El esposo de la secretaría de derecho sabiendo la clase de prendita que tiene en la actualidad como compañera conyugal aprovecha siempre para espiar los actos y con que hombres sorprende en el adulterio matrimonial.

Siguiendole los pasos y viendo dizque las cuartadas que le informa descarada, engañosa, sinverguenza como indecente por devoción a lo amplio del recorrido aventurero que lleva desde hace tiempo la honorable, respetada, distinguida igual sencilla mujer casada, hecha y derecha que aparenta tanto en su trabajo como en su mismo hogar con todos sus familiares y compañeros de trabajo.

Enfocandose un día de la semana a eso de las seis de la tarde que la visualiza entrando a un almacen de ropas escabuyendose entre la multitudinaria clientela sin que lo descubrieran observando a los involucrados tanto la secretaría de derecho con su amante escogiendole unas faldas entalladas iendose a los vestidores pillandolos por un hueco en una de las paredes de los vestidores en ropa interior probandose la falda entallada al sorprenderse que debajo del pantimedia lleva puesto nada menos que la famosisina hilo dental que la hace modelar unos gluteos de prostituta hay se mete su amante al tocarla en toda su respetable gluteos al llevar puesto la falda entallada al marcarse el relieve de sus contornos anatomicos como lo tiene acaparado ni la suelta por ningún instante al modelarlo frente a un espejo al decirle no se me ven divino mi vida al apretarle sus gluteos se asusta un poco pero le sonrie encantandole la lizura la adultera secretaría de derecho y ciencias políticas.

En otra ocasión los ve entrando a una boutique de vestuario de prostitutas callejera al verlos en un parador sin que levantar alguna sospecha comprandole una minifalda de cuero que estaba super exhibicionista más arriba de las rodillas casi mostrandole sus gluteos con un sueter sin manga escotado que mostraba todo lo voluminoso de sus senos puntiagudos parecidos a unos fructiferos como jugosos melones llevando como siempre las normales pantimedias ahí que no apartaba para nada las manos el hambriento, depravada, excitado, sinverguenza como cogedor de muchas vergas calientes cabronas de las mujeres casadas, hechas y derecha siendo ilustrativamente el hecho aplicado y referente a la misma secretaría de derecho y ciencias políticas.