El agua se movía creando ondas que iban y venia de y contra su cuello desnudo, pequeñas olas marcando un compás lento y suave, rítmico, ella escucha el chocar del agua contra la pared de la alberca justo detrás de su nuca y siente la corriente de regreso cosquillear y jugar entrometiéndose entre los cabellos sueltos de su coleta.

Cada nuevo cosquillear emprende un  largo camino desde el beso en su nuca anda por sus hombros y se arremolina entre sus pechos, tiernos, frondosos y libres de la contención del traje, fluye como el agua, pasa entre ellos y se enreda en su cintura, le abraza, se trenza en ella y vuelve a bajar se cuela por su traje y llena su ombligo, entra y sale de él, le besa y se despide, emprende un camino de regreso hasta sus senos pasa entre ellos y se divide en dos para rozar sus pezones rosados, erectos, cálidos y dulces, los saborea, los hace suyos, se entretiene un poco, como merecen y les besa también de despedida y bajando por cada lado en la deprecion que forma en sus curvas su cintura y luego se eleva por sus caderas amplias, poderosas y apretadas, se escapa por su espalda y aprovechando el hueco que se forma justo al medio de su espalda se introduce entre sus nalgas, le besa los huecos y vuelve a salir le acaricia sus prominentes nalgas, carnosas, rellenas, redondas y duras, vuelve a entrar y vuelve a salir de esa húmeda cueva rebaña el agua de la alberca y algo más...

Se aprieta contra un par de labios sonrosados y vibra contra la piel de la punta que manda una señal directa al resto del cuerpo que se curva desde donde las nalgas comienzan hasta el final de la nuca donde el camino del que es cosquilleo y es agua también, comenzó, ella cierra sus ojos y recarga la nuca en la orilla de la alberca que tiene detrás de ella y obedeciendo al cambio sus caderas se levantan levemente apoyadas por los mil brazos del agua que la rodean, que la acompañan, que la abrazan, que la desean y las ondas producidas por su mano incrementan su numero, el compás aumenta, se hace más apresurado, furioso, acandelado, su mano sube y baja y un gemido rompe la barrera que imponen sus labios rosas húmedos y deseosos, violan su silencio, llenan su boca y pronto las llamas de su vientre alcanzan sus mejillas, las colorean, las encienden, no puede contenerse más y lleva su otra mano a su entrepierna hace un lado el desvergonzado traje de baño y se abre camino con los dedos dentro de su carne, irrumpe en el candor húmedo y apretado de su interior y con una cadencia furiosa empieza a romper contra su sexo, el agua turbulenta responde a su ardor, va y viene, choca contra todas las paredes y regresa a besarle una vez más, los gemidos que ya no tienen cadena alguna llenan el lugar, hacen juego con las voces del agua su par de manos chocan entre si, suben y bajan, salen y entran el fuego en su vientre comienza a quemarla, necesita apagarlo, necesita explotar y entonces... escucha algo...

Voltea nerviosa... con su mirada ve una silueta femenina, se suponía que ya no habría nadie mas por un rato, a esta hora no hay clases...

--Espera no es lo que parece...

--No vi nada (le responden, ambas chicas están nerviosas)

Sale de la alberca escusandose (ella sabe que gemia sin contenerse con la confianza de estar sola con sus manos y el tacto que ha perfeccionado tanto, esta tan caliente) llega hasta ella, que sigue nerviosa repitiendo que no pasa nada mientras intenta irse..

--Espera... su voz apremiante se escucha dulce y firma, como una orden de una madre, la chica no sabe reaccionar, así que se queda quieta hasta tener a esa mujer impresionante que ha visto difusa entre el agua y ha escuchado sensualmente, dándole forma a lo que no distinguía claramente en el agua, se estaba masturbando, jamas había visto a otra chica hacerlo y no sabia que pensar acerca de ello.

De pronto la impresionante chica llega junto a ella, se quito el gorro de natación mientras caminaba, su cabello y es largo y con la humedad imperiosa se ve casi negro, aunque con el reflejo de la luz se distingue castaño, justo cuando ella retoma compostura y le dice que no le dirá a nadie, siente como callan sus labios en un beso.

Se acerca a la chica, no le importa si la vio, sabe lo que hará, ya ha pasado antes, y el ardor en su entrepierna se lo pide de nuevo, no importa nada mas en ese momento, están solas, la toma en un abrazo tan rápido que la chica no tuvo tiempo a responder, comienza a besarla, la chica no sabe que hacer, acaricia sus formas, de una forma gentil pero sin darle oportunidad de pensar o de decir algo la lleva a los vestidores, la mete al baño, ella se sienta, de un tirón la posa sobre sus piernas, la sigue besando, le baja los tirantes del bañador y devora sus senos.

La poca resistencia de la chica se termina, afloja las piernas, ella lo sabe, lo siente, lo espera, baja su mano  y se adueña de su sexo, juega con su dedo medio dentro y su pulgar en el clítoris devora sus pezones, la chica gime, indefensa, termina, ha cumplido su parte, le toca a ella.

Se quita el traje de baño se sienta con las piernas abiertas sobre el muslo derecho de la chica, empieza ha masturbarse mientras la obliga a besar sus senos, no piensa en nada, necesita sentir como se apaga su fuego, se frota sobre ella, aprieta sus senos, la ahora en los suyos. Le dice al oído...

--Que guapa te vez ahí... que rico mamas teta.

Siente que casi viene, no esta satisfecha, se incorpora sin preguntar, se asoma, cierra los vestidores, acuesta a la chica, se sienta sobre sus senos, se masturba en ellos, le encanta pensar en el pezón rosa de la chica chocando en su clítoris, esta extasiada, termina, termina....

Se incorpora, toma su ropa, se disculpa, lo siento no se que me paso nunca había hecho esto... sale corriendo, se pone su ropa en el camino, sabe hacerlo... no es la primera vez...