aguantarse y de la manera que lo pongo a mover el piso me soba, manosea y finalmente te agarra mi gluteo pasando lisamente por mi vagina al tenerla mano tendidamente poseido por mi delicia de mujer excitante; hay tuve que ponerle un hasta aquí porque no sabía que iba a pasar, sentada en mi escritorio se me fue un poco la mano al levantarle la voz, que carajo y vaina te sucede conmigo sabes que me asusto y me disgusta esas cosas que expresas de mi, prefiero que me las hagas afuera del trabajo entiendes.
Todavía me tiene cierto recelo mi amigo cuando me lleva documentos académicos al verme agachada o doblada o parada atendiendo a una persona o bien el telefono, yo le sonrio y le habla calmada y me trata con sumo respeto, pero cuando estamos juntos y solos tengo que concentirlo como llenarlo de ternura y pasarle la mano por el pecho y por su pené para reanimarlo igual deleítarlo.